𝘍𝘳𝘰𝘻𝘦𝘯 𝘒𝘪𝘯𝘨

12.

Caminaba por el pasillo con las ojeras más grandes de la tierra.

Mi estómago no paraba de apretarse para luego ensancharse y repetir la actividad anterior.

Mi garganta estaba reseca y mis cabellos despeinados por tantas veces pasarme la mano por él.

No dormí en toda la jodida noche.

Y no, no haciendo lo que creen.

Sufriendo por como enfrentaría a HyunJin el día de hoy. En el bolso escolar llevaba sus ropas envueltas en una bolsa, lavadas e impecables, así me educaron mis padres, si te prestan algo, entregarlo del mejor modo posible. Aunque si fuera por mí, se lo hubiera dado todo lleno de lodo y con alguna que otra maldad más.

Me aterraba, aquel chico se sentaba al lado mía en clases, y debía entregarle las ropas sin que nadie nos vea. Los dos reyes no se hablaban ni para pedirse un lápiz. Y allí me encontraba: en clase, con los ojos perdidos en el pizarrón, mientras la mirada del mayor estaba clavad en mí y se mordía los labios, cada tanto lo miraba de reojo, y no trataba de disimular un carajo.

Muchos podrían pensar lo que realmente pasó, o que está planeando una broma para mí, y eso espero con todo el corazón.

El timbre del receso tocó, levantándome a todas prisas y yendo con Jisu, quien estaba con Chenle y la chica de cabello azul que llevamos a la fiesta, que por casualidad, todos ellos hablaban de ello.

— Hey, Felix. ¿Dónde fuiste? Te estuve buscando por toda la casa de Changbin y no había rastro tuyo. — dijo Lia mientras me agarraba de las manos tiernamente.

— Es gracioso, te estuve buscando por todos lados. Me sentía muy mal y me encerré en uno de los baños a vomitar. — mi tono de voz salió más agudo de lo esperado, el corazón iba a mil por segundo y me aterraba el hecho de que se entere de la mayor mentira del mundo.

— Me podías mensajear inútil. — me regañó, cerrando los ojos y dejando dos tiernas líneas. Soy de lo peor.

— ¡Hyunjin! Maldito loco, te busqué en toda la fiesta y desapareciste otra vez. — gritó Daehwi entrando al salón con los brazos en la cabeza y riendo. — Los rumores dicen que encontraste a alguien y que la cosa se volvió de locos. — me atragante con mi propia lengua.

— Sí, sí, siempre dicen lo mismo y nunca es así. — respondía sin interés alguno.

— Oh no, esta vez no te saldrás con la tuya. — elevó el tono Daehwi. — Una chica que pasaba para, ya sabes, ir contigo, grabó un vídeo de una puerta y se escuchan gemidos, hasta grita tu nombre. – estaba frito. — Mira, esa es la habitación que siempre está cerrada con llave. — ¿cerrada con llave? Ayer en la fiesta estaba abierta, y yo dentro. — Además, se escuchan tus gruñidos piolín, aquellos que tanto pones cuando te va mal en el baloncesto. — gato encerrado.

— Ya, ya, ¿Y qué si me acosté con alguien? No es cosa nueva. — rió con ironía. ¿Por qué su conversación era diez veces más elevada? Jisu miraba con desagrado a los dos chicos que conversaban -gritaban-

— Pobre chica, se acostó con un estúpido. — dijo mi amiga en un susurro. Pobre chico.

— Como sea, Heejin está fuera esperando. — Daehwi dijo eso y Hyunjin se levantó, y encaminó. Pasando por al lado mía, y para ser exacto, pellizco con todas sus ganas mi pierna derecha y salió por la puerta con el mayor.

— ¿Heejin? — dijo la peliazul.

— La chica de la otra división, la famosa "novia" de Hyunjin. — respondió Lia haciendo comillas con sus dedos. — Todos saben que no son pareja ya que el asqueroso ese se acuesta hasta con su abuela.

— La abuela de Hyunjin es linda. — respondió Chenle mientras se levantaba de su asiento -frente a Lia- y salía por la puerta.

— Bueno, Felix, Ryujin, tengo hambre, ¿Qué les parece si vamos a la cafetería? — asentí, mientras la colorada -al parecer llamada Ryujin- sacaba su monedero de su bolso

Han pasado 84 años... dkdkdkd