Y sigue el desmadre!
Advertencia: Lime y Lemon (o intento de lemon)
Nuevamente tiene dibujo de Oni sjkkjsjka pobre, me soporta mis tonteras. Ah, si me este fic y este cap en especial tiene el auspicio del disco Canción Animal de Soda Estéreo(porque los amo y Cerati me puede) y usé una frase de tema Canción Animal al final, se las dejo, porque es di.vi.na.
Día 3, prompt: bondage/ restricción
Día 3: Privilegiado
Movió sus manos con desesperación en un intento patético por liberarse, pues sólo produjo que sus muñecas ardieran y la soga que las retenía se apretaran más a su alrededor. El estrépito de los fierros, donde la cuerda estaba atada, al moverse con brusquedad, atrajo la atención de su captora y la sonrisa maléfica que le dio lo hizo saber que ella estaba disfrutando de aquello.
Tragó saliva con dificultad, la mirada perversa que le estaba dando lo paralizó por completo, pero lejos de asustarlo, lo hizo desearla más. No sabía cuando su dinámica había derivado en esa distorsión, sólo tenía claro que luego de haber terminado su misión juntos, habían vuelto al hotel en que se alojaban y, tras dormir en habitaciones separadas, ella se había colado en la suya.
Y lo que comenzó como una charla casual, terminó con ella rebuscando dentro de sus cosas y sacando la soga que siempre llevaba encima para sus misiones. Y entre besos húmedos y tirones de ropa, terminó sin su camisa para luego ser empujado por las pequeñas manos de ella hasta la cama.
Kochô se había trepado sobre él y, cuando quiso quitarle su ropa, ella tomó sus muñecas con firmeza y las elevó hacia la cabecera. En su ingenuidad, no notó que la joven había tomado la cuerda y, con agilidad, terminó atándolo a la marquesa metálica de la cama.
No importaba cuanto repasara los eventos que lo llevaron a esa situación, sólo sabía que dejó de cuestionarse el asunto cuando la vio, aún sobre él, desvestirse lentamente. No se perdió detalle de cómo las telas abandonaban su cuerpo menudo ni la lentitud intencionada de sus movimientos mientras se deshacía de su blusa.
Tampoco pasó por alto los pequeños movimientos circulares que hacía con su pelvis sobre la suya, ni lo que le estaba provocando a su cuerpo. Tomioka volvió a tironear de la cuerda, en un intento burdo por liberarse y la joven rió de forma melodiosa, sintiéndose poderosa.
Giyuu vio sus senos aplastados por esa condenada venda y frunció el ceño, realmente le molestaba el maltrato al que los sometía al atarlos tan fuertemente con ese trozo de tela, pero la restricción de ella le impedía tocarla.
― Que impaciente, Giyuu-san~― susurró la mariposa, con esa cadencia lenta que a él lo hacía contraer los dedos de sus pies y tensar sus muslos. Le agradaban las facetas desinhibidas de ella, le agradaban tanto que se atrevería a confesar a sí mismo que era un adicto a ellas. A ella ―. Pensé que siempre estabas en calma ― dijo con igual lentitud que antes y Giyuu volvió a tensar las cuerdas al sentir las manos pequeñas y frías de la Hashira recorrer su torso desnudo hasta sus brazos extendidos y unirlas a sus manos atadas, mientras ella inclinaba su pecho sobre su torso y ascendía rozando su piel contra la de él.
Y Giyuu volvió a maldecir el vendaje de su pecho, que lo separaba de la calidez de su piel tersa, pero la boca de Shinobu estaba haciendo estragos en su cuello y en su cordura. Cuando ella succionó su piel con fuerza; provocando un gemido prolongado en él, mientras sus caderas se descontrolaban bajo ella; supo que no había vuelta atrás y que necesitaba a esa mujer de una manera tan animal que le dolía físicamente. Pero ella sólo sabía de crueldad y se rió de su desesperación sin contemplaciones.
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Secreto [GiyuShino]
أدب الهواةShinobu no entendía del amor, menos de sus implicancias físicas. Sólo sabía la teoría que sus libros le enseñaron, pero habían charlas que la alentaron a conocer la práctica y, por cosas de la vida, Tomioka se atravesó en su camino. De cómo ambos te...