Prologo

1.5K 113 6
                                    

 

Desperté por un ruido extraño, mire la hora aun medio dormido, eran las 2:30 de la mañana.

—     Ta… Tadashi — susurro un pequeño de cuatro años junto a su cama — Tuve una pesadilla — continuo aferrándose a mi brazo.

Le di una cálida sonrisa para poder calmarlo, hace un par de meses nuestros padres habían fallecido y ahora yo era todo lo que tenía.

—     Ven… —  dije dándole espacio en mi cama, el chico no dudo ni u segundo y se

Acomodo junto a mí. — Yo siempre estaré aquí — continúe dándole un abrazo, inmediatamente Hiro se durmió — Siempre… — susurre antes de caer de nuevo en el sueño.

Abrí los ojos de golpe y entre jadeos busque a mi alrededor al Profesor Callaghat (?) pero solo vi una inmensa y fría oscuridad.

—     ¿Dónde… Estoy? — pregunte al aire buscando una mínima señal que me mostrara mi

Paradero.

—     ¡TADASHI! — escuche la voz de mi hermano a lo lejos y retumbara en el espacio como un

eco permanente evitando que supiera de donde venía, sonaba afligida y era acompañada por varios sollozos .

—     ¡HIRO! — grite a todo pulmón buscándolo, intente moverme pero me era imposible, era

Como si la presión estuviera en mi contra, estaba entrando en pánico, tengo que proteger a Hiro a toda costa, le prometí que siempre estaría ahí para él

De repente la inmensa negrura se convirtió en un rayo de luz, mi cuerpo se liberó del invisible agarre y caí al piso mojado pero el horror era que estaba frente a una tumba. Las imágenes de la explosión y de mi hermano siguiéndome se vinieron a mi mente.

—     Hiro… no… — Susurre.

—     Hiro… nos vamos… ¿Nos acompañas? — escuche la voz de Tía Cass, velozmente me gire encontrándome de frente con él, no pude evitar lanzar un suspiro, Hiro estaba bien.

—     Me quedare un poco más — dijo casi inaudiblemente el menor.

—     Ten… — ofreció la mujer dándole un paraguas, la lluvia estaba cada vez más densa sin

Embargo el chico se negó.

—     Que haces Hiro, te vas a resfriar… — comente tomando el paraguas, pero mi mano solo

Atravesó el objeto dejándome perplejo. Volví a intentarlo pero el resultado fue el mismo.

—     ¿Qué está pasando? — pregunte pero la respuesta llego clara cuando Tía Cass se retiro

Atravesándome como si yo no existiera; rápidamente mire hacia la tumba entonces no hubo dudas.

Estaba muerto

Palabras MudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora