POV HYUNJIN
Me estaba besando, el a mí y no al revés. Tardé unos segundos en reaccionar cuando sus labios estallaron en los míos, pero en cuanto me inmuté no existía nadie más que nosotros dos. Este maldito chico tenía la increíble capacidad de transportarme a otro mundo y dejar mi mente en blanco cuando nos besábamos, haciéndome sentir muy liviano, como si flotara.
Caminamos frenéticamente en busca de una pared en la que apoyarnos, mientras nos seguíamos besando con ansia, como si esto fuera lo único que nos saciara.
Como siempre, lo hice enrollar sus piernas en mi cadera. Me gustaba que hiciera eso, nuestros cuerpos quedaban más pegados. Envolvió mi cuello con sus brazos, para no caerse y enredó sus dedos en mi cabello. Yo puse mis manos en su trasero para que no se cayera y se lo acaricié apasionadamente, aunque de vez en cuando subía mis manos hasta el borde de su camiseta y las deslizaba por su espalda haciéndolo estremecer.
Seguía buscando la pared, pero con los ojos cerrados y caminando de espaldas no era muy fácil. Además, tenía cosas más importantes en las que concentrar mis cinco sentidos; en especial al que tenía entre manos, literalmente.
Choqué con algo, pensé que era la pared, pero no recordé que nos habían dejado una escalera para pintar el techo y que habíamos dejado el bote de pintura en ella. Al escuchar que la escalera caía sobre nosotros abrimos los ojos y paramos de besarnos, Felix puso las piernas en el suelo y yo lo cubrí para que no le cayera pintura encima.
- ¡Mierda! -Exclamé al sentir como la pintura caía por mi rostro.
- Pintura Hyunjin, pintura, no mierda. -Dijo riendo.
- No le veo la gracia, la próxima vez dejo que te caiga a ti toda la pintura. -Agregué. - ¿Cómo voy a ir hasta mi casa con esta ropa? -Pregunté alarmado.
- Ven a ducharte a mi casa, está aquí al lado, ya sabes. -Contestó.
Dejamos todo tal y como estaba, prometiendo que mañana volveríamos para acabar con la pintura y comenzar a elegir la iluminación y los muebles.
- ¿Sabes dónde está el baño? -Me preguntó. Negué con la cabeza.
- Siéndote sincero me importa más tu cama, tu sofá, ya sabes, sitios en los que podamos tener algo de diversión. -Aclaré guiñándole un ojo. Me gustaba provocarlo.
- ¿Nunca te cansas? -Inquirió cansado.
- ¿De qué? -Pregunté. - ¿De ser tan atractivo, simpático, interesante, todo un caballe...
- De ser tan egocéntrico. -Me interrumpió.
- No soy egocéntrico, soy realista. -Aclaré. -Cuando voy a comprar preservativos a la farmacia, el farmacéutico me pregunta, ¿para llevar o para echar un polvo aquí? Los tengo a todos loquitos. -Expliqué.
- Son ganas de subirte el ego a lo tonto, después te crees esas cosas y no es bueno. -Respondió.
- Precioso, sabes que todo eso es cierto, tu mismo deseas estar entre mis piernas, solo que eres un orgulloso y no lo vas a aceptar.
- Vete a la ducha y déjate de tonterías. -Me reclamo, ignorando mi comentario anterior.
- Esperaba que te ducharas conmigo. -Dije cogiéndolo por la cintura y pegándolo mi cuerpo. -Así podríamos acabar lo de hoy. -Susurré en su oído alargando las palabras.
- Pues puedes seguir esperando. -Me susurró en mi oído de la misma manera, mientras se liberaba de mi agarre.
Fui al baño, pensando en la razón por la que siempre que estaba a punto de acostarme con el algo o alguien nos interrumpía, iría en contra de la naturaleza si hacía falta, pero esa chico iba a ser mío pronto, muy pronto.
Al acabar de ducharme, me até en la cintura la toalla que me había dejado Felix para secarme, y me dirigí al salón a ver si lograba enfadar a Felix cuando me viera con esas pintas por su adorado apartamento. Reí ante ese pensamiento.
- ¿Sabes ya lo que tienes que decir en el juicio de mañana? -Le preguntó un pelirrojo con gafas a Felix, ambos se encontraban en la puerta del apartamento.
- No hice esta carrera para no saber que decir en un juicio, parece que no me conoces Taehyung. -Felix sonreía al pelirrojo, pero lo conocía y sabía perfectamente que le habían molestado sus palabras.
- Lo siento Felix, ya sabes que estoy muy nervioso, Paul ha confiado en nosotros para este juicio tan importante y no quiero que nada salga mal. - Explicó el tal Taehyung, esta vez Felix le dirigió una sonrisa sincera para transmitirle confianza y que se tranquilizara. Era mi momento de actuar.
- Felix, te estaba esperando en la ducha, pero no venías y me estaba comenzando a preocupar. -Dije melosamente. Miré la reacción de ambos, Taehyung me miraba embobado mientras Felix se frotaba el puente de la nariz mientras negaba con la cabeza. -Lo siento. -Me disculpé por interrumpirlas y me dirigí a Taehyung. -Encantado, Hwang Hyunjin, el folla-amigo de este encantador chico. -Ante la palabra folla-amigo, Taehyung miró a Felix con complicidad.
- ¿¡Pero ¿¡qué dices!? -Exclamó Felix. -Tu y yo no somos ni amigos, ¿cómo vamos a ser folla-amigos? -Gruñó. -No le creas Taehyung. -Le dijo al pelirrojo.
- Se hace el difícil, pero en el fondo está loquito por mí. -Le comenté a Taehyung.
- Todos conocemos a Felix, el es muy orgulloso, pero con un chico tan guapo como tú, seguro que en el fondo y no tan fondo.
- ¡Taehyung! -Lo llamó Felix fulminándolo con la mirada.
- Bueno mejor los dejo solos, que tienen muchas cosas que hacer. -Se despidió, le guiñé un ojo. -Y no te olvides del juicio, a las seis en el Juzgado Decano. -Le recordó y se fue meneando la mano como despedida.
- Encantado de conocerte. -Grité y cerré lentamente la puerta. La bronca que me esperaba.
- ¿¡Quien mierda te crees que eres para montar este numerito!? -Exclamó Felix muy molesto.
- Era solo una broma y date cuenta, ahora ese chico te envidia con toda su alma. -Comenté.
- Ya me envidiaba, soy la mano derecha de Paul, nuestro jefe, tengo el puesto más codiciado por todo el bufete. -Me explicó.
- Luego soy yo el egocéntrico. -Reclamé.
- Me refiero, a que si los hombres ya me envidiaban antes ahora me envidiaran más. -Aclaró.
- Acabas de reconocer que soy muy atractivo, inteligente y bueno, acabas de reconocer que soy bueno en general.
- Eres idiota. -Sentenció. - ¿No te puedes tomar algo en serio por una vez en tu vida?
- Eres tú el que no se toma nuestra relación en serio. -Exclamé.
- ¿Qué relación? -Preguntó histérico Felix.
- A eso me refiero. -Respondí.
- Hyunjin, supéralo, no siempre los hombres van a caer rendidos a tus pies.
- Me voy a tomar las tres veces que nos hemos estado a punto de acostar como que no has caído a mis pies.
- Tú tampoco vas a reconocer que estás loco por mí, de esas tres veces no siempre he comenzado yo. -Contraatacó el rubio pecoso.
- Ja. -Carcajeé. - ¿Yo? ¿Loco por algun chico? Los chicos se vuelven locos por mí, no al revés.
- Sigue jugando con fuego y ya veremos quién tiene razón, recuerdo que la última vez no saliste ganando. -Sonrió ante su anterior victoria.
- Tu tampoco ganaste, precioso, te recuerdo que tú estabas encantado con todo lo que te hacía.
- Vete a cambiar, no te quiero escuchar más. -Exclamó. -Vete antes de que te eche a patadas tal y como estás, te vistes, coges tu ropa de la lavadora, aunque se esté lavando y cierras al salir. -Dijo esto último con una tranquilidad muy anormal para sus palabras. Me dirigí hacia el baño. -A por cierto, la ropa que te he dado la llevas a la iglesia antes de devolvérmela. - Añadió. -No quiero saber nada más de ti. -Abrió la puerta y se largó.
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Don't forget me/No me olvides~Hyunlix
FanficFelix nunca llegó a olvidar a Hyunjin y Hyunjin pasó años preguntándose por Felix, a pesar de no olvidar lo que había pasado entre ellos, no se reconocieron estando uno frente al otro. Menuda ironía. Con el tiempo, será obvio que nuestro protagonis...