Era temprano y fui al cuarto de Leah, ya que ayer cuando llegó se fue directamente a su cuarto sin decir nada, ni siquiera bajó a cenar y estaba convencida que eso tenía que ver con Daniel. Toque la puerta pero nadie respondió, decidí entrar la vi sentada en el borde de su cama con la cabeza gacha, ni siquiera me miró, avance hacia ella y me senté a su lado pasando mi brazo alrededor de sus hombros.
—Seguí tu consejo, le dije todo lo que sentía por él —me dijo ella sin levantar la vista
—¿Y que te dijo? —le dije casi en un susurro
—Nada, inmediatamente después de decirle todo llego su nueva novia —dijo ella y se le escapó un sollozo
—No será nada importante, tu has dicho que es un mujeriego —traté de calmarla, me miró tenia los ojos rojos
—No entiendes —suspiró — él jamás me ha presentado a ninguna chica como su novia, esta va en serio, lo sé, lo conozco —me tensé y no supe que decir
Leah se metió de nuevo en la cama y se tapó hasta arriba, la escuche llorar, ciertamente no la conocía hace mucho y al principio no nos habíamos llevado muy bien, pero era una buena chica y no se merecía sufrir por un idiota.
—¿Quieres que te traiga algo? —le pregunté
—No, gracias —dijo ella por debajo de las sabanas —estoy bien
Asentí y luego salí de su habitación, bajé a prepararme un café —que por cierto no debería tomar ya que la cafeína me hace mal ¡Pero ya que! —la casa se notaba silenciosa, al parecer nadie estaba levantado aún. Luego de tomar mi café subí a mi habitación y miré la hora en mi celular, las 9:30 am ¿Por qué nadie estaba levantado aún? Papá siempre se levanta temprano, aun que sea fin de semana, fui a su habitación aún en pijama y abrí solo un poco la puerta, ví que no había nadie allí, que raro, no tomé importancia y fui a ducharme y luego me vestí.
Vi a Leah bajar a desayunar mientras yo miraba televisión, me alegró que no se quedara todo el día en la cama por un imbécil, el timbre sonó y fui a abrir. Jess entró sin decir nada y se sentó en el sillón con una cara de preocupación.
—Hola, estoy bien muchas gracias. Claro, adelante —le dije sarcástica mientras iba a sentarme a su lado
—Esto es serio Kai —dijo él
—¿Que pasa?
—Es sobre Ellie
—¿Que? ¡¿Le pasó algo?! — me alteré
—Dios, no —rió
—¡Me asustas idiota! —le pegué en el brazo
—Auch —se quejó sobándose el brazo y di vuelta los ojos
—¿Que pasó entonces?
—Pues.. ella quiere... quiere —me reí
—¿Ella quiere algo mas que besos contigo?
—Exacto
—¿Y te da miedo porque tu eres virgen y ella no? —vi como sus mejillas se prendían en un rojo intenso
—Kai —dijo incomodo
—Jess —le dije imitándolo y reí, él solo me miró mal —Calmate ¿Por qué te cuesta tanto hablar de sexo? —la palabra lo incomodo aún mas
—Callate, no digas eso
—¿Qué? ¿Sexo? —me reí al ver su cara —Ok ¿Cuál es tu problema chico?
—Pues.. ¿Que pasa si no lo hago... bien?
—Hmm.. yo creo que si se aman estará bien tonto —le dije —pero usen condón —sonrió
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No te enamores de mi
Fiksi RemajaA veces tu vida cambia por completo, y pueden existir muchas razones: una situación, un accidente, el dinero, la pobreza, en mi caso lo que hizo que mi mundo se diera vuelta fue una persona.