Capitulo II

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~mi ángel de la guarda~

Llegué del instituto y sin comer me fui a mi habitación, me dispuse a escribir, una carta, una poesía, a Alicia, a mi querida Alicia.
Yo estaba normal, hasta que un día llegó, llegó mi peor pesadilla,
Vamos a conquistar el cielo,
Hace falta valor,
No hace falta dinero,
Recuerdo esas bellas flores de tu florero,
Esos días junto a ti comiendo cordero,
Te echo de menos,
Dejando de decir mañana,
Diciendo lo que te espero.

Yo de verdad estaba muy triste, Alicia me falta.

Estuve varios días sin ir al instituto, me pasaba los días encerrada en mi cuarto, no comía, lloraba, dormía, me quedaba pensando en todo, haciendo nada, tenía ojeras.

Me desperté en una habitación del hospital, no se que me ha pasado, no sé dónde está mi libreta, no estoy muy segura de que me pasa.
Entró mi madre a la habitación, veía borroso, me mataba la cabeza, no siento los pies.
-Mama- dije con voz mareada.
-donde estoy- dije. No me respondía.
-mamá- dije mas alto. Seguía sin responderme.
-Mama- dije mas alto.
-mama- seguí .
-mama- -mamá- -mama-          -MAMÁ- acabe chillando.
Ella me tapó la boca.
No se que pasa.
Mi madre se fue.
De pronto me maree aún más, veía borroso pero logré ver una cosa que me asombró demasiado.
-alicia?- dije con voz aguda.
-dime summer- dijo ella, o eso.
-Eres tú?- dije.
-no exactamente- dijo rara.
Ella se iba desvaneciendo.
-no sé si eres tú Alicia pero te juro que sea de donde estés, siempre estaré contigo- dije en alto. -serás mi ángel de la guarda- dije aún más alto hasta que la bella imagen de Alicia desapareció. No recuerdo más de ese momento.

Me desperté en la camilla del hospital, estaba rodeada de gente que no había visto en mi vida. -tengo miedo- dije asustada.
-no tengas miedo, te vamos a ayudar- dijo un chico.
-me llamo Sam- dijo el chico.
-te vamos a ayudar con todo lo de Alicia- dijo.
-como?- dije confundida.
-ya habrá explicación en su momento- dijo y se fueron todos.
Querida Alicia,
Desde que apareciste me alegraste,
Mi día de colores pintaste,
Sin ti todo se me ha ido al traste,
Te echo de menos,
Mi vida no es igual desde que te marchaste.

Escribí esa carta para Alicia, se que nunca podré entregársela, pero la tendré guardada conmigo como yo la tengo guardada a ella en mi corazón.

Volví a despertar en la camilla.
-quiero que comas- dijo mi madre de la nada.
Yo sin hacerle mucho caso, fui al baño a lavarme un poco, hacia mucho que no me duchaba, olía mal y daba bastante asco.
Me tome una larga y relajada ducha, aunque seguía sin sacarme de la cabeza el recuerdo de Alicia que tanto me lleva atormentado estos días.
Salí de la ducha del hospital y me miré al espejo, estaba más flaca de lo que ya estaba antes.
-es verdad, debo comer- dije para mí.
Miré otra vez al espejo y no me creí lo que de nuevo vi.
El reflejo de Alicia, ella sonreía y me miraba con cara de estar orgullosa, yo la miré y le sonreí de nuevo, no se lo que me pasa, tengo mucho miedo, pero a la vez sé que Alicia donde sea que esté, me está vigilando, es mi ángel de la guarda, me cuida y me da lo mejor para mi.
Me puse la ropa que me trajo mi madre y cogí mi libreta, cuando la busque el día que llegue al hospital, estaba en el bolso de mi madre, me da miedo que lo haya leído.
Deje atrás mis pensamientos y me tumbé en la cama, ya no había nadie, me comí la comida que me trajeron los del hospital y después de eso me dispuse a escribir en mi libreta.

Escritos de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora