Leah

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Llegamos a la que sería nuestra nueva casa, ¡Esto era una mierda! Iba a cambiarme de casa y de escuela, al menos la casa se veía bonita por fuera.

—Comportate por favor —dijo mamá apretándome la mano

—Si, claro —di vuelta los ojos

Tocamos a la puerta y James nos recibió alegre, nos invitó a pasar y fuimos al lindo salón, la verdad la casa era bonita, quizás no sería tan malo quedarnos aquí, mamá estaba hablando algo con James cuando una chica bajó por las escaleras de la mano de un chico, que estaba buenísimo, lo miré atenta pero en ningún momento me dirigió la mirada, sólo hasta cuando estuvieron abajo nos saludó, si que era sexy.

—Hola —¡Ay dios mio! Su voz era la más sexy que haya escuchado jamás, le sonreí, pero no me tomó demasiada atención —Hola señor Graham —se dirigió a James

—Hola Noah —mamá le hizo un saludo con la mano

La chica que supongo será Kaia lo llevó hasta la entrada los seguí con la mirada, Kaia volvió al salón donde estábamos nosotros. Sólo pensé una cosa "Perra"

—Hola cariño —la saludó James

—Hola —lo saludó de vuelta para luego saludar a mi mamá con un beso en la mejilla —Hola Monika

Se quedó parada frente a mi y la miré desafiante, ella me respondió, las cosas aquí no serían fáciles acababa de empezar la guerra. Ella era sólo un poco mas alta que yo y su ropa era un asco ¡Que decir de su cabello! ¿Cómo es que estaba con un chico tan bueno como ese?

—Bueno Kaia esta es Leah —me presentó mamá —Leah esta es Kaia —le sonreí un momento sólo para borrar mi sonrisa un segundo después.
—Mucho gusto — me tendió la mano ¡Já! Quería hacerse la educada, si como no. La ignoré

—Hola —le dije cortante

—Kaia muéstrale a Leah su habitación —le ordenó James

—Muy bien —dijo la perra y me miró mal —¿Quieres que te ayude con eso? —señaló mis maletas. Eso seria perfecto

—Por supuesto —le sonreí y le entregue mis maletas, estaban pesadas, pero ella era manejable, no diría nada —Vamos —le dije y comenzó a caminar, estaba en lo cierto, esta pequeña zorra no sería problema para mi, esta perfectamente manejable.

Dejó las maletas a un lado de la cama y luego salió afuera, al parecer iba a decirme algo, pero no me interesaba, así que cerré la puerta y me tiré en la cama. Era cómoda, observé la habitación, amplía. Luego de descansar un momento me dispuse a revisarla un poco, abrí el armario y detrás de este había una pequeña puerta, no le hice caso seguramente ni siquiera podía abrirse, no me molesté en desempacar seguramente mañana lo haría. Saqué mi celular y me dispuse a escuchar música, estaba en eso cuando me llamaron. Era Daniel.

—Hola bonita, escuché que te cambiaste de casa —suspiré

—Sip, mi casa fue embargada, así que mamá se vino a vivir con su novio —di vuelta los ojos y aún que él no pudiera verme, sabía lo que hacia, rió —  Y encima de todo eso, hay una zorra aquí que me saca de quicio

—Uh.. Eso suena mal ¿Quieres que vaya a verte linda? —sonreí

—Bueno lindo. Cuando quieras

—¿Que te parece mañana?

—Me parece perfecto

—Adiós hermosa —me reí

—Adiós lindo —colgó y me puse a escuchar música nuevamente

Daniel era mi mejor amigo desde que éramos pequeños, lo conocí en la escuela y a pesar de ser tres años mayor iba sólo un grado más adelante del mio, era un imbécil de monumentales proporciones, un mujeriego pero sobre todo un payaso, me hacía reír incluso en las peores situaciones. Sin darme cuenta cuando me quedé profundamente dormida.

Desperté por un ruido que escuché abajo, me moví en la cama y me di cuenta de que había crema batida en mi cuello, puse los pies en el piso y sentí los pies pegajosos.

—¿Pero que mierda? —susurré y miré hacia abajo, mermelada. Fui corriendo al baño y me miré en el espejo ¡MALDITA PERRA! ¡ZORRA MAL PARIDA! tenía toda la cara pintada, tomé algo de agua y me la eché en la cara desesperada ¡NO SE QUITA!

—¡MAMÁ! —grité tan fuerte como pude, no tardó en llegar, abrió la puerta y cuando me vió su cara se puso blanca

—¿Que... Te sucedió? —preguntó y reprimió una risa, la cuál me puso furiosa

—¡ESA ZORRA ME HIZO ESTO! —mamá rió —¡MAMÁ! ¿ESTAS VIÉNDOME? AYÚDAME A QUITARME ESTO —chillé

—Ya, cálmate. Espera —tomé las agua esperando que se quitara ¡NO SE BORRA! juro que mataré a esa perra. Mamá llegó de nuevo con una botella de desmaquíllante y algodón —Calmate,ven —tiró de mi y me sentó en el escusado

—Maldita perra mal nacida —dije mientras mamá untaba desmaquíllante en un pedazo de algodón

—Esa boca jovencita —me retó mamá pasando el algodón por mi cara —Se quita cariño, no te preocupes —untó más para quitarme toda esta mierda de la cara

—Voy a matarla —sisee y mamá rió —¿Qué?

—Bueno, debes admitir que fue muy divertido —frunci el ceño

—No me estoy riendo mamá

Terminó de sacarme todo lo que tenía en la cara y luego me di una larga ducha, mamá fue a limpiar el piso de mi habitación que estaba lleno de mermelada. Esto no se va a quedar así Kaia, la guerra acaba de empezar.

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Holaa!!! Bueno, como muchas pidieron hice el capitulo extra con la versión de Leah, ojala les guste (: Voten y comenten

No olviden que si tienen alguna sugerencia me la hagan saber, eso seria genial. También quiero decirles que si quieren que les dedique algún capitulo me lo digan por mensaje y con mucho gusto. Este capitulo se lo dedica a _barbaritha_

Adiós hermosuras!!!!

No te enamores de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora