ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴅᴏᴄᴇ

ᴀɴɢᴇʟ

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

— ¿Qué? ¿No te gustó?— hablé aunque aún tenía parte de la comida en la boca ¿de dónde saqué tal confianza? No lo sé, pero solo podía mirarlo ahí parado observando parte de su hamburguesa — ¿Hyunjin?— volví a hablar después de un rato, ya sin comida en la boca.

Sonrió levemente — Todos los fines de semana cenabamos hamburguesas— suspiró y miró al frente, donde pasaban millones de personas de distintos sitios — Eran mis días favoritos. Mis padres las compraban y yo solo esperaba a que la noche llegara— mordió solo un trozo — Creo que extraño eso un poco.— se encogió de hombros, aunque en todo el rato ni siquiera me había mirado.

No dije nada en buen rato. Hasta que después de observarlo por unos simples segundos, decidí hablar — Lo que más extraño de mis padres, es cuando solíamos pasar las tardes viendo películas hasta que alguno se durmiera— suspiré y sonreí cuando el rubio me miró atento — Siempre fui hija única y no tenía muchos amigos en ese entonces. Por lo que mis padres eran mi todo.

— ¿Cómo conociste a los chicos?— su tono de voz y su expresión en el rostro me daban a entender que tenía tanta intriga y a mí me encantaba que me preguntaran cosas importantes como aquellos amigos que tengo — Son muy amistosos, pero no todos van en tu escuela.

Asentí — Seungmin desde que entré a esa escuela se hizo mi amigo, él me presentó a Jisung, luego él a Félix y Jeongin se presentó solo porque era menor que todos nosotros— hice una pausa al recordar aquel día en el que el más pequeño nos saludó con una sonrisa tan adorable y sus pequeños ojos semi cerrados — Luego Minho, él es casi mi vecino, vivimos cerca y verlo todos los días pasar frente de mi casa, me hizo querer hablarle. Enseguida congeniamos demasiado.— susurré cuando mencioné a este último, ya que por alguna torpe razón, él hacía que me sintiera indefensa y ciertamente feliz.

— Te gusta— asentí enseguida y este soltó una leve risita que me hizo sonrojarme y agachar mi mirada — Tranquila, no es nada de que avergonzarse, se nota que es un gran chico— le dio otro bocado a su hamburguesa y cuando acabó volvió a hablar — ¿Y el resto?

— Chan siempre estuvo conmigo igual. Es como mi hermano aunque no de sangre— hice una pausa para pensar — Changbin fue el último al que conocí, no tiene mucho tiempo pero igual somos muy buenos amigos. Lo conocí gracias a la loca idea de Jisung de formar un equipo de skate y aquel chico callado se quiso unir cuando los vio practicar en medio del parque.— reí al recordarlo.

Hyunjin no volvió a hablar en un rato, parecía que estaba repasando todo lo que le había dicho. Hasta que sonrió y me miró atento — Yo no tuve muchos amigos, tampoco los tengo ahora.

— ¿Y los chicos?— hice una pequeña pausa para fruncir el ceño — ¿No los consideras tus amigos?— el rubio había quitado esa tierna sonrisa para ahora mirarme con sorpresa, aunque aún se podía ver cierta pizca de emoción — Ellos te consideran su amigo.

Hyunjin soltó una risa nasal y miró a otro lado que no fuera a mí — Cuando me vaya igual no los veré más ¿para qué conseguir amigos cuando siempre tendrás que despedirte?— comió el último trozo y arrugó el papel en donde venía envuelta su comida.

Suspiré para aclarar mejor mis palabras. Comencé a jugar con la liga que tenía en mi muñeca y entonces me puse firme ante su perfil — Hyunjin— este se giró levemente para verme con intriga — ¿Y sino te vas?— su ceño fruncido me hizo entender que estaba confundido, tanto como yo — Me refiero. Dijiste que muchas personas como tú deciden quedarse aquí ¿por qué no lo haces tú también? ¿No te sientes a gusto?

Agachó su vista con una pequeña sonrisa de labios. Se veía triste, era como si pudiese descifrarlo con una simple sonrisa suya. Intenté acercarme, dando solo un pequeño paso al frente, y entonces alzó su vista haciendo que nos miráramos, pero aquella cercanía me había hecho perder la estabilidad logrando que me tambaleara un poco.

— E-Este— me hice para atrás y aclaré mi garganta para quitar mi vista de él — ¿Entonces que opinas?— dije en voz baja mientras miraba al suelo como si hubiese algo interesante que ver.

Tenía curiosidad por ver su expresión, pero aún estaba un tanto nerviosa, y sabía que si lo miraba, esos nervios aumentarían más.
Al final lo miré de reojo y este seguía ahí, mirándome, pero ¡sorpresa! Sus mejillas sonrojadas fueron lo que captaron mi atención. Reí divertida, parecía que estaba atemorizado por su expresión, pero igual se veía indefenso.

— No me mires— susurró de forma adorable aunque juro que él no trataba de ser así — Lo que tenía que decirte es-— aclaró su voz — No puedo simplemente quedarme porque me sienta cómodo con ustedes— me miró atento a los ojos y supe que su seriedad de antes había vuelto — Me gustaría, pero no hay un lazo tan fuerte que me haga anhelar quedarme aquí ¿comprendes?— solo asentí aunque al parecer eso me había dolido un poco — Quiero ayudar a más gente y viendo tu avance, probablemente me vaya antes.— bajó el tono de voz mientras giraba a ver a las demás personas.

No dije nada sobre eso. Me había tomado por sorpresa tanto que las ganas de llorar no faltaron, pero no quería que pensara que era una llorona.

— ¡Minseo!— gritaron por detrás de mí y giré a ver al dueño de aquella voz, aunque ya lo suponía debido a la aceleración de mi corazón — Ey, hola.— dijo una vez que estaba entre ambos.

Luego vi al resto venir caminando tranquilamente con sus patinetas a un lado y en la otra mano un cono de helado cada quien.

— Hola— susurró Hyunjin al ver a Minho. El contrario solo le sonrió, pero parecía que el ambiente se había tensando solo un poco — ¿Quieren que los deje? Igual ya tenía que irme, lo lamento Minseo.— me miró sin mucha expresión. Aunque aquel "lo lamento" me había sonado más seriamente.

Asentí con la cabeza lentamente. El rubio hizo una leve reverencia con mi amigo y se fue camino abajo. Yo lo miraba como si eso ayudara a que se quedase, pero la silueta de Minho frente mío, me hizo desconcentrar.

— ¿Cómo estás?— ladeó su cabeza, chocando sus ojos con mis míos y su sonrisa me hizo sonreír a mí también — Te vi a lo lejos y vine corriendo, pero no sabía que estabas aquí con Hyunjin— se metió sus manos a los bolsillos — Si querías salir, me hubieras dicho para venir contigo.

— Tienes skate Minho— solté sin muchas ganas al notar como se paraba un poco más lejos de mí y ver a los demás chicos ya más cerca de nosotros — ¿Apenas vienen de entrenar?

Asintió — Vimos que hoy iba a llover temprano, por eso nos vamos de una vez. Mañana practicaremos mejor— se encogió de hombros — ¿Te sientes bien? Parece que estás disgustada ¿Es por mi culpa? ¿Querías estar con Hyunjin?— dijo la última pregunta con cierta fuerza en las palabras.

Negué una sola vez para relajar mis hombros y suspirar — No es nada. Solo estoy cansada ¿harás algo ahora mismo?— los chicos se pararon frente de nosotros sin dejar de hablar entre ellos.

Negó enseguida — ¿Vamos a tu casa? ¿Quieres ver alguna película o algo?— sonrió tiernamente y entonces mi atención completa fue a él ahora. Mi corazón se aceleró y el hecho de que Minho estuviera entusiasmado por eso, me hizo sentir igual de emocionada.