Los personajes no me pertenecen, le pertenecen al maestro Horikoshi, esto son solo pequeños relatos sin fines de lucro <3
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Era una sociedad apestada, moribunda de codicia y ambición, donde un maldito estatus de sangre era suficiente para marcar tu destino como alguien exitoso o como aquel que debería lamer el piso para obtener algo.
En un mundo así y en lugares distintos estaban un alpha y omega lidiando con los problemas que su maldito estatus de sangre le habían acarreado.
Ella, un omega que luchaba día a día con una sociedad que la miraba en menos, que la veía como un ser indefenso e inferior, que la veían como una incubadora con piernas incapaz de ser alguien sin estar bajo el alero de un alpha, una omega que tuvo que aprender a disimular su estatus inyectándose hormonas beta para cubrir su suave y dulce aroma a manzanas.
Él, un alpha lleno de fuerza y riquezas, dia a dia rodeado de omegas en busca de ser la afortunada a la que él eligiera como su mate, aquella portadora de su marca y de sus cachorros, todas siempre atraídas por el fuerte aroma a pino que desprendía, solo que a él no le interesaba ninguna, ya que a pesar de la reputación de las omegas su agencia de héroes era una de las pocas que las aceptaba en puestos administrativos.
Debido al éxito de su agencia se le estaba haciendo más y más complicado poder organizar por si mismo su apretada agenda, por lo que llevaba ya un mes con una secretaría personal, una "beta" de nombre TN.
Aquel día se notaba ajetreado, se acercaba la etapa de celo y las omegas apresuraban sus labores y organizaban sus agendas ya que durante las dos semanas que les duraba el celo estarían con licencias especiales, por lo que si no adelantaban su trabajo al volver podrían haber problemas.
TN también estaba arreglando la agenda de su jefe, Bakugou Katsuki... Ella había "modificado" su estatus para poder ingresar a trabajar a la agencia de aquel alpha, cambio el Omega por Beta en su estatus y fue aceptada ya que siempre y de forma constante tomaba hormonas que ocultaban su aroma.
Hasta ahí todo bien para ella, exceptuando que las hormonas betas lo único que no suprimían era el celo, por lo que ella también sería afectada, antepuesta a la situación había preparado una coartada perfecta... Fingiría estar gravemente resfriada y tomaría una licencia medica de dos semanas, así no dejaría de recibir su sueldo, conservaría su trabajo y podría pasar su celo tranquila.
-Ha estado algo atareado el día... ¿No es así Tn?-
Una voz fuerte y firme resonó desde su espaldas, al igual que para el resto de Omegas su jefe no le era indiferente, era lo que cualquier Omega consideraría el Alpha perfecto.
Aquello lo confirmó cuando al voltear su silla giratoria quedó atrapada entre el escritorio y el cuerpo de su jefe quien la miraba desde arriba, tragó saliva y volvió a girar para mantener su perfil de "Beta neutral".
-Así es señor Bakugou, ya sabe... Las omegas están cercanas al ciclo del celo, por lo que están adelantando sus trabajos para que no se les acumulen durante las dos semanas de ausencia... Ah, por cierto... Tiene una reunión en 15 minutos con el señor Todoroki Shoto por unos convenios con la agencia que antes era del señor Endeavor, llegó como siempre aproximadamente 20 minutos antes de lo previsto a pesar de que la reunión es en 15 minutos.-
