Ella prometio no dejarla a pesar de todo, pero no debio prometer algo que no iba cumplir.
Destruyendo mas el corazon de la peli-negra con tan solo unas palabras.
Ella no debio irse, porque cuando volviera no seria lo mismo que antes.
Su peor error f...
¿Crees que me importa lo que las demás personas digan?... lo único que se.. es quiero estar junto a ti en estos momentos –.
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Y ahí estaba parada frente a ella, a la persona que con tantas ansias quería ver y no dejaba de pensar en aquel momento en el... beso.
Se veía igual que en la fiesta, llevaba su chaqueta negra, unos pantalones negros, botines del mismo color y su pelo un poco más corto que la última que la vio. Su sonrisa falsa con las demás personas a excepción de ella y eso hacia que se sintiera especial de algún modo.
– Hola Jennifer – respondió después de un par de segundos.
– Veo que no olvidaste mi nombre –.
– Como podría olvidarlo – respondió nerviosa – .... y veo que tampoco lo olvidaste –.
– Como podría olvidar el nombre de la mujer más hermosa que hayan visto mis ojos en aquella fiesta – respondió con un brillo en los ojos, sorprendiendo a la Swan –... y porque eres hermana del idiota novio de mi Bella – añadió al final al ver a los demás Cullen atrás de su castaña.
Eso hizo que la atención de Edward se posara en ella y se ganara una mala mirada de la mencionada.
– ¡Jennifer! – espetó.
– ¿Que?.... es verdad lo que estoy diciendo ...¿o no mi Alice? – preguntó viendo cómo la castaña no dejaba de verla.
– Claro – lo dijo sin pensarlo un segundo.
Ganándose una mala mirada del susodicho y mirabas divertidas de los demás Cullen.
Toda la escuela está atónita por la escena, aunque claro tendría que ser algún familiar o amigo de los Cullen al tener la misma o más hermosura al igual que ellos.
– Bueno será mejor que me vaya... tengo que estar con el director en 10 minutos – mientras daba un paso hacia atrás y se encaminaba a la entrada del instituto – ¿vienes o no Bella?... ocupo que alguien me muestre el instituto – dijo mientras se encogia de hombros.
– Claro... claro – se separó de Edward queriéndole dar un beso en los labios, pero un jalón de su brazo se lo impidió.
– Vamonos – habló entre dientes haciendo que no le diera nada al rubio – como si no lo vieras todos los días – la jalo de nuevo entrando por al puerta principal – ¡Adiós Eduardo! –.
– ¡Es Edward! – espetó.
– Como sea... vámonos Bella –.
Caminaban por los pasillos, Jennifer iba caminando como si nada sin importarle las miradas o los murmullos de las personas que iban pasando al lado de ellas o las que están en los pasillos. Bella iba nerviosa, no le gusta mucho llamar la atención de las personas aunque después de su noviazgo con Edward le era difícil pero todavía no se acostumbraba a la llamada de atención.
