Capítulo IV

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Mafia AU/Omegaverse

Extras

Extra Uno:

Cuando Azul regresó al instituto tuvo miedo, verdadero miedo, sin embargo ese día su madre le preparó su desayuno favorito y a pesar del trabajo su padre se aseguró de llevarlo, el camino fue pacífico y justo antes de entrar notó que los gemelos lo esperaban en la puerta con una sonrisa. Con una mirada rápida a su padre notó que a diferencia de lo que esperaba, este se encontraba relajado y solo saludó a los gemelos con una mano antes de regresar por donde vino, mientras tanto, ambos gemelos se colocaron a sus costados y nadaron junto a él.

"Bienvenido Azul"

Los escuchó decir mientras entraban y cierta calidez lo recorrió, por un momento quiso detenerse y cuando estuvo ante la puerta del salón, temió en entrar pero, ambos gemelos estaban preparados y casi lo empujan adentro.

Una vez ahí, cuando enfocó su vista pensó que todos lo mirarían con odio pero, a diferencia de lo esperado, todo parecía transcurrir normal, su maestra aún no llegaba y sus compañeros siguieron en lo suyo, incluso cuando pasó junto a los matones notó sus heridas, algunas aún se estaban curando después de todo ese tiempo, además notó las cicatrices, si a Azul y a los gemelos les había ido mal, a ellos peor, incluso uno se atrevió a mirar a Azul pero rápido regreso la mirada cuando los gemelos lo voltearon a ver de forma amenazante y entonces Azul supo que algo habían hecho.

También se sorprendió cuando notó que ahora, los asientos de estos estaban justo detrás suyo por lo que podían platicar cómodamente y a su lado, ya no compartía escritorio con nadie lo cual le daba más libertad a sus tentáculos, todo era tan extraño pero al mismo tiempo, tan cómodo, natural. Sin embargo esa paz no duró mucho pues en el descanso fue convocado a la oficina del director pero por extraño que parezca, los gemelos lo acompañaron con una sonrisa, fue ahí donde supo que todo estaría bien.

El proceso fue sencillo, una que otra pregunta ahí y allá y el testimonio de Azul fue muy concreto, incluso se enteró que los matones que orquestaron todo aquello fueron expulsados de la escuela, dejándolo con una cara de asombro, asi, cuando salió de la oficina, los gemelos se encontraban esperándolo.

Fue como supo que a partir de ese momento las cosas serían diferentes, todo sería diferente y ya desde ese momento...ya no tuvo miedo.

Extra dos:

El señor Leech se encontraba nadando junto a sus hijos en dirección a casa, era escoltado por guardaespaldas que lo seguían de cerca pero les había pedido que se mantuvieran a distancia para que así pudiera acompañar a sus hijos cómodamente sin que estos notaran su presencia aunque ellos eran muy inteligente y no tardaron en darse cuenta, aun asi, eso no era lo que sorprendía al señor Leech, lo que lo mantenía tan callado era que se encontraba prestando atención a lo dicho por sus hijo pues, desde que salieron del restaurante de los Ashengrotto ambos no paraban de comentar acerca de su encuentro con el hijo de estos. El mas entusiasmado era Floyd, que, a pesar de mantener una apariencia aburrida, había un brillo diferente en sus ojos y no dejaba de comentar sobre el encuentro de manera discreta.

"Jade, el restaurante de los Ashengrotto era muy grande ¿No lo crees?"

"Coincido Floyd"

"Adentro había cosas muy interesantes ¿Verdad?"

"Si, bastantes, unas más que otras"

Asi se desenvolvía la conversación de sus descendencias, nunca mencionando el nombre del joven Ashengrotto pero no dejaban de hablar del sitio que acababan de visitar y de sus maravillas. El padre solo escuchaba, sonriendo por la forma extraña en que sus hijos parecían entender el mensaje oculto, teniendo precaución de ocultar su interés debido a que conocían a su padre y sabían las consecuencias que podían desencadenar mostrar sus sentimientos, sin embargo, al ser niños, no podían ocultar su curiosidad, ni su lengua para comentar sobre el tema.

"Asi que"- Comenzó y el silencio no se hizo esperar, sus hijos parecieron congelarse – "El hijo de los Ashengrotto les llamó la atención"

Aquella era una afirmación y los gemelos sabía que su padre sabía sobre su interés, asi que no valía la pena ocultarlo, sin embargo, a diferencia de la reacción que el mayor espero de ambos gemelos, se quedaron callado por un segundo, compartieron una mirada, siempre tan precavidos ante su padre pues conocían sus artimañas, y a los pocos segundos ambos sonrieron, mostraron esa fila de dientes afilada que demostraba que ambos tenía algo entre manos, una nueva diversión, de lo que eran capaces.

"Papá es muy curioso"

"Sin duda, pero solo podemos decir que es un pulpo interesante"

"Se ve apetitoso"

"Y sus contratos igual"

"Su magia única podría ser de uso"

Y así el dialogó concluyó, el mayor solo escuchó atento mientras avanzaba y una sonrisa, tan parecida a la de su estirpe se marcó en su cara. Como siempre sus hijos ocultaban su interés tras un aspecto desinteresado, en busca de beneficio y enfocada a los negocios, sin embargo se les olvidaba que él era su padre y no podían engañarlo, así que, por una vez, iba a complacerlos, iba a jugar sus cartas, al parecer, estas relacionado con lo Ashengrotto podría traer beneficios a la familia además, si había un nuevo juguete que aquellos querían tener, ¿No sería irresponsable de su parte no recompensar a sus hijos después de sus avances? Todos los niños necesitaban una motivación.

Asi la familia de las anguilas avanzó hacia su casa, con un nuevo interés. La familia Ashengrotto no sabía lo que les esperaba.

Curiosidades:

-Los gemelos toman supresores para inhibir su celo, sin embargo le han insinuado a Azul que quieren compartir un celo con él. Azul siempre se ha negado diciendo que no es un omega pero en secreto tiene guardado una pócima que le permitirá emitir olor como uno.

-Los inhibidores de los gemelos son fabricados especialmente por Azul, ya que las morenas sirenas son poco comunes y la creación de su creación es costosa. Al principio su padre lo pagaba, pero sabían que Floyd no quería tomarlos debido a su mal sabor asi que Azul terminó elaborando uno especialmente para ellos (aunque el lo ponga como una deuda más por parte de los gemelos).

-El celo de los gemelos llega al mismo tiempo.

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