ʜᴇᴀʀᴛʙᴇᴀᴛs ᴏғ ᴀɴ ᴀɴɢᴇʟ; ʜᴡᴀɴɢ ʜʏᴜɴᴊɪɴ

ᴠᴇɪɴᴛɪɴᴜᴇᴠᴇ

ʜᴇᴀʀʙᴇᴀᴛs

ᴄᴏʀᴇᴀ ᴅᴇʟ sᴜʀ.

Ponía todo lo necesario en la cesta que cargaba Hyunjin. Yo miraba con detenimiento la lista que hice en mi celular, mientras íbamos en el autobús.

— ¿Y si nos separamos? Así acabaremos antes...— habló después de un rato. Solo con mirarlo de reojo tan seriamente, el rubio decidió asentir sabiendo que la repuesta era obvia — Solo era una idea.— soltó un suspiro como conclusión.

Por último fuimos a la farmacia fuera del supermercado. Pedí las vitaminas que la enfermera me dijo y nos fuimos directamente a la casa de Hyunjin.
Recién entramos, no noté nada raro, pero el chico a mi lado intentó arrebatarme las cosas de las manos de manera nerviosa.

— Déjame llevarlas a la cocina, luego puedo acomodar todo yo solo.— jaloneó las bolsas de plástico, pero no me dejé haciendo que nos retáramos con la mirada. Pero al final él se cohibió tan de repente.

Caminé lentamente y Hyunjin me seguía el paso como si le diera miedo que encontrara algo equivocado. Mis ojos visualizaban todo, pero nada parecía fuera de lugar, o al menos no era algo sospechoso.

Solo hasta que entré a la cocina y dejé las bolsas sobre la barra del centro. Saqué todo y me dirige a las repisas para intentar abrir las pequeñas puertas.

— ¡No!— tomó de mis muñecas y me hizo girar completamente para quedar a solo centímetros de nuestros rostros — Te dije que puedo hacerlo yo solo ¿por qué no solo te vas y ya? Minho debe de estarte esperando o algo, yo que sé.

No dije nada, solo lo miré seriamente, intentando descifrar que carajos escondía. Solté mis manos de su agarre de manera brusca y lo empujé con mis manos sobre su pecho para alejarlo lo suficiente de mí.

Me giré y abrí las repisas.
Estaban repletas. Literalmente cada centímetro de su repisa estaba llena de comida, empaquetada aún e incluso algunas tenían fechas de caducidad que daban a entender que ya estaban echadas a perder.