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-no crees que deberíamos volver?, ya sabes antes de que tu madre enloquezca- los dos reímos ante eso-

-tienes razón, pero antes- dejó un leve beso sobre mis labios- vamos- se levantó y me extendió la mano para ayudarme a levantar la cual acepté-


al llegar estuvimos arreglando un poco nuestras respectivas habitaciones para seguido de eso hacer nuestro ya tradicional cambio de libros, él me prestó uno sobre dos jóvenes de ciudades diferentes, los cuales siempre se encuentran en sus sueños, pero un día, vagando por las calles de Francia se encuentran uno con el otro, parecía interesante. Me gusta estar con Elio, su presencia me agrada, con él al lado me siento más segura y... como decirlo libre de poder ser yo misma, ya que se que él no me juzgará

-Hey, en que piensas Adda?- dijo sacándome de mis pensamientos, agaché la cabeza, a lo que él contestó volviéndomela a subir agarrándome cuidadosamente de mentón, quedando así unidas nuestras miradas- que ocurre?- solté su agarre y me lancé a la cama con la mirada al techo y resoplé-

-es que, no quiero que el verano acabe, no quiero irme de aquí, no quiero que esto se termine, no quiero... alejarme de ti- dije lo último mirándolo a los ojos- él seguido de eso se puso en la cama mirándome, medio tumbado con un codo apoyado en el colchón mientras también se aguantaba la cabeza, y con la otra hacia tirabuzones por la palma de mi mano, lo cual me pareció un gesto muy tierno-

-yo tampoco Adda, pero, no debemos de pensar en eso ahora vale, tenemos que disfrutarlo al máximo, todo el tiempo que nos queda, juntos- dijo agarrando mi mano, sin hacerme daño, yo simplemente asentí sonriendo, la cual después de unos segundos cambié a una sonrisa pícara- acaso ocurre algo?- dijo él alzando una ceja-

(recomiendo leer a partir de aquí con la canción mr. saxobeat slowed-reverb , para disfrutar más)

-Oh, príncipe Elio! que romántica que es vuestra persona! creo que me voy a desvanecer con su presencia!- dije haciendo como si me desmayara de forma dramática como en las típicas novelas de príncipes y doncellas-

-No se preocupe mi bella dama! yo la salvaré- dijo cargándome entre sus brazos, pude divisar una sonrisa en su rostro- ya estáis a salvo doncella Adda- lo miré directamente a los ojos, tenia las pupilas levemente dilatadas-

-gracias mi héroe, como podría agradecérselo?- le dije acomodando los pequeños rizos que caían por su rostro-

-que le parece un beso formal pero a la vez romántico?- me dijo con las mejillas sonrojadas-

-me parece- posé un leve beso en su mejilla- perfecto- de repente Elio posó sus manos en mis mejillas acercándome más a él uniendo nuestros labios en un bonito y delicado beso- eso no entraba en el trato- dije mirándole a los ojos con una sonrisa pícara-

-me gusta saltarme las normas- dijo posando un pequeño y rápido en la mejilla para después agarrarme de la mano y bajamos hasta la sala de estar. Elio puso música con el tocadiscos, cuando de repente se arrodilla enfrente mía- me concede este baile mi lady?- le ofrecí mi mano y empezamos a bailar una especie de bals, pero a los dos se nos daba fatal  lo que hacía que no paráramos de reír. Me separé de él y me dirigí hacia la cocina para coger el palo de la escoba para enfrentarme a él, como si de un juego de niños se tratara- así que quieres jugar a eso?- rápidamente cogió la otra escoba que había al lado y nos pusimos ha hacer una especie de batalla de espadas, él se veía con una sonrisa en su cara, lo que hacia que se me contagiara una incluso más amplia que la suya, parecíamos 2 niños pequeños que si hubiera estado con otra persona seguramente me hubiera sentido incómoda en esta situación, pero con él era diferente, sentía que todo lo que hacia con el chico pecoso de ojos verdosos me hacia sentir bien, feliz. Y de repente, me cargo en su espalda sin decir nada solo riendo, no entendía donde iba, hasta que vi que iba dirección a la piscina-

𝑪𝒂𝒍𝒍 𝒎𝒆 𝑩𝒚 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝑵𝒂𝒎𝒆 🍑 Elio y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora