3. Vínculo

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-Hey, Armin, ¿crees que le agrade verme en su cumpleaños a Eren?- dijo Jean de repente.

- Aunque no lo creas le agradas, de lo contrario no se molestaría en verte-

-Ese bastado- sonrió

-Eres un buen amigo Jean-

-Lo sé, que harían sin mi-bromeó como siempre.
Siguieron con sus labores, estaban limpiando por órdenes del capitán.

-Por cierto, no quiero meterme en tu vida... pero si sales tan seguido en la noche, alguien podría notarlo- procuro decirlo en voz baja, sin detenerse en lo que hacía.

-Lo tendré en cuenta, gracias- sentia que debía decirle a Jean.

-Sabes, yo voy a... -

-Dejen de platicar y hagan su trabajo- Levi salió detrás de Jean, esto les ocasionó terror.

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-Hola Mikasa, ¿cómo estás? Ella al escuchar su voz volteo con una sonrisa.

- Bien, quería verte, hay que planear algo para Eren-

-Si, tengo un par de ideas, pero todo depende de que nos den permiso-

Se sentaron y comenzaron a platicar, estaban atentos, querían que fuera una sorpresa, pero con Sasha, Jean y Connie ahí, era difícil. Pero ese día Eren no se presentó al desayuno, ni tampoco lo vieron en el entrenamiento, así pasaron cuatro días.
Intentaron preguntar por el él, pero no les dijeron nada, notaron que el capitán tampoco estaba.
Llegó el día y ellos ni siquiera pudieron escribir una carta de felicitación porque no sabían nada de Eren. Dos semanas después lo vieron en el campo de entrenamiento.
Esa noche todos fueron a visitarlo, pero él no les contó nada.
Lo único que improvisaron para celebrar fue comer y beber, mientras no estuvo se dedicaron a conseguir lo que le gustará a su amigo.

Esa noche le pidieron permiso a Levi, el cual no los dejó salir, pero les permitió festejar en el calabozo, así no se escucharía tanto ruido, claro que tuvieron que negociar, pero valió la pena, fue la primera vez que bebían alcohol, fue todo un espectáculo Sasha y Connie hicieron más babosadas de las comunes, Jean los acompañó y resultó ser bueno para ambientar, Mikasa aguantó bastante y a Eren parecía no provocarle efecto alguno. Después de siete botellas de vino y dos de un licor desconocido para ellos, Armin era el más mareado, se quedó un buen rato sentado.

-¡¡Es hora de bailar!!- gritó de repente el rubio, empezó a dar vueltas, hasta que se mareo y terminó vomitando sobre el festejado.

-¡¡Perdón!! ... yo no queria- se puso a llorar, mientras el castaño trataba de calmarlo.

Sasha y Connie se quedaron dormidos, Jean se llevó a Connie, Eren a Sasha, y Mikasa a Armin.

-Shhh no hagan ruido- les decía Eren a Mikasa y Armin, quienes iban susurrando cosas y riéndose, miro a Jean con necesidad de apoyo.
Este le hizo una mueca para hacerlo reír, lo cual logró.
Mikasa se despidió, sostuvo a Sasha y se fue hacia el dormitorio de mujeres.
Jean llevaba a Connie en calidad de bulto, se dirigieron al dormitorio de hombres, mientras que Eren sirvió de apoyo para Armin, quien no podía caminar derecho, aunque él decía que sí.
Pasaron por el baño de hombres, Armin insistió en que debía bañarse. El castaño lo acompañó, mientras Jean dejó a Connie y después les llevó jabón, toallas y ropa.
-Tú también deberías bañarte-le dijo mientras le daba las cosas.
-Talvez.. - lo dijo con flojera.
-Apestas..a vómito-
-Tkss- resignado se llevó las cosas. Jean se retiro.

-Shh... cálmate, no nos deben descubrir- intentó que su amigo no hiciera mucho ruido.

-Eh.. que atrevido-dijo con un tono divertido, se quedó viéndolo y comenzó a desabotonar su camisa.

Su amigo lo miró confuso, él rubio se aproximó a él y con manos temblorosas comenzó a desabotonar la camisa del otro.

-Puedo hacerlo solo- Eren sintió su rostro arder y su voz temblar, eso nunca le había pasado. Se alejo intentando analizar la situación.

-Entonces quítate la ropa tú- siguió quitándose la que traía. Pero seguía mirando hacia el pecho de su acompañante.

No sabía si su amigo estába ebrio o si se le habia quitado el efecto. El rostro de Armin seguía rojo pero parecía hablar como siempre.

-Si haces eso de repente, parecerá una invitación- Intento hacerlo sonar como una broma.

-¿Qué clase de invitación?- dijo con una sonrisa.

-Tú dime - se acercó al rubio, este se hizo para atrás, hasta que quedaron bajo la regadera, era como si quisiera escucharlo mejor.

Armin abrió sus ojos, no había visto esa expresión. No supo porqué pero se sintió atrapado. Su cerebro no parecía funcionar como lo hacía normalmente.

-Yo... no... sé - fue lo que logró formular, mostrandose inquieto.

-Yo creo que sí- mostró una sonrisa, y en sus ojos había diversión.
Se separó y jalo la cadena, el agua cayó de repente, como era de esperarse estaba fría el rubio tembló del frío y molesto empujó al otro que se reía.
Eren se fue hacia la regadera de a lado, se baño como si nada. Hubo un silencio mientras ambos se haceaban. Al terminar ambos recogieron las cosas, y comenzaron a caminar.

-Uff, que relajante es el baño-

-Si como no, vas a pagar-

-Solo fue una broma-
Armin estaba molesto, pero la cara sonriente de su amigo fue sufiente para que también sonriera.

-La pase muy bien. Fue un buen festejo, no lo olvidaré- dijo con una sinceridad profunda.

-Fue lo mínimo que pudimos hacer, no sabíamos cuando volverías- Se detuvo en el dormitorio de hombres.
Eren no dijo nada, se limitó a darle una palmada en la espalda.

-Descansa- con una leve sonrisa continuó su camino, sin voltear hacia atrás.
Armin lo vio desaparecer en la oscuridad, abrió la puerta y se recostó en su cama con disposición para dormir, pero llegó a su mente esa escena.

Se desvío del camino cuando recordó que había desorden, busco una cubeta y un trapeador. Estaba seguro que era alrededor de las 2 o las 3, que es cuando es más oscuro, se asomo por una de las ventanas y vio la Luna. Nunca había extrañado tanto su brillo, se quedó un tiempo contemplando.

Sueños de libertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora