Un nuevo comienzo

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Primero me salva de un caminante, luego no me mira, luego cumple su promesa trayendo a mi amigo a salvo, pero dice claramente que no nos quiere en su grupo, después se encarga de cuidarme, y cuando intento volver con mi gente se fastidia pero ¿los va a buscar? Puedo catalogar a Daryl como una persona bastante peculiar. Su comportamiento iba de ignorar totalmente a preocuparse totalmente, sin punto medio. No puedo negar que me ayudo en pocos días con mas cosas de las que le había agradecido. Aun no se como comportarme con el, definitivamente no es un enemigo pero aun es muy pronto para catalogarlo como amigo, me parece buena persona. Algo que si podía decir es que era cautivador su agilidad con el arco, y sus ojos...

Me distrajo Hershel acomodando mi venda. Cuando el arquero se fue y me dejo parada, no me quedo otra opción que hacerme cargo de mi comportamiento y volver a la cabaña, el anciano seguía ahí, me disculpe con el y le explique mi situación mientras rebuscaba en su botiquín medico. ¿Un cazador y una persona con conocimientos médicos en un apocalipsis? Me había topado con una mina de oro. No quería ni imaginarme como seria el resto de su grupo. Por ahora solo había visto hombres, lo que me inquietaba, la falta de presencia femenina solo puede traer cosas malas. Aunque ese tal Rick, el parecía buena persona, no había sido mas que educado con mi grupo.

-¿Así que tu capturaste a Shane?.- Hershel me dedico una pequeña sonrisa.- Parece que no te dejas intimidar fácilmente.- 

-No podía dejar que se encontrara con otras mujeres.- El asintió coincidiendo.

-Escuche lo que te hizo.- No quito la mirada de la venda de la pierna, mientras la acomodaba.- Si pensara que algo así le podría pasar a mis hijas también iría por el.- Le di una sonrisa triste, aunque parecía de gran edad no dudaba que pudiera protegerse.

-¿Tienes hijas entonces?-

-Si, dos, y con eso es mas que suficiente.- Rio.- Maggie y Beth.-

-Deben ser muy amables.- dije y vi amor en su mirada.

-Lo son.- termino de colocar la gasa y puso sus dos manos en sus rodillas, mientras se separaba levemente de la cama donde yo estaba recostada.- Tal vez llegues a conocerlas, si te sigues comportando de esta manera.- Mire avergonzada mis manos.

-No creo que el ballestero nos quiera en su grupo.-

-¿Daryl? Es un distante pero he logrado conocer su lado gentil, es un buen chico, y si me has dicho que fue a buscar a las personas que están contigo.- Levanto sus cejas.- No debes caerle tan mal como piensas. Además, el concejo es el que decide.-

-¿Concejo?- La palabra me dio a entender que el grupo era mucho mas grande lo que pensaba, y de algún modo me reconfortaba que así sea, ¿muchas personas trabajando juntas? podía funcionar. Sabia que Marcus y María encajarían perfectamente, estaría tranquila dejándolos allí mientras cazo. Hershel me sonrió.

-Descansa, con estas heridas tendremos bastante tiempo para contarte como nos manejamos.- Sonreí también, un poco preocupada por la incertidumbre de que pasaría. El medico salió por la puerta, dejándome en la habitación. No tarde mucho en conciliar el sueño. 

 

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Dark places ( Daryl Dixon )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora