Escritos del Alma

¿Yo que hice?

Quizás he hablado mucho de ti y ahora surge la duda ¿Que hice yo?

¿En que falle? es algo que también he querido saber pero ni el mismo tiempo me ha dado las respuestas.
Yo solo fui la que te amo sin medida ni condición. Quien solo se entrego a un amor que le brindaste y confió ciegamente en ti.
Aquella que era feliz con un plato de frijoles si era lo único que había.
La que nunca juzgo tu status económico, al contrario me enseñaste muchas cosas, entre ellas a valorar y que no todos poseen lo que yo tengo.

Quien nunca permitió que los perjuicios sociales afectaran, que la test de piel nos definiera. Al contrario era quien siempre te veía guapo en las fotos.
Siempre te admire, era la que decía WOW después de escuchar como te fue en el trabajo o como eran tus antiguos trabajos.

Quizás me hizo falta madurar un poco mas para hallarme a tu altura y que me comprendieras. Aun me acuerdo cuando estábamos abrazados y me dijiste que era una niña chiqueada pero que aun así te encantaba. No logre llegar a tu altura tal vez, pero tampoco era una niñata como las demás, quizás eso fue lo que te llamo la atención en mi. Mi rudeza probablemente fue lo que te alejo de mi o mi necedad sobre algunos temas intervinieron para que todo llegara a su fin. Conociste a la chica que era 100% transparente con las personas, quien confiaba en todos, quien demostraba su personalidad aunque esta trajera burlas por quienes la rodeaban. Fuiste el primero y el único a quien conoció esa parte de mi. Solo contigo amaba entrar a la cocina y juntos preparar la comida, esa satisfacción de ayudarte cocinando.
La primera vez fue tan bonita que decidí hacerlo mil veces mas cada que tu me lo permitieras. Claro sabes cocinar, no lo negare. Pero cuando yo te vi batallando en la cocina por primera vez me causo ternura y risa que dije mejor le ayudo por que sino va a incendiar la cocina o terminaremos muriéndonos de hambre. Justo se activo esa conexión que teníamos, que me preguntaste si te podía ayudar por que terminaríamos muertos de hambre no solo nosotros sino tu familia también. Sin pensarlo te ayude, después de eso solo me limite a observarte y dirigirte para que no se te quemara la comida sentada sobre el lavadero. Estás y otras historias de lo nuestro tengo por contar pero tampoco quiero hacerme la víctima, ese no es el motivo de mis escritos. Bien dice el dicho que "el interés tiene pies" ¿Porque siempre soy yo la que tengo que estarte buscando? Si realmente sintieras lo mismo que yo no tendría que ser la única en salir corriendo y buscarte.
Quizás estés invadido de miedos y dudas al igual que yo y por eso estamos como estamos cada quien por su lado, pero la vida es para correr riesgos y una vez ya lo corrimos y solo fue un alto en nuestro cuento.
¿Por qué no podríamos continuar con cuento?