Un pequeño recuerdo de ti [NAMSEOK]

VEINTE

Narra Hoseok

Cuatro meses y mi vientre empieza a notarse cada vez más, pero no es tan grande. Tuve la gran noticia de confirmar que mi bebé era una niña hermosa y sana. Estaba creciendo bien y muy pronto la tendría en mis brazos.

Siempre tengo el pensamiento de saber a quién de los dos se va a parecer. Quiero que sea a Namjoon, tiene rasgos hermosos y estaría feliz de saber que tendrá buen futuro con su belleza.

Me alejo del espejo y me pongo de regreso mi camiseta. Estaba grabando cortos clips del crecimiento de mi vientre, un corto video por cada mes avanzado. Esto se puso de moda hace un tiempo y quiero hacerlo también para guardar con emoción cada recuerdo de mi embarazo.

Veo el video que hice y se nota un pequeño bulto en mi vientre. Tener cuatro meses de embarazo no era tan difícil según las chicas de mi trabajo. Lo difícil era cuan do llegara al séptimo mes, mi vientre aumentaría bastante su tamaño y se haría más pesado.

Estaba dispuesto a sufrir todo aquello por tener a mi bebé conmigo. Me pregunto cómo hubiese sido la reacción de Namjoon si le hubiese dicho que estaba embarazado, siempre estaba recordándome que quería hijos y que solo esperaba porque era decisión de los dos.

Creo que se hubiese desmayado o gritado de la emoción. A pesar de su edad había momentos que podía comportarse como un niño. Cuando estaba lleno de emoción solía saltar en su mismo lugar y hacer sonidos de felicidad.

O cuando estaba enojado solía evitarme e ignorarme hasta que fuera a darle mimos y le complaciera en cualquier cosa que me pidiera. O en las pocas veces que estuvo triste, solía encerrarse en el baño sin dejarme entrar para llorar y desahogarse.

Solo lo vi pocas veces así, cuando su madre murió poco tiempo después de haberme mudado a la casa de Nam. Ella demostró quererme demasiado e ignoró mi edad y situación económica, nunca me mostró mala cara y cada que íbamos a verla me daba deliciosos postres.

Hasta ahora creo que ella solo estaba esperando a la persona indicada para su hijo y así poder irse al otro mundo donde su esposo la esperaba. El padre de Namjoon murió cuando él tenía quince y su mamá supo luchar por él y la empresa que dejó su padre.

Aquel día donde recibió la noticia se puso pálido y antes de que pudiera decirle algo se encerró en el baño y por más que intenté para que me abriera no lo hizo. Me quedé sentado por largas horas en el piso apoyado en la puerta del baño escuchando su llanto desgarrador y como llamaba el nombre de su madre constantemente.

Le pedía que regresara, que no era justo que lo dejara así de la nada, no cuando tenía a la persona correcta a su lado y quería que fuera parte de su nueva familia. Yo también lloraba a mares rogándole para que me dejara entrar. Ella fue como mi madre durante los nueve meses de relación que tuve con Nam y la amaba como tal. También fue un golpe duro para mí su muerte.

Fueron meses duros, pero logramos salir de aquel hueco de tristeza. Namjoon supo levantarse y aunque le dolía el alma no se rindió. Yo también estuve presente en cada momento y nunca lo dejé solo. Ambos logramos vivir con ello.

-Odio recordar. Siempre hace que quiera regresar desesperadamente para ir con Namjoon- y es que pensar que cuando me fui sin decirle nada se pudo poner triste y se encerró en el baño por días me mata. Sé que le hice mucho daño y me arrepiento cada día que pasa.

Sé que su madre debe estar maldiciéndome desde donde esté porque rompí todas las valiosas promesas que les hice a ambos. A ella le prometí que lo iba a cuidar hasta mi muerte, que lo iba a amar incondicionalmente cada día de mi vida.

Limpio las lágrimas que derramé y voy a la cocina para comer helado de menta. Este era mi mayor antojo que me había dado. Estaba comiendo mucho helado a escondidas de Iván porque él me lo prohibió y cuando él trabajaba y yo no, pues aprovechaba el momento.

Creo que jamás superaré mi vida en Corea y que siempre estaré arrepintiéndome por haberme escapado sin decir nada. Pero lo hecho, hecho está y no puedo cambiar nada de esto, solo tengo que esperar más tiempo para acostumbrarme y dejar de extrañar todo.

Tal vez en unos años tenga el valor para enviarles un mensaje con Jin pidiéndoles a todos disculpas. Pero jamás les diría de mi hija porque Namjoon buscaría por mar y tierra hasta encontrarme para ver a su hija.

Si él me odiara para ese entonces haría lo posible para quitármela y llevársela con él. Yo moriría si él hace eso y no es como si tuviera el poder que él tiene para comprar jueces y quedarme con mi hija.

Pero hasta donde lo conozco no creo que haga algo tan inhumano como ello, tal vez buscaría la manera para tener a nuestra hija por momentos iguales y si tuviera una pareja tendría que asegurarme que él no le haría daño a mi niña.

Pensar en eso sí llega a lastimarme, no es bonita imaginar a Namjoon con otra persona y siempre evito pensarlo, pero en momentos como este es imposible.

Es cierto lo que dicen, lo que alguna vez fue dueño de tu vida, difícilmente se borrará el recuerdo. Siempre permanecerá, no importa si ya es algo borroso, siempre estará allí. Recordándote a dónde perteneciste y a donde no volverás.

Mierda de vida que tuve por culpa del bastardo que se hizo llamar mi padre, si tan solo se hubiese muerto las cosas serían distinta.

Pero tal vez nunca hubiese conocido a Namjoon, pero no hubiese sufrido tanto, pero tampoco me hubiese enamorado tanto de un hombre increíble que robó todo de mí.

–Kim Namjoon, el amor de mi vida. Ahora todo lo que tengo, es un pequeño recuerdo de ti- llevo mi mano a mi vientre. Es esta pequeña y hermosa bebé, que poco a poco va creciendo dentro de mí.