𝑪𝒂𝒍𝒍 𝒎𝒆 𝑩𝒚 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝑵𝒂𝒎𝒆 🍑 Elio y tu

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-Te vale ahora?- dijo él mirándome fijamente a los ojos, sin dejar de mostrar una pequeña sonrisa pícara y dulce a la vez-

-bueno, nada mal, pero no estaría mal otro para acabar de confirmarlo no crees?- sin contestarme me volvió a besar- perfecto-

Hoy pasamos todo el día en casa, ya que su madre necesitaba nuestra ayuda para hacer cosas de la casa y de paso ayudaríamos a nuestros padres a preparar todo para su expedición de mañana, a la cual nos dejaron asistir. Estábamos en aquella especie de piscina, yo estaba nadando mientras Elio arreglaba o componía una especie de partitura

-estas escribiendo una canción?- dije acercándome con cuidado para no mojar los papeles-

-no exactamente, estoy arreglando una canción que empecé a escribir hace tiempo, pero no tenía la inspiración para seguirla, pero ahora no se, se me han venido muchas cosas a la cabeza para poder acabarla, créeme te gustará- dijo mirándome y sonriendo, a lo que yo correspondí- y tu? como vas con la tuya?-

-Pues bueno me quedan un par de retoques pero poco a poco va cogiendo la forma, pronto la terminaré-

-puedo oirla?- dijo poniendo cara de pena, era muy tierno-

-no, lo siento, es una sorpresa, cuando la termine serás el primero en escucharla, lo prometo, es más, será mi regalo de cumpleaños para ti-

-no hay mejor regalo- dijo él posando un leve beso en mi mejilla, lo cual hizo que mis mejillas tomaran un leve color carmín- vienes a jugar con la pelota un rato? creo que hoy preparaban una especie de partido- yo simplemente asentí y salí del agua, me sequé, me puse un vestido bastante simple y fui con Elio a donde se suponía que había el partido-

-Adda aqui!- me grito Max desde lejos haciéndome un signo con la mano para que me acercara, cuando llegué me abrazó con fuerza, pasé bastante de tiempo con ella en el tiempo que estaba con Enzo- juegas? estamos perdiendo porque los gemelos no saben jugar- 

-EHH!! - dijeron a la vez, se me hacía muy divertido escucharlos hablar a la vez-

-esta bien, Elio, juegas?- él iba a contestar pero la miss sábelo todo como no tuvo que contestar por él-

-si juega, pero en este equipo- simplemente le di una sonrisa falsa- bien empecemos-

el partido transcurria normal, íbamos ganando, se me daba bien jugar ya que, bueno era el deporte que practicaba en mi escuela. Lanzé la pelota al campo contrario, cuando Marzia le dió con mucha potencia hacia mi cara, haciendo que, la pelota se estampara con fuerza en mi cara, llevándome un buen golpe. Me senté en el suelo, me empecé a sentir como mareada, supongo que por el calor y el golpe. Noté como Max se agachaba a mi altura para ver si me encontraba bien, oía las voces un poco como lejanas, me costaba entender lo que decían, después noté a Elio a mi lado preguntando lo mismo que la anterior nombrada.

-ups, creo que eso no era el campo, igualmente ha sido un tiro increible no crees Adda?- dijo Marzia en tono de burla- además, deberías darme las caras, te he arreglado la cara- y se rió, noté como de mi nariz empezaban a caer gotas rojas que manchaban mi vestido, en ese momento Elio se levantó rápido, giré mi cabeza hacia donde se dirigía, iba a donde estaba Marzia con los brazos cruzados, parecía enfadado, Max me acercó un pañuelo para intentar a ver que dejara de sangrar, pero no sirvió-

(poner canción Say it Aint so- Calpurnia, para leer a partir de aqui, recomendable)

-PORQUE TODO TIENES QUE ESTROPEARLO?! DÉJALA YA VALE? NO TE HA HECHO ABSOLUTAMENTE NADA, DEJA DE MOLESTARLA, COMO LE VUELVAS A TOCAR, O DECIR ALGO TE DEJARÉ DE HABLAR PARA SIEMPRE ENTENDIDO?!- se alejó de ella, y cuando se giró y me miró su rostro se relajó- gracias Max, la llevaré a casa, nos vemos luego chicos- Elio me ayudó a levantarme y colocó uno de sus brazos por mis hombros. Cuando llegamos, suerte la mía no había nadie, recordé que nuestros padres tenían que ir a recoger unos papeles y libros al pueblo de al lado, y la señora Perlman había salido ha hacer unos recados. Elio me hizo sentarme en una esquina cerca de la cocina, lo entendí muy bien porque pero simplemente hice lo que me dijo, después de unos segundos volvió con un paño mojado y me lo extendió, lo puse bajo mi nariz y levanté un poco mi cabeza, mirando al techo, él hizo una pequeña risa por la situación, yo con las piernas estiradas en el suelo, descalza, mi vestido lleno de manchas de sangre, con la cabeza hacia arriba y un pañuelo que anteriormente llevaba en la nariz lleno también de sangre. Se sentó a mi lado, cogió una de mis piernas y empezó ha hacer una especie de masaje, mientras la otra la colocó sobre las suyas, hizo que me estremeciera un poco ya que hubo veces que me apretaba fuerte pero intenté contenerme-