Capítulo IX

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N/A: Este capítulo se me salió de la manga, se supone que lo iba a publicar después de otro que tengo preparado pero la tentación me ganó, perdón, amo imaginarme a los hijos de Azul ¿?. Habrá muchas notas al final.

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Hogar

FloydxAzulxJade Mpreg

-Claro, podemos consultar con el almacén y aumentar el pedido en esta ocasión.

La voz del pulpo era suave y complaciente, transmitiendo una sensación de tranquilidad al cliente aunque su mente estuviera llena de cálculos y considerando las posibles consecuencias de las acciones en aquel negocio, llevaba 30 minutos resolviendo el desastre provocado por el dueño y estaba seguro que a futuro tendría que tratar con el proveedor molesto, el solo pensamiento le daba dolor de cabeza, no obstante, lo que más sacaba a relucir su irritación fue que eran tan descarados como para invadir a su casa en horas inadecuadas, mínimo tuvieron la decencia de avisarle, si este no fuera un negocio importante, desplazaría las responsabilidades a alguien más, aunque a él siempre le gustaba tratar esos asuntos de primera mano, era muy receloso con su trabajo.

Pero...

Sus ojos se desviaron sin querer a su reloj, siguiendo el pasar de las manecillas mientras fingía anotar algunos detalles que ya se encontraban almacenados en su mente, había tardado demasiado con aquella negociación (principalmente por lo muy hablador que era su cliente aunque, no se quejaba de su trato cordial aunque sospechoso) y el asunto pendiente que había relevado estaba por llegar, solo esperaba que no lo interrumpieran pero, conociendo a esas dos personas, no dudarían en buscarlo.

-Perfecto, entonces los productos deben llegar el día 16 de este mes, de todos modos, le proporcionaremos un número de guía para que esté al tanto del transporte, más adelante podemos efectuar el chequeo de calidad.

Con una sonrisa fingida, terminó de colocar los últimos detalles al acuerdo y extendió el contrato a la persona que tenía en frente, tal vez hubiera podido disfrutar de esa satisfacción si no tuviera tanta prisa.

-Gracias Ashengrotto-san, la casa Erthing siempre reconoce su buen trato, su compañía siempre nos deja satisfechos, incluso en las situaciones adversas son los únicos que dominan los problemas de forma adecuada y rápida, se adaptan con facilidad-Las palabras de la persona eran dulces pero Azul solo endureció su expresión cordial, no soportaba tanto los halagos cuando no se encontraba de humor aunque su orgullo creció al escuchar la buena imagen que tenían sus clientes de sus capacidades.

-Al contrario, es honor que nos permitan trabajar con ustedes.

Una sonrisa por parte del cliente fue suficiente para confirmar el cierre del negocio y pasar a las firmas, con esto, faltaba poco para poder retirar a aquel individuo de su casa, justo a tiempo hacerse cargo de "otros" asuntos.

-Bien, con esto quedamos en sus manos.

Con un aire de satisfacción el hombre mayor le extendió el papel y casi se lo arrebata, pero logró controlar sus movimientos y lo tomó con cuidado, metiéndolo en una carpeta que trajo previamente.

-Cuidaremos bien de la casa Erthing, como siempre.

Estrechando sus manos por un negocio bien hecho, Azul observó con entusiasmo como el varón se levantaba para irse pero, justo cuando se hallaba por abandonar el sillón, escuchó el sonido de la puerta, sabía que no debió hacer los negocios en la sala pero estaba tan desesperado por terminar aquello que pensó que se saldría con la suya, aunque su despacho tampoco hubiera evitado que tal encuentro ocurriese.

En el momento que volvió la mirada a su cliente, este ya estaba centrado en la fuente del sonido y esta, le regresaba la atención fijamente, un par de ojos heterocroma ticos que sabía que se hallaban analizando la situación y comunicándose en silencio.

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