cuarenta y tres

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Scorpius

Sabía que nos estaban buscando pero el miedo a nos ser encontrados me estaba matando, habiamos regresado a la casa de Camille (por qué pensaban que el papá estaban en la ciudad pero justo hoy salio a Francía por un traslador dejando la casa sola perfecto para escondernos aquí.)

—¡ALBUS! ¡¿ ME ESCUCHAS?!—grite por tercera vez esperando escuchar una respuesta.

—¡¿SCORPIUS?!—la voz de una chica se escucho como respuesta no era la de Camille ni de la profesora Baker, no era de nadie de que yo conociera, soñaba con escuchar la voz de Rose o de mi mamá pero no reconocía la voz—¡¿SCORPIUS MALFOY?!

La voz seguia gritando pero el miedo se apodero de mi y no conteste.

—¡¿ALBUS POTTER?!—ahora la misma voz le gritaba a mi amigo pero al igual que cuando yo gritaba nadie contestaba.

Rose 

Juraba que los había perdido pero una mano me agarro y no era la de mi primo era más delgada y tenía unas uñas ligeramente grandes y bien cuidadas.

—Te tengo Weasley—dice cerca a mi cara en un susurro— y si gritas le dices adios a tu primo.

—No por favor—dije casi susurrando mientras buscaba a Teddy.

—Oh no, yo hablaba del Potter—me responde mientras me quita la capa de la cara.

Me quedo quita sin saber que hacer sin ver a Ted, el miedo me invadió y me quedo atrapada en su mano.

—Así me gusta—dice y desaparecemos juntas.

Siento un desgarre por primera vez en una desaparición, un dolor profundo en mi brazo derecho por donde me esta agarrando.

—Mierda—dice al soltarme—te dije que no te movieras.

Siento que su varita me toca el hombro adolorido, el dolor desaparecía de poco a poco pero seguía sin poder moverlo al ver eso la profesora Baker agrega una venda en mi brazo.

—Camina Weasley—dice mientras me apunta con su varita apuntandome hasta una casa algo grande y colorida—Hermione Granger o mejor dicho Hermione Weasley siempre ha sido una inspiración para mi por eso nunca trataron de desaparecerte a ti--empieza hablar—pero eres muy metiche niña así que por más que tu madre sea mi héroe es hora de que acompañes a tus tontos amigos.

Claro admira a mi madre pero ayuda a la loca de su tía, que hermoso.

—Quieta o a tu primo se muere—dice algo asustada pero me hace avanzar hasta el final del pasillo.

—ALTO SEÑORITA—dice una voz a nuestras espalda y eso me hace botar todo el aire que no sabia que estaba aguantando.

—¿O qué?—pregunto la profesora Baker sacando su varita apuntandome en el cuello.

—Tengo aurores por toda la casa buscando al señor Potter y Malfoy creo que hizo mal en traer a la señorita Weasley aquí—dice con la varita en alto y atrás de ella aparece Teddy  haciendo que suelte otro suspiro de alivio al verlo sano y salvo.

El agarre pasaba de fuerte a suave y luego de suave a duro tan rapido dejándome todavía entre sus manos, no sabía lo que pasaba por su cabeza pero sabía que no era bueno.

—Si siguen aquí significa que todavía no encuentran a los chicos y eso me da una ventaja entre ustedes—dice mientras me suelta y me empuja en la dirección de mi primo haciendo que casi me caiga. 

—Pues no podrás sacarlos con nosotros acá—le dice Teddy sonriendo—y ni se te ocurra aparecerte por que hemos puesto un hechizo que no te deja aparecerte dentro de los terrenos de toda la casa.

Me gustas Scorpius MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora