La habitación siguiente estaba tan oscura que no pudieron ver nada. Pero cuando estuvieron dentro la luz súbitamente inundó el lugar, para revelar un espectáculo asombroso.
Estaban en el borde de un enorme tablero de ajedrez, detrás de las piezas negras, que eran todas tan altas como ellos y construidas en lo que parecía piedra. Frente a ellos, al otro lado de la habitación, estaban las piezas blancas. Harry, Ron, Hermione y Lyra se estremecieron: las piezas blancas no tenían rostros.
—¿Ahora qué hacemos? —susurró Harry.
—Está claro, ¿no? —dijo Ron—. Tenemos que jugar para cruzar la habitación.
Detrás de las piezas blancas pudieron ver otra puerta.
—¿Cómo? —dijo Hermione con nerviosismo.
—Creo —contestó Ron— que vamos a tener que ser piezas. Se acercó a un caballero negro y levantó la mano para tocar el caballo. De inmediato, la piedra cobró vida. El caballo dio una patada en el suelo y el caballero se levantó la visera del casco, para mirar a Ron.
—¿Tenemos que unirnos a ustedes para poder cruzar?
El caballero negro asintió con la cabeza. Ron se volvió a los otros dos.
—Esto hay que pensarlo —dijo—. Supongo que tenemos que ocupar el lugar de tres piezas negras.
Harry, Hermione y Lyra esperaron en silencio, mientras Ron pensaba. Por fin dijo:
—Bueno, no os ofendáis, pero ninguno de vosotros es muy bueno en ajedrez
—No nos ofendemos —dijo rápidamente Harry—. Simplemente dinos qué tenemos que hacer.-En todo el tiempo que había pasado Lyra no había hablado, estaba atenta a cualquier cosa rara.
—Bueno, Harry, tú ocupa el lugar de ese alfil, Lyra, ponte ahí, en lugar de esa torre, Hermione ponte al costado de Lyra.
—¿Y qué pasa contigo?-preguntó Lyra
—Yo seré un caballo.
Las piezas parecieron haber escuchado porque, ante esas palabras, un caballo, un alfil y una torre dieron la espalda a las piezas blancas y salieron del tablero, dejando libres tres cuadrados que Harry, Ron, Hermione y Lyra ocuparon.
—Las blancas siempre juegan primero en el ajedrez —dijo Ron, mirando al otro lado del tablero—. Sí mirad.
Un peón blanco se movió hacia delante.
Ron comenzó a dirigir a las piezas negras. Se movían silenciosamente cuando los mandaba. Confío en Ron lo e visto muchas veces jugar, creo que vamos a poder ganar...
—Harry muévete en diagonal, cuatro casillas a la derecha.
La primera verdadera impresión llegó cuando el otro caballo fue capturado. La reina blanca lo golpeó contra el tablero y lo arrastró hacia fuera, donde se quedó inmóvil, bocabajo.
—Tuve que dejar que sucediera —dijo Ron, conmovido—. Te deja libre para coger ese alfil. Vamos, Hermione.
Cada vez que uno de sus hombres perdía, las piezas blancas no mostraban compasión. Muy pronto, hubo un grupo de piezas negras desplomadas a lo largo de la pared. Dos veces, Ron se dio cuenta justo a tiempo para salvar a Harry y Lyra del peligro. Él mismo jugó por todo el tablero, atrapando casi tantas piezas blancas como las negras que habían perdido.
—Ya casi estamos —murmuró de pronto—. Dejadme pensar dejadme pensar.
La reina blanca volvió su cara sin rostro hacia Ron.
—Sí —murmuró Ron—. Es la única forma tengo que dejar que me cojan.
—¡NO! —gritaron Harry, Hermione y Lyra al mismo tiempo.
—¡Esto es ajedrez! —dijo enfadado Ron—. ¡Hay que hacer algunos sacrificios! Yo haré mi movimiento y ella me cogerá Eso te dejará libre para hacer jaque mate al rey, Harry.
—Pero
—¿Quieres detener a Snape o no?
—Ron
—¡Si no os dais prisa va a conseguir la Piedra!
-Ron, por favor, debe haber otra forma-dijo de modo suplicante
-Lyra no hay otra forma...
No había nada que hacer.
—¿Listo? —preguntó Ron, con el rostro pálido pero decidido—. Allá voy, y no os quedéis una vez que hayáis ganado.
Se movió hacia delante y la reina blanca saltó. Golpeó a Ron con fuerza en la cabeza con su brazo de piedra y el chico se derrumbó en el suelo. Hermione gritó, pero se quedó en su casillero, Lyra musito el nombre de Ron y se tapo la boca con las manos. La reina blanca arrastró a Ron a un lado.
Parecía desmayado.
Muy conmovido, Harry se movió tres casilleros a la izquierda. El rey blanco se quitó la corona y la arrojó a los pies de Harry. Habían ganado. Las piezas saludaron y se fueron, dejando libre la puerta. Con una última mirada de desesperación hacia Ron, Harry, Hermione y Lyra corrieron hacia la salida y subieron por el siguiente pasadizo.
—¿Y si él está?
—Él estará bien —dijo Harry, tratando de convencerse a sí mismo—. ¿Qué creen que nos queda?
—Tuvimos a Sprout en el lazo del diablo, Flitwick debe de haber hechizado las llaves, y McGonagall transformó a las piezas de ajedrez. Eso nos deja el hechizo de Quirrell y el de Snape-dije contando con mis dedos
Habían llegado a otra puerta.
—¿Todo bien? —susurró Harry.
—Adelante.
Harry empujó y abrió.
Un desagradable olor los invadió, haciendo que se taparan la nariz con la túnica. Con ojos que lagrimeaban debido al olor, vieron, un trol más grande que el que habían derribado, dirigió sus ojos hacia los chicos
-Ustedes vayan, yo me encargo de el
-Que? no, Lyra te puede matar
-Yo me encargo de el, ve con Hermione
-Pero...-Hermione iba a refutar pero el trol lanzo su maso, separando a Harry y a Hermione de Lyra
-Ella te va a ser mas útil que yo, confíen en mí, ahora váyanse-Termino de decir Lyra para luego agarrar su varita e intentar distraer al trol, cuando los chicos se fueron Lyra pudo seguir atacando.
El trol intentaba aplastarla pero ella corría y decía todos los hechizos que le venían a la mente hasta, primero utilizó un hechizo de luz para cegarlo y luego gritó "Bombarda" utilizó toda su energía para poder derribarlo, la misma energía del bosque volvía a envolver el cuerpo de Lyra y en cuestión de segundos el trol se cayó de espaldas y Lyra se asustó al ver su cuerpo que estaba lleno de esta energía que poco a poco se desvaneció.
En aquel momento dejo de lado sus preocupaciones por que se acordó de Hermione y Harry, iba a pasar la puerta cuando de un momento a otro todo se volvió negro.
ESTÁS LEYENDO
Lyra Grindelwald y La Piedra Filosofal [Editando]
FanfictionLyra es una niña que a vivido toda su vida en un orfanato en donde la tratan mal lo que ella siempre quiso es que algún día pueda ser feliz sin preocupaciones en donde la quieran pero no imagino que en su cumpleaños número 11 un señor le diga que es...