Y si nos enamoramos, o no?

Capitulo 56: Extraños

faltaba un día para víspera de Año Nuevo, los últimos tres días nos la habíamos pasado increíble, habíamos ido a conocer el pueblo y también hecho un montón de cosa todos juntos, incluso Jane que al principio estaba un poco reacia a pasarla bien si Scott estaba cerca había dado su brazo a torcer y ahora incluso bromeaban como si fuesen amigos.
Ahora estábamos llegando al centro de la ciudad, eran al rededor de las siete de la tarde y habíamos venido al festival de año nuevo, según nos dijeron este era un día antes de la víspera, el centro se llenaba de puestos de comida, artesanías y las tiendas estaban abiertas hasta tarde, también tenían una pista de patinaje y la iluminación de las calles.
— ¿sabes de que tengo ganas? — le preguntó Cassie a Ben mientras se abrazaba de su brazo — un helado de mango con un montón de crema batida y patatas fritas — le dijo
— Cass cariño estamos a menos dos grados ¿realmente crees que vamos a encontrar helado de mango? — le preguntó — ¿porque no mejor te compro una taza de chocolate caliente?
Yo solo podía observarla anonadada, Cassie y sus antojos me recordaban mucho a mamá.
— bien, pero esos pretzels de canela y azúcar también se ven deliciosos — le dijo conforme, yo reí un poco.
— ¿que es lo gracioso? — preguntó Nathan, era hasta ahora que me enteraba que él era quien estaba caminando a mi lado.
— Cassie y Ben — dije — son bastante lindos juntos — respondí — ¿sabes que es lo más gracioso? — pregunte — te aseguro que si Cassie se hubiera empecinado en querer el helado Ben habría ido por toda la ciudad a buscarlo solo para hacerla feliz — dije observándolos a la distancia — Por suerte la conoce muy bien — dije — sin embargo debo admitir que realmente me asusté solo un poco cuando pensé que el tonto no quería hacerse cargo del bebé — dije sacudiendo la cabeza para alejar los malos pensamientos.
— de cualquier manera no lo habrías dejado, lo habrías llevado tú misma a pedirle perdón a Cassie — rio.
— y eso solo prueba que me conoces muy bien — dije orgullosa de mi novio. — ¿donde se metieron Scott y Jane? — preguntó Ben regresando con Cassie. Fue hasta entonces que me di cuenta que no estaban.
— hay una tienda de libros doblando la  esquina, Jane quería ir y Scott se ha ofrecido a acompañarla — dijo Nathan
— Genial, así que Ben y yo iremos a dar una vuelta por cualquier lugar y ustedes solo aprovechen el poco tiempo que tengan a solas — dijo Cassie emocionada llevándose a Ben de la mano quien sabe a donde.
Nathan y yo empezamos a caminar por el lugar, todo se veía tan bonito, mucho mas de lo que imaginaba y no podía creer que este era el lugar de donde mi familia materna provenían y que lo estaba conociendo por primera vez con la persona que amaba.
— pareces deslumbrada por este lugar — me dijo Nathan.
— es que es tan bonito, es bastante increíble que haya una parte de mi familia que salió de aquí — dije
— me encanta verte tan absorta, disfrutando tanto de las cosas — dijo, yo lo miré y sonreí, busque su mano para tomarla.
— a mi me encanta que pueda disfrutar todo esto contigo — le dije
— vamos — dijo — voy a comprarte algo para comer
— ¿como sabes que tengo hambre? — pregunte
— tú siempre tienes hambre — aseguró haciéndome reír
— ¿que quieren? — preguntó cuando llegamos al área donde estaban todos los puestos de comida, yo pensé un poco y luego vi un puesto donde vendían un montón de cosas con salsa de queso.
— patatas con queso — dije, llevándolo hasta ahí, Nathan me compro mis papas y luego fuimos a un puesto de churros, para comprar algo para él, seguimos caminando mientras comíamos, esto era como la cita perfecta no planeada.
— ¿quieres? — pregunte extendiendo mi bandeja de patatas para Nathan.
— no soy muy fan del queso cheddar — Dijo, yo lo miré incrédula.
— debes ser la única persona que conozco — replique.

NATHAN

Carrie y yo estábamos entrados en una banqueta, ella comía patatas y yo churros, sabía bien que ella y yo éramos una combinación extraña; pero  me gustaba lo que resultaba de los dos juntos.
— En Australia venden una hamburguesa bañada en salsa de queso cheddar, deberíamos ir a Australia un día y probarla — dijo mientras comía.
— por supuesto — respondí
— ¿de verdad quieres ir conmigo? — preguntó mirándome mientras sonreía.
— ¿porque no? Me encantaría verte tratar de comer una hamburguesa de ese tamaño, es más, quizá no tendríamos que esperar ir a Australia para que puedas come una — dije
— ¿vas a intentar hacerla para mi? — preguntó emocionada.
— cuando volvamos a Cheltenham — dije.
— eso suena increíble — replicó — ¿te dije que eres el mejor novio del mundo? — preguntó, yo reí
— ¿lo dices solo porque voy a alimentarte? — pregunte alzando una ceja.
— por supuesto que no cariño — dijo haciéndome detener en esa palabra — bueno tal vez — rió — pero sabes que me encanta verte cocinar, yo admiraba eso de ti incluso cuando me caías como una patada en el trasero.
— ¿puedes repetir eso de nuevo? — pregunte
— me caías como un grano en el trasero — dijo
— Cariño — replique, su cara se volvió roja.
— yo... lo dije sin pensarlo — murmuró.