~ Ágape ~

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《Debe haber una base más sólida que la mera amistad o la atracción sexual. El amor incondicional, el amor ágape. Éste no se deja influenciar por el tiempo o las circunstancias》



Ese mismo día, Neji se había levantado para acomodarse la manga de su uniforme, además de su placa en su frente que aún le dolía pero no tanto como antes.

Viéndose en el espejo, le llegó la imagen de su tío sosteniendo el pergamino, que sin lugar a dudas, seguramente fue el causante de sufrir ese horrible dolor aquella noche.

No tenía pruebas, pero tampoco dudas.

Casualmente cuando salió, el suplicio llegó, reprochándose a sí mismo por no haberle preguntado a profundidad sobre sus intenciones con ese pergamino.

Su molestia se apoderó de su pecho, pues resultaba una total insolencia utilizarlo sin antes consultárselo a éstas alturas.

Desde que regresó a la mansión, no había intercambiado palabras largas con él.

Últimamente el patriarca estaba muy involucrado con el consejo del clan, y él, siendo la víctima, se había quedado callado porque quería recuperarse completamente, esperando encontrar el momento adecuado para conversar claramente del tema sin interrupciones.

Sostuvo sus pertenencias que se encontraban en la mesa, visualizando el cascabel que se encontraba al lado de su cartera.

Lo pensó por varios segundos, pues no sabía si debía cogerlo.  Luego de recordar a Tenten, lo sostuvo para guardarlo en su bolsillo, y decidir salir de su habitación.

En el pasillo cogió sus llaves, enfocando su mirada en la salida de la mansión, teniendo la sorpresa de ver a su tío caminar directo hacia allá, saliendo nuevamente como de costumbre.

Con suspicacia, no pudo evitar fruncir el ceño por una presunta traición. Sabía que su tío era un hombre muy reservado y guardada muchos secretos  que aún no había podido descubrir.

Sin querer seguir pensando en eso, esperó unos minutos más y salió.

◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇

Una tasita de café endulzaba el paladar y los labios de la castaña sentada en la única mesa del anexo donde se guardaba todos los utensilios para cada misión Shinobi, cruzaba sus piernas y leía un periódico que había dejado Shikamaru en una de las mesas del mostrador.

No era fan de las noticias, pero debía admitir que los sucesos criminales era la página que más le gustaba leer.

El silencio era lo que más adoraba, por esa misma razón le encantaba escaparse y tener un momento a solas en este lugar mientras tomaba su café matutino.

De repente la puerta se abrió, llamando su atención para girarse y visualizar la presencia de su compañero de equipo.

-- Hola Florecita -- Sonrió alegremente -- No sabía que estabas aquí tan solita-- Arrimó una de las sillas, dándole la vuelta para luego sentarse de frente al espaldar, apoyando sus codos sobre ésta mientras le sonreía hipnóticamente.

-- Ah... -- Alzó una ceja por su mirada fija -- ¿Tienes... Algo que decirme?--

-- ¿Sabes qué día es mañana? --

Ella dirigió los ojos hacia arriba, sin llegarle ninguna idea.

-- Es el día que saldré con Sakura, Tenten. Te lo comenté hace días--

Efecto colateral  [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora