En vísperas de la muerte de un gran amor (completo) ✔️

Capítulo uno

El joven escritor salió presuroso del taxi que lo había trasladado a ese punto de la ciudad desde el aeropuerto, pagó al chófer e inmediatamente camino hasta detenerse frente al portal de un templo evangélico.

Saul vestía ropa ligera, sin embargo sentía calor, el corazón le latia con fuerza y las palmas de sus manos transpiraban, estaba nervioso, miró su reloj : las ocho y cuarto de la mañana; aspiró profundamente el cálido aire matutino, abrió el portal y penetro en el patio dirigiéndose hacía la pequeña habitación donde vivía el pastor Santiago Robles, su padre adoptivo.

Santiago Robles nacido en el interior del país, de familia humilde vivió y se crió en las minas, trabajó desde niño rescatando metales y apilando piedras. Poco disfrutó de su infancia y pronto le llegó la adolescencia adentro de las minas junto a su padre y juntos también gastaban su mísero salario en la única distracción que tenían en el pueblo... El alcohol.

Cierto día cuando había tocado a su fin una nueva jornada de trabajo llegó al pueblo un predicador evangélico, este hombre era alto, robusto y su piel se mostraba pálida a causa del frío reinante, vestía impecable aunque modestamente; por el acento de su voz dedujeron que se trataba de una persona oriunda del oriente del país.

Esa noche mientras escuchaba al predicador supo que deseaba ser como él, se convirtió y decidió cambiar el estilo de vida que entonces llevaba, cuando anunció a sus padres la decisión que había tomado lo tomaron por demente y su padre lo expulsó de la casa.

Él comprendía que en su hogar jamás llegará a ser aquello que se propuso.

Al otro día, cuando apenas comenzó a clarear, entró a la casa sin hacer ruido y recogió sus pertenencias, su padre aún dormía, pero su madre ya estaba de pie atizando carbón en la boca de la estufa, se despidió con un beso en la frente.

Siete años después le comunicaron la muerte de ambos en un derrumbe, sus otros hermanos le ignoraron y no supo más de ellos.

Esa misma mañana fue bautizado en una fría bañera improvisada, desde aquel día Santiago viviría por la fe, luego consultó con el predicador si podía acompañarle ya que en el pueblo no tenía un hogar ni nada que hacer, el evangelista no puso objeciones y viajaron hacia Santa cruz de la Sierra; el oriente del país.

Poco a poco se habituo a esa nueva cultura, ingreso a un seminario teológico donde se consagró como pastor.

Los años pasaron rápidos y vertiginosos, nunca se casó y por ese motivo no tenía hijos propios; este hombre de aspecto bondadoso y carácter paternal tomó la responsabilidad de criar y educar a Saul, que había quedado huérfano desde que en un trágico accidente murieran sus padres, la madre no tenía parientes solo el padre, pero estos lo cedieron legalmente al pastor Robles, estaban muy viejos para criarlo.

Saul siempre supo que el pastor no era su verdadero padre, pero le quería como si lo fuera realmente, por ese motivo nunca quizo indagar sobre su verdadero origen, llevaba el apellido de su padre adoptivo y todo lo demás pasaba a un segundo plano. Hasta este día en el que el pastor Robles siendo ya viejo y presintiendo su muerte llamó al muchacho desde donde se encontraba.

Saul Robles comenzó escribiendo poemas y cuentos. A los diez y siete años escribió su primera novela resultando ganador en un concurso literario nacional.

Desde entonces se había perfilado como un escritor nato (autodidacta por excelencia), con una imaginación rica y sin límites.

Ahora tenía veintiún años y varias publicaciones atestiguaban su talento natural.

Saul se encontraba en el interior del país promocionando su más reciente novela, cuando recibió vía teléfono el llamado del pastor.

Tomó el primer vuelo por la mañana. La noche anterior no pudo consiliar el sueño pensando en lo que le puede estar sucediendo a su padre, sabía que tenía problemas con su corazón. Dos años atrás sufrió un infarto —casi mortal —, que lo dejó inhábil por algunas semanas.