Me gustas Scorpius Malfoy

treinta y cinco

Rose Weasley

Estaba nerviosa, veía unas pocas lágrimas cruzar su rostro mientras hablaba con Lyssander, ¿qué tan malo era para que este llorando?

—¿crees que sea tan malo?—dijo Hugo sin quitarle la vista de encima

—espero que no—responder Frank mirando curiosamente a su hermana

El almuerzo estaba por terminar pero al parecer la conversación entre Lyssander y Alice no tenía fin. Todos teníamos el resto del día libre puesto que hoy es sábado pero igual teníamos que buscar un lugar donde hablarlo con Alice sin ser interrumpidos.

—¿la torre de astronomía?—Lily es la primera en sugerir un lugar

—no, puede subir alguien—respondió Hugo—¿a orillas del lago negro?

—ya está haciendo algo de sol así que lo más probable es que encontremos gente ahí—dice James

—¿la sala de los menesteres?—propongo

—me parece genial, nadie va a esos lugares a menos que hagan una fiesta—comentó Fred apoyando mi idea

Luego de un rato acordamos ir a la sala de los menesteres cuando Alice este lista para hablarnos.

Cuando terminaron de hablar vimos a Lyssander en un semblante serio que me hacía pensar en lo peor, mientras que Alice tenía la mirada perdida mientras que su rostro tenía marcas de las lagrimas secas.

—chicos tengo que hablar con ustedes—su voz parecía que estuviera en otro lado

—vamos a la sala de los menesteres ¿te parece?—al mencionar Frank la sala Alice se pone un poco más pálida de lo normal parece que lo piensa muy detalladamente, dirige su mirada a la mesa de Slytherin pero al no ver a nadie asiente lentamente

—sea lo que sea siempre estaremos contigo Alice—dice Hugo dándole un pequeño apretón de mano para luego soltarla

Mientras caminamos sentía que Alice se arrepentía de haber dicho si, su mirada la delataba sin hablar de su nuevo tic en la boca que se le acaba de crear.

—chicos antes que nada lo siento mucho—dice rápidamente mientra caminaba tres veces delante de la puerta

—estamos contigo Alice, y nunca te dejaríamos sola—dice Frank mientra se paraba frente a la puerta que se acaba de formar

—yo la abro—y antes que hablara con su varita susurra un hechizo y la puerta se abría para darnos paso a una habitación oscura

La habitación estaba oscura y sin nadie adentro, pero por la bandeja vacía a un lado nos daba a entender que había alguien.

—ahora no—dice una voz y una muy familiar para mi gusto

—¿Scorpius?

El silencio me atormentaba pero aún así no era capaz de ir hasta la voz.

—¿Rose? ¿Eres ... tú?

—Lumos—digo como respuesta acercándome hasta llegar a un Scorpius vendado y amarrado—¡Scorpius!

Y ya no soy solo yo tratando de desamarrarlo, Fred y James estaban junto a mi ayudando pero cada nudo que desamarrábamos se creaban dos más.

—está encantada—dice Alice después de un rato

—¿Cómo sabías que él estaba aquí?—cuestione luego de bajarle la venda ya que era lo único que la magia no me impedía en ayudarlo, pero él seguía sin abrir los ojos como si estuviera dudando en hacerlo