Un pequeño recuerdo de ti [NAMSEOK]

OCHO

(Contenido +18)

Hoseok se levanta de la cama muy temprano por la mañana y va directo a la cocina para preparar un buen desayuno llamativo y delicioso. Puso mucho empeño en las cosas y cuando terminó lo puso todo en una pequeña mesa de cama y fue hacia la habitación para ver a su novio despierto revisando su celular.

-Feliz cumpleaños, cariño.

-No debías levantarte tan temprano.

-Debemos aprovechar este día porque es especial.

Namjoon le sonríe y se sienta en la cama y Hoseok coloca la mesa sobre las piernas de su novio y luego le da un largo beso en los labios. –Te amo- le susurra el mayor y Hoseok le responde con otro beso y luego se aleja para sentarse al lado de su novio y desayunar mientras miran la tv.

(...)

-¡Fue tu culpa! Te dije que el perro no estaba atado- Hoseok entra a su habitación agitado y con las mejillas rojas porque había corrido como un loco hace unos minutos al regresar de un restaurante.

-No nos hubiese hecho nada si lo hubieses ignorado.

-Tú lo comenzaste a molestar y por eso comenzó a seguirnos para mordernos. Por tu culpa perdí mi zapato mientras corría- Hoseok levanta su pierna derecha y señala su media blanca sucia por haber pisado directamente la calzada por un largo tiempo.

Namjoon comenzó a reír y le sacó ambas calcetas para luego besar sus pies. –No fue mi intención que se enojara y nos correteara. Te compraré unos nuevos.

-No te preocupes, puedo comprarlos por mí mismo. Ahora me voy a duchar porque sudé y estoy cansado. Aún nos queda la cena y debes prepararte para una gran sorpresa.

-Vamos a ducharnos juntos- Namjoon se saca su camisa y Hoseok asiente porque quiere complacerle en todo. Y se les fueron las horas dentro de la bañera porque el mayor empezó a acariciar las piernas del otro y las cosas subieron de tono y terminaron follando duro hasta que Hoseok rogó para que se detuviera.

Comenzó a preparar la cena mientras Namjoon le robaba besos y caricias cuando pasaba por su lado. Hoseok le mandó enojado a su habitación y terminó de ordenar las velas, el vino y todos los arreglos que iban a darle un toque único a aquella habitación. Ya eran casi las nueve cuando todo estuvo preparado y luego de apagar las luces llamó a su novio.

Namjoon se sorprendió al ver todos los arreglos que adornaban el comedor. Miró a su novio y se acercó para besarle con amor. –No debiste hacer esto. Ya hiciste mucho por mí hoy y el hecho de que estés a mi lado desde hace mucho tiempo es el mejor regalo que me puedes dar, amor.

-Solo quise hacerte algo genial para que recordaras este cumpleaños como algo especial en unos años. Te amo y esto no es nada comparado a lo que has hecho por mí. Te amo y gracias por estar conmigo y amarme cada día que pasa.

Se besan delicadamente y luego se sientan en la mesa para empezar a comer la deliciosa comida que Hoseok preparó con cariño para su novio. Estuvieron conversando y dándose cortos besos durante toda la cena, el vino hizo que las mejillas de Hoseok tomaran un color rojizo pero no estaba ebrio y con un salto feliz se levantó de su silla y se fue a traer los regalos.

Namjoon siguió bebiendo de su copa y se sorprendió cuando pusieron algo frente a sus ojos repentinamente. -¿Qué es esto?

-Tu regalo. Es algo especial y que nos recordará siempre a quien le pertenecemos.

-No debiste gastar más dinero, amor. Son tus ahorros y deberías gastarlos en ti.

-Quise darte algo lindo y que durara para siempre. Esto te va a recordar a quien perteneces por el resto de tu vida al igual que lo hará conmigo.

Namjoon le sonríe conmovido y abre la bolsa negra con curiosidad y esta crece cuando ve aquellas cajitas cubiertas con el mismo material de la bolsa y el mismo color. Y luego ve los tres libros que quería comprarlos hace tiempo pero no pudo.

-Espero que te guste, lo saqué de mi mente porque creo que nos representa.

Namjoon deja a un lado los libros con una sonrisa que muestra sus hoyuelos y luego abre la cajita más grande y ve una pulsera de plata junto a un collar de una llave rodeada por una placa de metal. La pulsera tiene una pequeña cerradura. Se queda sin palabras porque es hermosa y sabe que el collar es para Hoseok porque es el único que podrá por el resto de su vida guardar su amor con llave.

Abre la otra cajita y ve dos collares que le parecen preciosos y muy adecuados para la personalidad joven de Hoseok. El dije es un anillo con una corona dentro de este, el modelo es el mismo pero cambia el color de la corona, una es negra y la otra dorada con un pequeño diamante que resalta su belleza. Namjoon estaba por llorar pero se contuvo.

-La pulsera tiene un mensaje inscrito al igual que los collares- Namjoon tomó de nuevo la pulsera y empezó a leer. "Para quien amo incondicionalmente, el dueño de mi vida y mi destino, Namjoon", "Guárdame en tu corazón". Fue allí cuando Namjoon no pudo contener las lágrimas.

-Te amo tanto, Hoseok. Eras lo más importante en mi vida y te agradezco por todo esto que estás haciendo. Te amo y nunca dejaré de amarte. Eres lo que le da sentido a mi vida y te amo desde el primer momento en el que te vi.

-También te amo, Joonie. Eres y siempre serás mi primer amor, mi primera vez en todo. Te amo como no tienes idea y te juro que jamás dejaré de amarte. Hasta que la muerte nos separe y te seguiré amando después de esta vida y en cualquier lugar que esté. Nunca habrá nadie más que tú en mi vida.

Namjoon empezó a llorar y se levantó para abrazar a Hoseok con fuerza y elevarlo del suelo hasta ponerlo sobre la mesa. Comenzó a besarle por todo el rostro sin importarle lo salado de las lágrimas. Ambos estaban llorando y se estaban amando como siempre pero esta vez con más intensidad porque se habían jurado amor eterno. Se habían entregado en alma y espíritu al otro.

Terminaron en la habitación sin ropa y Namjoon dentro de Hoseok. Haciéndole el amor apasionadamente mientras le susurraba promesas y le juraba amor eterno hasta el final de sus días. Hoseok gemía en cada embestida mientras aruñaba la ancha espalda de su amante por todo el placer lleno de un sinfín de emociones que estaban atravesando su ser.

Hicieron el amor hasta caer rendidos y envueltos en las sábanas negras y sus cuerpos sudorosos y desnudos. Ninguno mintió con lo que dijo y expresó, ambos se amaban como nadie lo había hecho antes y estaban seguros de que permanecerían juntos hasta que la muerte decida ir por ellos. Pero su destino estaba marcado con un gran obstáculo, uno que iba a poner a prueba su amor y paciencia.