~ La invitación ~

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Tenten caminaba por las calles transcurridas de Konoha, regresando de su misión y de aquella fallida conversación con Neji, que obviamente le incomodó.

No sabía por qué quería conocer sobre ese preciso momento con lujos y detalles. Le parecía algo sumamente innecesario y quizás, a lo mejor, muy en el fondo, sabía por qué pero no deseaba aceptar la verdad.

Le incomodaba que se enterara que ella fue partícipe de su lecho de sobrevivencia. Más allá de, se sentía culpable por estar atada a una maldición que por durante toda su vida, la asoció como un sello del mal, uno que priva la libertad individual y destroza las decisiones buenas de la vida y la del futuro, o al menos eso creía, gracias a que Neji, siempre se encargó de etiquetar esa supuesta verdad desde muy chicos.

Uno de sus códigos de amistad o "fronteras" que ambos respetaban, es nunca tocar ese tecla porque Tenten sabía que le incomodaba. Neji nunca fue tan abierto con su pasado, lo único que ella conocía era que con el pasar de los años, la había aceptado, pero no precisamente con los brazos abiertos.

Cuando se dio cuenta en el campo de batalla que su vida estaba al borde del peligro por el desvanecimiento de su sello, la adrenalina y el miedo de perderlo la hizo actuar, colocando el cascabel que siempre la protegía de todos los males entre su pecho. Ese cascabel que era un regalo exclusivo de su padre.

A simple vista no era la gran cosa pero en variadas ocasiones la sacó de situaciones problemáticas y en ese minuto catastrófico, en dónde la vida de su querido amigo pendía de un hilo, necesitaba un milagro, una ayuda divina que la ayudará a obligarlo a quedarse a su lado.

Porque eso era lo que deseaba, tenerlo a su lado por mucho más tiempo. No estaba lista para dejarlo ir, no estaba lista para perderlo y nunca confesarle sus sentimientos. Su cariño hacía él era genuino, real. Eso era lo que pensaba y por supuesto, luchaba por obtener una oportunidad de estar juntos.

No crean que Tenten en ese momento sabía lo que hacía. Realmente no lo sabía. Sólo esperó un milagro con lo poco que tenía en sus manos, a su disposición. No era una Kunoichi mágica y mucho menos médica, utilizó lo primero que le vino a la mente, pues de lo contrario, ya estaba convencida qué moriría.

Cuando Stunade - Sama intervino en su sobrevivencia, ella ni siquiera le quitó el cascabel. Esperó paciente con los nervios de punta junto con el llanto y la desesperación, sin contar que la guerra aún seguía en pie.

Tenten, durante todo el desenlace, fue una de las pocas que se quedó a un costado alejados de la catástrofe para protegerlo, pues creía que su armamento Ninja "podría" servir de ayuda si llegarán a atacarlos.

Recordó que Sakura llegó a los minutos, gracias a que Lee la buscó con desesperación, mientras que un aura roja recorría por todo su cuerpo, similar al chakra del zorro. Tenten también fue testigo del aura cuando recorrió por sus venas en el momento que Lee la tocó y luego Stunade.

Neji en ese momento no fue rodeado del chakra del zorro, su cuerpo estaba muy débil para tolerarlo en su máximo esplendor, ya que las heridas profundas impedían que sus órganos vitales funcionaran con normalidad, y una excesiva cantidad de chakra podría llegar a colapsarlos. En este instante no era la misma situación que Shikamaru cuando estuvo a punto de morir. La diferencia radicaba en que Shikamaru le faltaba energía pero no presentaba traumas internos, ni hemorragias que amenazaran su vida, a diferencia de Neji, sus órganos funcionaban perfectamente, por esa misma razón Stunade nunca lo permitió.

Para compensar su energía vital, la quinta Hokage utilizó unas de sus larvas que lo ayudaron a mantener sus niveles de chakra constantes, hasta el último instante de la guerra.

Efecto colateral  [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora