El apocalipsis lleva tiempo en la tierra, los sobrevivientes son cada vez menos y mas alejados, y cuando parece que ya no quedan otras opciones que perder las emociones y limitarse a respirar, los caminos de dos de ellos se cruzan.
Me desperté con la luz del sol entrando por una pequeña ventana, retorcí las sabanas blancas con mi mano, me encontraba en un colchón demasiado cómodo para ser real, me estire sonriendo, un fuerte dolor en mi hombro me hizo recordar. ¿Sabanas? ¿Un colchón? ¿Dónde estaba?-
-Tranquila, estas a salvo.- una voz masculina hizo que me girara. Daryl estaba posado en el marco de la puerta de la habitación. La figura del arquero me alivio por algún motivo.
-¿Shane?- le pregunte.
-Ya no tienes que preocuparte por el.- dijo y mire para abajo. Estaría muerto, supongo.- No le diste muchas opciones.- volví a mirarlo.- Era verdad que irías por su cabeza.-
-Yo no miento, arquero.- enfatice la ultima palabra. El tiro algo parecido a una corta risa pero no lo vi sonreír.
-Lo lamento.- su mirada se torno seria. Lo mire confundida.- La flecha.- observe mi hombro, un gran vendaje lo tapaba, comencé a recordar los segundos previos a desmayarme.
-¿Fuiste tu?.-
-Estabas hecha un desastre.- intento justificarse.- Pensé que eras un caminante.- reí indignada.
-¿Voy por el tipo malo y recibo una flecha?- Se encogió de hombros.- Esta bien, debo reconocer que tenia mal aspecto.- ¿Acaso estaba teniendo una conversación normal con Daryl? Parece que haber encontrado a Shane había hecho que baje la guardia. Las primeras veces que lo vi parecía que iba a escupirme si me atrevía a hablarle.
-Hershel curo tus heridas.- hizo una pausa.- El vendrá a chequearte en unas horas. Asentí.- Descansa.- dijo y desapareció por la puerta. Intente cerrar los ojos y volver a dormirme. Mi cuerpo seguía muy adolorido y necesitaba recuperar fuerzas.
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Esta vez me levante sobresaltada. Había olvidado por completo a Marcus y a María, le había dicho que volvería y no sabia cuanto tiempo había pasado exactamente desde que comencé a rastrear a Shane. Me levante como pude de la cama, provocando que el dolor en mi hombro me tirara al suelo. Rezongue pero logre ponerme de pie, tome mis pertenencias que se encontraban en una silla al costado de la cama. Le diría gracias al arquero mas adelante, tenia que volver con mi grupo, camine por el pasillo de la cabaña en la que me encontraba, sosteniéndome con la mano sobre la pared, estaba increíblemente débil. Llegue a la cocina y me encontré con un anciano. El me observo curioso pero sin temor.
-¿Mia? Soy Hershel, te recomendaría que vuelvas a la habitación, no estas en buen estado.-
-Aprecio mucho que me hayan ayudado, pero tengo asuntos que atender.- dije sin dejar de sostenerme con la pared. El señor me miro con pena.
-Lo que sea que debas hacer, puede esperar.- El se había parado con intención de ayudarme pero me acerque decidida.
-Hershel, por favor, córrete.- lo mire desafiante, no iba a lastimar a alguien de su edad pero nadie se interpondría en mi camino. Se movió a un costado.
-No iras muy lejos en esas condiciones, Mia.-
-Lo descubriremos.- me gire antes de salir por la puerta.- Gracias.- Cerré la puerta tras de mi y camine rengueando, estaba tan ocupada pensando en el flechazo del hombro que olvide el tiro que recibí en la pierna.
-Ey ¿Pero que haces?- Daryl apareció de entre los arboles consternado por verme afuera de la cabaña.
-No vas a detenerme.- le dije caminando hacia su otra dirección, apoyándome en lo que podía para ayudarme a caminar. Daryl tiro la soga llena de ardillas que traía y se puso en frente mío.
-Tu herida no esta curada y me han puesto a cuidarte.-
-Dile a tu grupo que estoy agradecida.- Lo intente correr pero perdí el equilibrio y termine casi cayéndome. El me aferro contra la pared de la cabaña. Nos miramos. Podía sentir su respiración cerca mío. Sus ojos azules pasando de mis ojos a mi cuello -Tengo gente que cuidar.- le dije esta vez mas calmada, rompiendo la tensión.
-A la mierda.- soltó mis manos y se dio vuelta. Mire mi pierna, la sangre había vuelto a hacer presencia y necesitaba un cambio de venda. Un ruido de motor me hizo levantar la mirada. Daryl estaba sobre su flamante moto.
-¿A donde vas?-
-A traer a tu gente.- arranco rápidamente, dejándome allí parada.
Bueno este capitulo es cortito pero el próximo va a ser largo, lo prometo, espero que les este gustando, Daryl y Mia se están acercando muuuuuuy de a poco, pero quería ser realista con como es el. Gracias por leer y votar <3 me dan ánimos
