~ Abatimiento ~

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Tenten suspiró, caminando por cada calle del barrio Hyūga, totalmente avergonzada.

Reconocía el error de haberlo besado. Conocía que había hecho mal, pero aun así, su corazón latía desenfrenadamente por él.

Una leve sonrisa apareció al permitir sentir esas mariposas en el estómago que hablaban por sí solas. Si su mente no iba aceptar lo hermoso de fantasear con él, el estímulo de los síntomas de un corazón enamorado lo haría a cambio.

Se atrevió a disfrutar de la sensación, alzando sus dedos para apoyarlos en sus labios, y así, cerrar los ojos.

Sus pasos eran cortos y descuidados mientras caminaba sin rumbo fijo, producto de estar soñando despierta.

De repente los ojos femeninos se abrieron lentamente, observando de reojo sus alrededores.

Se detuvo cuando escuchó unos sonidos extraños provenientes de los tejados de cada una de las residencias, y al no detallar ninguna presencia inusual, siguió su camino, pero otro sonido se acentuó con menos disimulo.

Al instante sacó dos kunais de sus pantalones y los lanzó, logrando ser interceptados por la aparición de dos mujeres al frente suyo, seguido por otros dos hombres a sus costados.

Todos contenían una característica en particular.

El Byakugan.

-- Con que aquí es donde has estado todo el tiempo --

Ella giró de golpe y se encontró al cabecilla de esta emboscada.

-- Hiashi... -- Tenten frunció el ceño y elevó otro kunai a la altura de su pecho -- ¿Se puede saber qué está haciendo? --

-- Tranquila -- Alzó su mano en señal que dejará la actitud defensiva -- Simplemente necesito que venga con nosotros, no hace falta que le explique el por qué --

Ella frunció más el ceño, detallando a los demás miembros del clan Hyūga rodeándola en su totalidad.

-- Lo siento mucho Hiashi - Sama, pero en estos momentos tengo que regresar a mi hogar. Mi madre me está esperando --

-- Su madre ya está enterada de su visita al clan Hyūga señorita. Si necesita de su consentimiento, le puedo asegurar que me lo ha dado. Así que... -- Le señaló el camino contrario -- Acompáñenos --

Tenten apretó con fuerza el kunai. Este viejo ya le estaba hartando. Ya conocía el motivo de la insistencia de que lo acompañara.

La verdad era que no deseaba lidiar con esto tan temprano al mediodía, pero si realmente quería encontrar una forma de eliminar la maldición de su espalda y dejar a Neji libre de la condena, tal vez podría aprovechar la oportunidad a su beneficio.

-- ¿Acaso se opone señorita? --

Siguió insistiendo Hiashi, quien la miraba con un leve ceño fruncido al notar que no hacía ningún movimiento a favor.

-- No me haga recordarle que lo que tiene en su espalda, es un delito --

Ella achicó los ojos -- ¿Qué intenta hacer? Solo si me explica, iré --

Los Hyūgas a sus alrededores se posicionaron al combate, listos para atacar cualquier movimiento resistente que se le ocurriera, pero la voz del patriarca los detuvo.

-- Tranquilos, no actúen -- Luego le dirigió la mirada a la chica -- Señorita Tenten. Ambos acordamos que no debía salir de la aldea con esa maldición en su espalda. Entiendo que fue una misión inesperada, pero eso implica meter al clan Hyūga en un problema que no permitiré. Era su deber, venir directo a la mansión luego de haber llegado ayer en la noche --

Efecto colateral  [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora