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Estaba acostada en mi cama, con la vista en el techo, pensaba en todo el tiempo pasado aqui, en Enzo, mi padre, Marzia, y Elio, mi querido Elio Perlman. En eso tocan a la puerta, era mi padre.

-hola cariño, puedo pasar?- le dije que si- como estás?- le contesté que bien con una sonrisa, él se sentó a mi lado y me cogió la mano- siento no haber podido estar contigo, ya sebes, este verano como solíamos hacer he estado muy liado y- le corté para darle un abrazo-

-no pasa nada, enserio papá, de hecho, estoy teniendo uno de los mejores veranos de mi vida- dije sonriéndole y separándome de él-

-bien, me alegro entonces- dijo asintiendo con una gran sonrisa- y dime que tal con Elio? veo que ya os llevais mejor no?- dijo él mirándome atentamente, noté como mis mejillas empezaban a calentarse-

-emm sisi, ya hablamos más y eso, es decir solo hablamos, vamos al lago, nada más, por-porque haríamos algo más digo solo- mi padre empezó a reír, yo tapé mi cara con mis manos, notaba que mi cara ardía, seguro que estaba muy roja, nunca se me dió bien esto de mentirle-

-esta bien, veo que os llevais bien entonces- yo le asentí- además es bastante atractivo no crees?- mi padre me miró con ambas cejas alzadas-

-papá!!- él rió más, yo simplemente me abracé a mi almohada para intentar esconder mi sonroje- me dejarías acabarme de preparar a solas? he quedado con una amiga-

-está bien está bien, ya te dejo tranquila, dale un saludo a Elio de mi parte, te quiero- dijo saliendo de la habitación y cerrando la puerta, yo dije fuerte "también te quiero! " para que lo oyera-

me acabé de cambiar y me dispusé a salir para buscar a Elio, habíamos quedado en ir a un pequeño pueblo de al lado que según él no podía morir sin verlo

y ahí estaba él, tumbado en la hierba escuchando música, con su camisa azul verdosa de flores blancas un tanto abierta, unos vaqueros color azul grisoso claro que quedaba a la perfección con su tono de piel, estaba con los ojos cerrados, así que decidí tumbarme a su lado. En cuanto notó mi presencia abrió levemente los ojos por el contraste de luz, poco a poco abriéndolos más para después guiar su mirada hacia mi con una sonrisa, se quitó los cascos y se colocó de lado reposado sobre su brazo mirándome, estábamos en silencio, pero no era un silencio nada incómodo, al contrario, me gustaba observar cada detalle de su cara, cada centímetro de su piel, cuando se me ocurrió una cosa, saqué mi libreta y empecé a escribir, él me miraba con atención, para después pasarle el cuaderno y él leyera lo que había puesto 

Hola, qué tal has dormido?

Me miró extrañado con una sonrisa, sin embargo, bajó la mirada y empezó a escribir, me sentía emocionada, era como cuando en clase te mandabas notitas con el que te gustaba o con tu mejor amiga y estabas ansiosa por saber lo que había escrito. Y por fin me pasó el cuaderno, sonrió al ver mi expresión de emoción.

Muy bien la verdad, y tú? Qué forma más extravagante y emocionante de comunicarnos no crees? me fascina

Pienso igual, no hay mejor manera de comunicarse y expresarse que las palabras escritas

Toda la razón, por cierto, te he traído un nuevo libro, creo que te gustará, se llama "El mar de las sirtes"

Uu, interesante, yo también te he traído uno, se que no te gustan mucho este tipo de libros pero créeme, te sorprenderá

No puedo esperar a leerlo, más si me lo recomienda alguien como tú 

Bonito alago Señorito Perlman, ahora dime, donde vamos a ir hoy

𝑪𝒂𝒍𝒍 𝒎𝒆 𝑩𝒚 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝑵𝒂𝒎𝒆 🍑 Elio y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora