Capitulo V

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~vigilancia~

El día de el funeral de Josh se me pasó muy lento, cada Segundo fue como una puñalada en mi pecho, como si mi pecho se abriera completamente y tuviera un vacío dentro de mi, el vacío cada vez era más grande y se abría rápidamente y dolorosamente. Un agujero de dolor, ansiedad y angustia.
Ese día para mi fue muy difícil de asimilar, estaba en el funeral de mi mejor amigo, de la persona que ha estado conmigo mucho tiempo, me acompañó en todas mis aventuras y en todos los momentos felices y sobre todo en los momentos malos, en los peores momentos que he podido tener, en mis malas rachas y en mis malos caminos, la persona a la que me he contado todos mis pensamientos y todas mis pesadillas, a una persona con la que tuve mil experiencias, una gran persona.

Llegué a mi casa con los ojos rojos e hinchados de llorar, tenía en maquillaje corrido y las lagrimas todavía salían de mis ojos.
Nada más llegar, me fui a mi habitación, me tumbé en la cama y me quedé ahí en mis pensamientos, atrapada en mis pensamientos.
Hace tiempo escribí una carta para Alicia, veo necesario escribirle una a Josh.

Se que me mirarás desde las alturas,
Necesito sonrisas como las tuyas,
Tengo muchas heridas sin solturas,
Tengo muchas brechas sin costuras,
Te quiero  encontrar ahí como las de Alicia patrullas.

Personas como Josh nunca se olvidan, le quiero.

Te quise,
Te quiero,
Y siempre te querré.

Han pasado 2 días desde el funeral de Josh.
La búsqueda de Alicia sigue en pie.
Estábamos mi hermana y yo en la cocina desayunando, después de desayunar me fui a mi habitación y allí decidí salir de casa, quería irme al lago, llevaba mucho tiempo sin ir, desde que Alicia desapareció, me daba mucho miedo ir, pero hoy me voy a armar de valor y voy a ir.
Tenía que tener mucha precaución, no quería que me pasara nada, como a Alicia.
Cogí una linterna, comida, una mata, una navaja, una cuerda y cerillas. Por supuesto también cogí mi libreta, una pluma y tinta, no me gustaba escribir en bolígrafo normal.  
Ya cogidas todas mis cosas y metidas en una gran mochila, me dispuse a ir, tenía mucha batería en el móvil, aparte, avise por las redes que iba a ir al lago, por si acaso, por si algo me pasa.
El camino fue silencioso, no quería hacer ruido.
Cuando llegue allí me di cuenta de una cosa, las zapatillas de Alicia, me acuerdo que se las dejó.
Cogí las zapatillas y las metí en mi mochila.
Escribía en mi libreta sentada en una roca con los pies en el agua metidos en la orilla del lago.
Estaba oscureciendo a si que decidí irme ya para no tener que volver por la noche.
Estaba terminado el camino, apuntó de llegar a mi casa, me sentía vigilada, no se porqué, de repente me di cuenta, había una cámara, en la valla de mi casa, la miré y corrí, corrí para darle una patada, para destruirla, para que no esté mirando más.

Escritos de un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora