Veintiséis

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Narra Hoseok

Tener a Namjoon en mis brazos de nuevo se sentía como estar en el cielo. Aunque no estaba seguro si él seguía queriéndome como yo lo hago. Tal vez solo esté aquí para recriminarme y para vengarse por haberlo dejado sin decirle nada.

-Te extrañé demasiado, mi dulce bebé- aquellas palabras me dan alivio porque esa era mi más grande preocupación, que él haya dejado de quererme.

-Yo también lo hice. Cada noche, cada día. Quería regresar para buscarte y pedirte que me abrazaras. Fue un infierno estar sin ti y los chicos. Te amo, Namjoon. Nunca dejé de amarte.

-También te sigo amando. Deseaba tanto tenerte de nuevo entre mis brazos que pensé que me volvería loco. Estoy muy enojado, pero conmigo mismo por no hacer que me tengas más confianza y por provocar esto.

-Olvidemos eso y bésame. Bésame, Nam. Lo necesito demasiado- aspira pesadamente y se inclina para besarme. Nuevamente toco el cielo cuando sus labios acarician los míos. Era un beso dulce, pero no quería eso. Quiero un beso que me quite el aire y me deje desconcertado.

Empiezo a mover mis labios con rapidez y hundo mi lengua en su boca logrando que Namjoon empezara un beso apasionado. Extrañaba demasiado sus labios. Llevo mis manos a su cuello para empezar a desatar su corbata y cuando cae al suelo el llanto de mi niña me hace separar de Namjoon de golpe.

Él se mira confundido por el llanto y sin decirle nada voy a mi cuarto con rapidez con mi cuerpo tembloroso y tomo a mi niña de su cuna. Sé lo que quiere y me siento en mi cama para darle su leche. Me levanto la camiseta azul que estaba puesto y YangMi sabiendo que le iba a dar su cosa favorita empezó a hacer sonidos desesperados. Me dio ternura y no le hice esperar más.

Ella empezó a comer y empecé a acariciarle su mejilla rellenita. –Hoseok- miro hacia la puerta de mi habitación y allí está Namjoon con su cara sorprendida viendo a YangMi comer desesperadamente. –¿Tuviste una hija? ¿Tienes a alguien más?

-Hay muchas cosas que no te he dicho. Esta es mi hija YangMi. Tiene casi cuatro meses. Nunca hubo alguien más, Namjoon.

-¿Si no hubo alguien más por qué ahora...?

-No quiero que te enojes, nunca pensé que esto pasaría, Nam. Nunca estuvo en mis planes hacer esto, fue una noticia sorprendente que recibí al estar aquí. Ella es Kim. Es tu hija, nuestro retoño- no había nada que pudiera hacer, solo decirle la verdad.

-¿Qué?- su cara es de confusión pura.

-Cuando celebramos tu cumpleaños olvidamos la inyección. Ni el doce ni los siguientes días me inyecté y tuvimos sexo sin protección como siempre y en uno de esos días me embaracé. Lo supe estando aquí, cuando me desmayé y me llevaron al hospital.

-¿Pensabas ocultar esto y privarme de mi derecho a ser padre?- aparto mi mirada de él, eso es lo que iba a hacer, ocultarle todo hasta el día de mi muerte.

Empieza a mover sus manos a su alrededor sin decir alguna cosa y rápidamente sale de la habitación haciendo que me asuste. ¿No quería un hijo ahora? ¿Estaba tan decepcionado? Me levanto de la cama cuando escucho la puerta de entrada ser abierta y cerrada. ¿Me estaba dejando así, sin más? Salgo de mi habitación a paso lento y abrazando a YangMi un poco más contra mi pecho, ella debía sentir que algo estaba mal conmigo porque dejó de tomar su leche para verme.

Las lágrimas empiezan a salir cuando en la pequeña sala no hay nadie. ¿Por qué? Sé que le lastimé mucho y que debió ser sorprendente enterarse tan de repente que ya era padre. ¿Pero por qué se fue así sin decirme tan siquiera una palabra? Sé que no puedo hacer que se quede y me perdone ahora que sabe todo, pero eso no hacía que doliera menos mi pecho. Ahora él era quien se iba.

Acomodo la cabecita de YangMi en mi hombro y empiezo a dar golpecitos en su espalda mientras lloro en silencio. Esto me estaba matando, ahora Namjoon no iba a volver más y no querría saber nada no nosotros. En serio estaba sintiendo mi corazón desgarrarse en este momento pero lo que evitaba que me tire al piso para llorar como un niño era mi pequeña.

-YangMi, si pensé por un momento que nuestras vidas iban a cambiar con Namjoon a mi lado de nuevo, estuve muy equivocado, mi princesita. Todo va a seguir igual entre los dos, voy a seguir con mis planes del principio. Solo los dos, sin importar lo que pueda pasar en el futuro.

Sé que ella no entendía todavía, pero necesitaba decirlo en voz alta para recordarme que estos eran mis planes desde el principio. Dolía como fuego consumiéndote, pero no me iba a permitir derrumbarme, no cuando la tenía a ella.

Y si Namjoon no quería saber nada de YangMi no me importaba, me ilusioné cuando dijo que me amaba y que vino a buscarme, pero si ya no quería estar conmigo por nuestra hija no iba a ir tras él y rogarle. Mi hija no iba a necesitar a nadie más que a mí.

Pero lo que me confunde mucho es que Namjoon antes quería hijos, solo estaba esperando a que me graduara o a que yo los quisiera tener, pero ahora no sé qué pensar con su actuar. Ahora debía estar yendo al aeropuerto para tomar el primer vuelo a Corea. Lo odio.

Me limpio mis lágrimas que seguían saliendo y acomodo a YangMi acostadita en mis brazos. Ella me mira con seriedad y de la nada sonríe. Me contagia enseguida su preciosa sonrisa de encías y me siento en el sofá para empezar a darle caricias en sus mejillas y barriguita.

-Papá es un cobarde, pero perdónalo por esta vez, le duele mucho su corazón y no puede controlarlo- suelta un risita muy linda y le doy un beso en su frente. –Eres muy hermosa, una princesa que va a dominar el mundo. Te amo, Yang Yang. Papi te ama mucho.

Un pequeño recuerdo de ti [NAMSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora