Lyra Grindelwald y La Piedra Filosofal [Editando]

Capitulo 17: Troll

Hermione no apareció en la siguiente clase había escuchado a unas chicas que estaba llorando en el baño, yo intentaba evitar a Harry y a Ron, enserio creí que eran mis amigos y aunque no lo demostrara eso me dolió.

-Hola Hermione- dije entrando al baño, escuchando sollozos

-Vete de aquí Lyra, no te quiero ver

-Se que no quieres hablar con nadie, pero lo necesitas-

-Por que lo haces, no somos amigas, siempre compites conmigo y tienes amigos, yo intento ser buena amiga pero nadie me soporta

-Yo no compito contigo Hermione, eres una muy buena bruja y muy inteligente, además no creo tener amigos, todos me odian

-Pero, Ron y Harry?

-No oíste lo que dijeron de mí?, bueno creo que todos piensan eso de mi solo que no lo dicen, pero oye estamos hablando de ti, eres Hermione Granger una de las mejores brujas que hasta ahora e conocido así que sal de este cubículo-ella salió limpiándose las mejillas-No te puedes derrumbar cada vez que alguien te diga algo malo, no te digo que no llores pero lo importante es desahogarse y superarlo-Ella se abalanzo a mi y me abrazo

-Gracias Lyra- se separo de mi - podemos ser amigas?

-Por supuesto- nos sonreímos y ella se fue a lavar la cara- oye no hueles algo raro?- un olor inmundo me llego, levante la vista y había un troll, me quede paralizada y Hermione grito pero se quedo estática en su lugar, reaccione a tiempo cuando el troll quiso pegarle con su mazo, pero Hermione aun estaba tiesa, al final reacciono y se agazapo contra la pared opuesta, con aspecto de estar a punto de desmayarse mientras yo la cubría con mi cuerpo, no debí haber dejado mi varita en el cuarto. El troll se estaba acercando a nosotras cuando en ese momento aparecen Ron y Harry

—¡Distráelo! —gritó Harry desesperado y, tirando de un grifo, lo arrojó con toda su fuerza contra la pared.

El trol se detuvo a pocos pasos de nosotras. Se balanceó, parpadeando con aire estúpido, para ver quién había hecho aquel ruido. Vaciló y luego se abalanzó sobre él, levantando su bastón.

—¡Eh, cerebro de guisante! —gritó Ron desde el otro extremo, tirándole una cañería de metal. El ser deforme no pareció notar que la cañería lo golpeaba en la espalda, pero sí oyó el aullido y se detuvo otra vez, volviendo su horrible hocico hacia Ron y dando tiempo a Harry para correr.

—¡Vamos, corre, corre! —Harry gritó a Hermione mientras intentábamos moverla, pero la niña no se podía mover. Seguía agazapada contra la pared, con la boca abierta de miedo.

Los gritos y los golpes parecían haber enloquecido al trol. Se volvió y se enfrentó con Ron, que estaba más cerca y no tenía manera de escapar.

Entonces Harry hizo algo muy valiente y muy estúpido: corrió, dando un gran salto y se colgó, por detrás, del cuello de aquel monstruo. El troll no se daba cuenta de que Harry colgaba de su espalda, pero hasta un ser así podía sentirlo si uno le clavaba un palito de madera en la nariz, pues la varita de Harry todavía estaba en su mano cuando saltó y se había introducido directamente en uno de los orificios nasales del trol.

Chillando de dolor, el trol se agitó y sacudió su bastón, con Harry colgado de su cuello y luchando por su vida. En cualquier momento el monstruo lo destrozaría, o le daría un golpe terrible con el bastón.

Hermione estaba tirada en el suelo, moverla no tenia sentido así que solo la protegí con mi cuerpo. Ron empuñó su propia varita, sin saber qué iba a hacer, y se oyó gritar el primer hechizo que se le ocurrió:

—¡Wingardium leviosa!

El bastón salió volando de las manos del trol, se elevó, muy arriba, y luego dio la vuelta y se dejó caer con fuerza sobre la cabeza de su dueño. El trol se balanceó y cayó boca abajo con un ruido que hizo temblar la habitación.