Capitulo 6: El sombrero seleccionador

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La profesora McGonagall había vuelto. Uno a uno, los fantasmas flotaron a través de la pared opuesta.

—Ahora formad una hilera —dijo la profesora a los de primer año— y síganme

Sentí como se dificultaba mi caminar, y como mi estómago estaba dando vueltas pero como soy muy orgullosa y altanera no voy a demostrarlo, Will dice que es un rasgo bueno pero que me puede jugar en contra, salieron de la habitación, volvimos a cruzar el vestíbulo, pasamos por unas puertas dobles y entramos en el Gran Comedor.

Nunca habría imaginado un lugar tan extraño y hermoso a la vez. Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas, donde los demás estudiantes ya estaban sentados. En las mesas había platos, cubiertos y copas de oro.En una tarima, en la cabecera del comedor, había otra gran mesa, donde se sentaban los profesores. La profesora McGonagall condujo allí y nos hizo detener y formar una fila delante de los otros alumnos, con los profesores a sus espaldas. Los cientos de rostros que los miraban parecían pálidas linternas bajo la luz brillante de las velas. Situados entre los estudiantes, los fantasmas tenían un neblinoso brillo plateado. Para evitar todas las miradas, vi el techo de terciopelo negro, salpicado de estrellas. Oi susurrar a una niña «Es un hechizo para que parezca como el cielo de fuera, lo leí en la historia de Hogwarts» eso es interesante, pero no creo que ahi halla un techo, es difícil de creer, ah cierto la magia, creo que el único limite es nuestra imaginación y lo que hacemos con ella, bah no llevo ni un día y ya estoy pensando en esto

La profesora McGonagall ponía en silencio un taburete de cuatro patas frente a nosotros encima del taburete puso un sombrero puntiagudo de mago. El sombrero estaba remendado, raído y muy sucio, en pocas palabras se parecía a mi ropa.

El sombrero se movió, ¡¿el sombrero se esta moviendo?! Una rasgadura cerca del borde se abrió, ancha como una boca, y el sombrero comenzó a cantar:

Oh, podrás pensar que no soy bonito,

pero no juzgues por lo que ves.

Me comeré a mí mismo si puedes encontrar

un sombrero más inteligente que yo.

Puedes tener bombines negros,

sombreros altos y elegantes.

Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts

y puedo superar a todos.

No hay nada escondido en tu cabeza

que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.

Así que pruébame y te diré

dónde debes estar.

Puedes pertenecer a Gryffindor,

donde habitan los valientes.

¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!

¡Y no recibirás una bofetada!

Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).

Porque soy el Sombrero Pensante.

Su osadía, temple y caballerosidad

ponen aparte a los de Gryffindor.

Puedes pertenecer a Hufflepuff

donde son justos y leales.

Esos perseverantes Hufflepuff

de verdad no temen el trabajo pesado.

Lyra Grindelwald y La Piedra Filosofal   [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora