Aqui vamos otra vez.

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Hicimos campamento cerca de donde recogimos a Marcus, me encargue de llevar a ambos a un lugar seguro, recogí frutas, alimento, un par de ardillas. Cerque un perímetro y ate latas, de este modo escucharíamos con tiempo si algún caminante se adentrara en nuestro espacio. 

Le había dado vueltas al asunto un buen rato, debía encontrar a Shane. Si ese tipo volvía a cruzarse con alguno de nosotros tenia la impresión de que no nos dejaría con vida. Mire a María y Marcus, la primera recostada sobre una sucia manta, durmiendo, el segundo de igual manera a su derecha. Tome mi daga y la coloque en mi pantalón, ate mi cabello en una cola y agarre mi mochila, me dispuse a salir en silencio.

 Tome mi daga y la coloque en mi pantalón, ate mi cabello en una cola y agarre mi mochila, me dispuse a salir en silencio

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-¿Mia?.- dijo la voz de María entre dormida. Suspire.- ¿A donde vas?-  Se levanto rápidamente y se acerco a mi.

-Tengo que encontrarlo.- Ese hombre era un peligro para todos.

-No sola.- me dijo exasperada.- Déjame acompañarte.-Negue.

-Es algo que yo debo hacer, además alguien tiene que cuidar de Marcus.- Nos giramos a mirarlo, seguía dormido. Ella volvió la mirada a mi.

-Esconderte y dejar que su grupo lo encuentre es lo mejor que puedes hacer.-

-Sobreviví, no tengo que esconderme.- Ella me miro y suspiro, ya me conocía, no podía impedirme hacer lo que yo quería y lo sabia. El silencio reino por unos segundos.

-Cuídate.-

-Volveré.- dije rápidamente.

-Se que lo harás.- Hizo una sonrisa de costado, nos abrazamos y seguí mi camino, mire hacia atrás antes de perderme en el bosque. 

Tome la sangre del caminante que recién había matado y la esparcí por mi piel

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Tome la sangre del caminante que recién había matado y la esparcí por mi piel. Camuflaje natural. Con ese olor ningún muerto se me acercaría y estaría a salvo mientras rastreaba a Shane. Volví a la cabaña donde había estado secuestrada, toque el suelo. Mire la mesa, apoye la mano, pasando un dedo por la superficie. Alguien había estado hace poco. Camine hacia la puerta de atrás pero me detuvo mi reflejo en un pequeño espejo en una de las paredes. Mi cara cubierta de sangre, mi cabello alborotado y mis ojos cansados. Yo había querido hacer esto y no podía dar marcha atrás. Ese hombre había tocado algo en mi y no podía dejarlo pasar, merecía su castigo. Me encontré en la parte de atrás de la cabaña. Huellas. Frescas. Un caminante apareció por el costado pero no pareció notarme. Seguí mi camino.

Habían pasado dos días desde que comencé a rastrear a Shane. Estaba cerca, lo sentía. Había dormido en arboles y comido unas pocas bayas pero mis ganas de encontrarlo eran mas grandes. Le eche otra mirada a una pequeña casa hecha de chapa, todo indicaba que alguien estaba dentro, o por lo menos cerca. La había observado por ya cinco horas, esperando que alguien saliera pero nadie lo había hecho. Mi cara y cuerpo aun seguían cubiertos de sangre, la había renovado por la mañana. 

Algo en el aire me puso alerta. Un ruido de hojas secas se escucho detrás mío. Me gire.

-No de vuelta hijo de puta.- Shane estaba por golpearme con una pala. Me moví rápidamente  hacia el costado, pateándolo en las costillas. El largo un alarido, soltando la pala, pero se volvió con la misma velocidad y me golpeo en la cara. El golpe me desestabilizo. Mierda, debería haber comido algo mas que solo bayas. Choque contra un árbol mientras Shane se abalanzaba contra mi. Ambos caímos al  suelo. La tierra se metió en mis ojos haciendo que estos ardan. Sus manos tomaron mis muñecas pero reaccione rápido, golpeándolo en la entrepierna. El se tiro a un costado adolorido. 

-Maldita.- solto.

Busque mi cuchillo en el suelo con la visión un poco reducida. Bingo. Lo tome girándome rápidamente pero el había sido aun mas veloz. Una tajada apareció en mi hombro, la sangre comenzó a mojar mi remera. Me tire sobre el rodando por la pequeña colina. Golpeamos contra una roca, separándonos, lo vi levantarse y meterse en la pequeña casita. Me pare como pude, agarre mi daga entre las manos y me acerque decidida a la puerta, el salió y lo abatí instantáneamente, sin pensarlo. La daga clavada en su abdomen. Un sonido fuerte retumbo en mis oídos, mire mi pierna. Me había disparado. Lo mire confundida, me sentí humillada por no haber notado que llevaba un arma antes. Me separe de Shane, dejándolo con el arma aun puesta en el, cayo hacia atrás golpeándose con la puerta del cobertizo. Me gire en mi antigua dirección. Otro dolor, observe donde antes había recibido un corte, en su lugar vi una flecha.

-¡Daryl!.- escuche una voz masculina a lo lejos.- ¡Alto! ¡No es un caminante!- 

Unas figuras aparecieron en el lugar pero no podía centrar mis ojos en ningún punto. Sentía mi sangre chorreando y la cabeza me daba vueltas. Todo se torno negro. - Aqui vamos otra vez.- pense.

Dark places ( Daryl Dixon )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora