11

366 37 12
                                    

✩。:•.─────  ❁

Keigo miraba el lugar con una ligera sorpresa, le sorprendía que el lugar por más de ser alejado y algo olvidado tenía lugares de entretenimiento.

—¿Cómo aprendiste a montar en bicicleta? —preguntó viendo el entusiasmo de Nozomi.

—Aprendí a los ocho años, Rai dijo que todos los niños saben montar en bicicleta, a mi me emocionaba la idea así que gran parte de mi infancia fue dar vueltas en el patio en bicicleta. ¿Y tú?

—Bueno, tuve una infancia algo… complicada. En la vida que tenía entonces no había tiempo de jugar o aprender a montar bicicleta.

Nozomi paró de caminar para así mirarlo, era cierto que él nunca habló de su infancia y ella hasta ahora no quiso preguntar por miedo a incomodarlo.

—¿Entonces por qué dijiste que sí a mi plan?

—Porque no puede ser tan complicado, aprenderé en unos minutos.

—¿Seguro?

—Muy seguro.

La chica lo miró con algo de desconfianza pero al final viendo su sonrisa terminó asintiendo, se acercaron a rentar dos bicicletas y fueron hasta una zona con poca gente a practicar primero, Nozomi no tuvo ningún problema en subir y dar una pequeña vuelta alrededor de Keigo quien apenas se sentaba sobre el asiento con un pie sobre el piso aún.

—¿Estás seguro de esto, Keigo? Hablo enserio cuando digo que puedo ayudarte a tomar equilibrio.

—Estoy bien puedo hacerlo, estoy seguro. Te voy a sorprender de hecho.

—A ver, quiero que me sorprendas.

Keigo terminó por alzar los dos pies sobre los pedales mientras que al mismo tiempo extendía sus dos alas y comenzaba a mover las piernas, consiguiendo el equilibrio gracias a sus alas, así que comenzó a ir por el sendero.

Nozomi solo pudo sonreír alegre comenzó también a andar para poder alcanzarlo.

—¡¿Tenias el az bajo la manga eh!?

—Solo se me ocurrió en el momento.

—Veamos hasta cuando aguantas sin parar.

—Más que tú sin duda.

Ambos se miraron con una sonrisa, volvieron a mirar hacia el frente y siguieron andando por los senderos rodeados de árboles y otros ciclistas, algunos incluso miraban con curiosidad la escena que ofrecía Keigo con las alas extendidas.

Mientras Nozomi lo observaba cada vez que podía, lo veía contento, parecía feliz mientras sus piernas se movían impulsándolo hacia delante, esa escena le confirmó que le gustaba verlo contento, ver su sonrisa le causaba una alegría que nacía desde su pecho.

—Pareces cansada, Nozomi —bromeó.

—Por supuesto que estoy cansada.

Los cabellos de Nozomi se alborotaban aún más al viento, el héroe alado comenzó a ir más lento apropósito quedando un poco más atrás de ella, quien volteó a verlo con una sonrisa retadora y avanzó más rápido, ella no lo vio pero Keigo esbozó una sonrisa a su espalda para luego volver a acelerar el ritmo y alcanzarla.

𝘓𝘪𝘣𝘦𝘳𝘵𝘢𝘥 𝘥𝘦 𝘚𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 ━━━━━ 𝘒𝘦𝘪𝘨𝘰 𝘛𝘢𝘬𝘢𝘮𝘪  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora