Capítulo 28: Te necesito.

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POV FELIX

- La entiendo señora Manchego, pero entiéndame usted a mí, son gatos, no le puede pedir la custodia de unos gatos a su ex marido. -le repetí por novena vez a mi último cliente.

- Esos gatos son toda mi vida. -sentenció.

- Lo intentaré, pero no le prometo nada. Adiós. -Me despedí sin esperar que se despidiera, alguien me llamaba desde que comencé a hablar con ella.

- Hyunjin, siento no haber llegado aún, pero sabes que tengo mucho trabajo. -me excusé contestando al teléfono.

- Lo sé, pero llega rápido por favor, no puedo más con tu gato, me odia. -gimió quejándose de Bigotes.

- Estoy a una calle de casa, ya casi llego. -informé. - Y no te odia, digamos que te tiene un cariño... especial -hice una pausa-, sí, esa es la palabra.

- Sobre eso... tenemos que hablar.

- Cuando llegue a casa. Creo que ahora no es momento para hablar de eso -le interrumpí.

- Solo quería decirte que...

Escuché el sonido de mi móvil hacerse pedazos, antes de que yo impactara contra el suelo porque alguien me había empujado contra éste.

Abrí los ojos, cerrados al impactar contra el suelo, y me encontré con la mano de un chico con aproximadamente la misma edad que yo. Le cogí la mano y estiró para ayudarme a levantarme.

- ¿Estás bien? -preguntó con un tono de preocupación en la voz.

- Sí, claro. -respondí sin entender del todo la pregunta- ¿Qué ha pasado?

- Parecías tan adentrado en la conversación que tenías por teléfono que no pareciste darte cuenta de que el semáforo estaba en rojo y que te estaban a punto de atropellar. -se agachó para coger mi móvil del suelo- Siento lo del móvil.

- No importa el móvil. -dije sonriéndole y cogiendo el móvil totalmente hecho pedazos- Gracias por salvarme.

- No es nada, pero lo del móvil... déjame que te invite a cenar para compensarlo -dijo con una sonrisa ladeada; era guapo, muy guapo, pero sus sonrisas de lado no se parecían ni de lejos a las de Hyunjin.

- Ahora es cuando viene mi novio y te pega una paliza por invitar a su novio a cenar. -reí y al notar que mi frase carecía de realidad, rió conmigo.

- Muy celoso tu novio, ¿no? -Asentí riendo- Entonces, ¿qué dice tu novio de lo de esta noche?

- Parece bastante de acuerdo.

- ¿Entonces en el restaurante 'Al Capone' a las nueve? -preguntó, diciendo de quedar en un restaurante italiano que quedaba a unas calles de allí.

Fijé mi vista en alguien que se acercaba lentamente pero que se le veía bastante agitado, como si hubiera estado corriendo.

- Perfecto. -me acerqué y le di un beso en la mejilla- Gracias -agradecí, me sonrió de vuelta, mientras empezaba a caminar hacia donde quiera que fuera antes de salvarme de morir aplastada.

- Por cierto -dijo girándose-, me llamo Jordi.

- Felix. -me presenté, sonrió y volvió a reanudar su marcha.

- ¿Quién era ese? -preguntó Hyunjin a mis espaldas.

- Gracias por preguntar si estoy bien, eres muy atento, todo un encanto. -ironicé girándome.

- He venido corriendo hasta aquí porque estaba preocupado, pero ya veo que estabas muy bien. -bufó dando a entender que me había visto tonteando con Jordi y comenzando a andar hacia casa- ¿Quién es?

- Me he entretenido mientras hablaba contigo, he pasado el semáforo en rojo y él me ha empujado a la acera para salvarme.

- Ah. -contestó cortantemente.

- Me ha invitado a cenar esta noche. -comenté y me puse a su altura.

- Bien. -masculló sin ninguna expresión en el rostro. - Antes te quería pedir algo muy importante.

- Dime. -contesté ignorando, igual que, los últimos comentarios de la conversación.

- ¿Me enseñarías a cocinar? -preguntó tímidamente antes de que yo comenzara a reír a carcajadas.

***

- Me niego a ponerme eso. -sentenció Hyunjin señalando el delantal que le estaba obligando a ponerse.

- Eres insoportable.

- Está bien -dijo rendido- me lo pondré.

***

- Bien, ahora pones el fuego en cinco -instruí, se podía decir que incluso no se le daba tan mal. - Esperemos unos minutos a que se haga la pasta.

- Por fin descanso. -exclamó, negué con la cabeza, divertida.

- Hyunjin. -lo llamé; se giró para mirarme y asintió con la cabeza para que continuara. - ¿Dijiste en serio lo de que era especial? -pregunté mirándole a los ojos.

- Esto ya ha estado mucho tiempo, ¿no? -preguntó evadiendo mi pregunta y acercándose a ver si la pasta ya se había hecho.

- Hyunjin. -exclamé mientras me colocaba en el estrecho espacio que había entre el cuerpo de Hyunjin y la cocina.

- ¿Irás a esa cena esta noche? -preguntó a escasos centímetros de mis labios.

- Siento interrumpirlos chicos. -dijo Teresa irrumpiendo en la sala.

Hyunjin y yo nos separamos.

- No interrumpes nada, solo estaba enseñando a Hyunjin a cocinar. -expliqué.

- Cariño, me tienes que decir cómo lo has convencido para que se ponga ese delantal. - rió Teresa.

- No creas que ha sido tan difícil. -comenté. -Bueno, me voy a cambiar, tengo una cena de trabajo. -me despedí, no sin antes mirar la cara que ponía Hyunjin al escuchar mis palabras.

- ¿Quieres que te acompañe? -preguntó el susodicho con una sonrisa maliciosa.

- Oh, no -dramaticé-, así mis compañeros de trabajo se van a enamorar perdidamente de ti y me van a robar el novio. -dije acercándome a él para colocarle bien el cuello de la camisa y darle una imagen afectiva al momento.

- Sabes que no te cambiaría por ninguno. -musitó mirándome a los ojos y sabiendo que aquellas palabras tenían mucho más significado del que queríamos reconocer.

- Ni yo a ti por ninguno. -repuse, Hyunjin me cogió por la cintura y me besó con toda la lentitud que era posible para que ese momento fuera eterno.

- No lo beses. -susurró en mi oído.

- Que graciosos eres Jinnie. -exclamé riendo para disimular estos últimos segundos frente a su madre- Ahora sí que me voy a preparar. -me despedí de ambos y subí escaleras arriba para prepararme para la cita con Jordi.

***

- ¿A qué te dedicas? -pregunté.

Acabábamos de terminar de cenar y estábamos en el Starbucks de debajo de mi casa tomando un café a la luz de la luna y las estrellas, algo que puede parecer muy romántico. Pero en aquel mismo momento solo me pareció eso, un café y una noche estrellada como todas.

- Salvo a chicos preciosos de ser atropellados por coches. -reí.

- Seguro que eso se lo dices a todos. -sonreí.

- No, solo a los que son tan hermosos como tú. -murmuró envolviendo mi cintura con su brazo izquierdo y dirigiendo su mano derecha a mi mejilla.

¿Realmente quería que me besara? No, pero este chico era la única manera de olvidar a Hyunjin. ¿Mezquino?, sí, pero necesario también.

- Felix, siento interrumpir. -se disculpó un Hyunjin saliendo de la nada, con cara de preocupación. Su interrupción provocó que Jordi y yo nos separáramos de golpe. - Mi madre se ha desmayado, es grave, te necesito.

Don't forget me/No me olvides~HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora