Capítulo VIII

6.9K 315 30
                                    

Eran las 3 de la madrugada y yo aún no podía dormir, miraba el techo blanco pensando en sus labios, en sus ojos. Noah repletaba mi mente esta noche, estaba en eso cuando sentí mi celular vibrar, miré la pantalla y era Ellie ¿Por qué está llamando a esta hora? Contesté, pero otra voz habló.

–Kaia tienes que ayudarme —dijo Jess desesperado

–¿Que sucedió? —pregunté asustada

–Es Ellie, esta muy borracha, no se puede mantener en pie y aquí la gente sigue llegando —se notaba que estaba preocupado —yo me ocuparé de ella pero podrías por favor venir y sacar algo de gente, su mamá llegará temprano en la mañana

–Está bien, voy para allá —colgué

Me vestí rápidamente, bajé las escaleras en silencio, "papá me va a matar" pensé y salí. No tardé mucho en llegar, afuera habían muchas parejas besándose, se escuchaba la música retumbar y se notaba que había mucha gente allí dentro, pasé entre medio y subí hacia el cuarto de Ellie, Jess la había recostado en su cama y la estaba arropando, la escena era muy tierna, si no fuera por qué Ellie tenía un fuerte olor a alcohol. Jess despegó su mirada de Ellie para posarla sobre mí.

–Ayudame a sacar toda esta gente, por favor —rogó y asentí

Bajamos rápidamente y yo apagué la música, todos dirigieron su miraba a mí y no una muy agradable por cierto.

–Hmm... ¡Lo siento chicos, la fiesta acabó! —grité para que todos me escucharan

–¿POR QUÉ APAGAS LA MÚSICA? —preguntó una voz femenina desde no sé donde y todos empezaron a insultar, parecían muy enojados

–¡Lo siento, pero esto ya se acabó! —gritó también Jess ayudándome

–CALLATE IMBÉCIL —gritó alguien y se escucharon risas y más insultos, alguien me empujó a un lado y volvió a encender la música, ¡Joder! Ahora ¿cómo se supone que sacaba a todos estos, la mayoría no los conocía y no sé ni como habían entrado

La música se volvió a apagar y se escucho un gran abucheo, miré hacia atrás y allí estaba Lucas ¿Qué? ¿Nos estaba ayudando? Todos lo miraron con atención, esta vez nadie abucheó, ni se oyó ningún insulto, sólo silencio. Golpeó fuerte la mesa, para asegurar la atención de todos, pero ya la tenía hace un rato.

–ME PARECE QUE NO HAN OIDO BIEN —gritó Lucas imponente, yo y Jess sólo lo mirábamos sorprendidos — LA SEÑORITA AQUÍ LES HA DICHO QUE SE VAYAN IDIOTAS ¡LA FIESTA SE ACABÓ! —alzó aun más la voz, se escuchó un gran silencio, pero nadie se movió —¿ME HE EXPRESADO MAL? ¡FUERA!

La gente empezó a irse, ¡mierda! Pero que voz tenía, hasta a mí me había dado algo de susto. Me acordé de Val y empecé a buscarla entre la multitud.

–Ya se fue —me dijo Jess al ver que la buscaba

–Ah —respondí

Cuando la última persona salió por la puerta, Lucas seguía a mi lado con una pequeña sonrisa en el rostro, lo miré incrédula.

–¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué nos ayudaste? —le pregunté aún muy sorprendida

–No estoy muy seguro, pero creo que cuando alguien te hace un favor le dices "Gracias" —respondió con la una sonrisa de autosuficiencia

–Claro, gracias. Pero aún no lo entiendo —lo miré y tenía un moretón como el de Noah pero en el pómulo, justo debajo del ojo. Me sentí algo culpable — ¿Por qué eres bueno conmigo así de repente? —solté y su sonrisa arrogante desapareció

No te enamores de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora