Capitulo 52: compras de ultimo minuto.

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Habían pasado ya varios días, de hecho, mañana era víspera de navidad, por fin la vida parecía estar dándonos un respiro de tanto conflictos familiares, claro si ignoramos el echó de que tengo un padre al que no le interesó ni un poco, yo ni siquiera sabía si vendría para navidad. Nathan había cambiado su motocicleta por un auto, de hecho al principio no me había emocionado la idea, pero me había estado ayudando con mi asunto del miedo a los autos y aunque al principio había sido bastante duro al menos ahora ya no me quedaba dormida y podía ir al frente en el asi bento del copiloto, pero tendría que estar loca para pensar si quiera en volver a manejar.
Ahora estaba sentada en el sofá de la sala de Nathan, comeríamos y después iríamos al centro comercial ya que aún nos faltaban algunos obsequios por comprar.
Se preguntarán cómo acabaron las cosas, pues mucho mejor de lo que imaginé; Scott un día volvió a casa con un ramo de flores, le pidió perdón a mi tía y ahora an vuelto a estar bien, a mi me compro un bote de helado que claro tuvimos que compartir. Ben pasó una semana en casa, al principio me molesto que mi tía lo haya dejado, pero ella me dijo que cada persona debía tomar su tiempo para resolver sus asuntos como lo creyeran conveniente, Cassie estaba sufriendo tanto que decidió que lo mejor era ir a casa de sus padres en Nueva York para las fiestas, pero hace dos semanas mientras estaba arreglando las maletas, la paquetería trajo algo para ella, al abrirlo se trataba de una cuna bastante bonita y dentro una nota
" Lamento hacerte esperar tanto tiempo"
Con amor Ben
En aquel instante tocaron a la puerta, al abrir Ben estaba parado con un ramo de rosar rojas en una mano y la caja de los chocolates favoritos de Cassie en la otra.
— llévate tu regalo, mi hijo y yo no te necesitamos!! — le había dicho Cassie cerrándole la puerta en la cara y con toda razón; pero como era de esperarse por el amor que se tenían y después de que Ben le rogara por mucho tiempo Cassie regreso a casa para pasar las festividades en Cheltenham y ellos habían vuelto a ser tan felices como al principio.
— ¿que haces? — preguntó Nathan subiendo los pies al sillón y acostándose con la cabeza apoyada en mis piernas. El parecía estar mucho mejor con respecto a lo de su madre, había ido a hablar con ella y ahora le dejaba ver a Elleri de vez en cuando, Elleri apenas estaba empezando a acostumbrarse a la presencia de su madre, al principio le resultaba bastante extraño tener una, pero supongo que que Luke el pequeño hermano de Noah fuera su amigo la ayudó a acostumbrarse.
— leo mientras mi guapo novio me prepara el almuerzo — le dije.
— cuando te conocí jamás pensé que diría esto, pero te vez linda cuando te sonrojas — dijo, yo ni siquiera me había dado cuenta de que estaba sonrojada — cuéntame, de que va ese libro tuyo?  — yo empecé a contarle, mientras él escuchaba detenidamente.
— Justo ahora el protagonista le a dicho una cosa muy linda a ella — dije un poco emocionada.
— ¿y que ha sido eso? — preguntó.
— él ha dicho, "me he dado cuenta que no puedo vivir sin ti"
— y que a respondido ella? — preguntó
— bueno ella respondió "lo has intentado?" Entonces él contestó "no, pero al verte me he dado cuenta que no podría!"
— yo también ... — dijo
— ¿que cosa? — pregunte. Nate se aclaró la garganta un poco.
— me eh dado cuenta que no puedo vivir sin ti — dijo, sus palabras eran tan dulces como no pensé que Nathan podía ser, sin embargo, me hacía feliz escuchar que algo tan lindo saliera sin ningún esfuerzo de su boca.
— No sabía que eras romántico — dije bajando el libro de mi cara para encontrarlo mirándome.
— no lo soy, pero desde que te conocí definitivamente he hecho y dicho cosas que jamás creí — yo acaricié su cabello.
— ¿como decir que no puedes vivir sin mi? — pregunte, Nathan se incorporó en el asiento y me miró tan directamente a los ojos que me puso nerviosa.
— o que te amo — dijo, esa palabra, la palabra, retumbó en mis oídos, hizo que el corazón se me saliera del pecho Justo como la noche en que la dijo por primera vez, solamente que ahora estaba bastante sobrio y en sus cinco sentidos, mi cuerpo se volvió de gelatina y las manos me temblaban, la cara me ardía de lo sonrojada que estaba y no podía estar más feliz de escucharlo decir con tanta seguridad que me amaba.
— También te amo — dije sonriendo antes de besarlo, como siempre su beso era perfecto, dulce y ligero, decir por fin en voz alta algo que había estado guardando para mi todo este tiempo me llenaba de esperanza, porque ser correspondida no era una suerte con la que todos corrían.

Y si nos enamoramos, o no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora