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El timbre de la casa sonaba repetidas veces en el sueño del joven omega, pero sus ojos se abrieron y la realidad le pegó al darse cuenta de que era el verdadero timbre de su casa.

Con el cabello vuelto un lío, se levantó con pereza para abrirle a sus amigos, cabe destacar que aún seguía sonando el timbre.

—¡Ya va!— gritó desde las escaleras, cepillándose los dientes rápidamente. El molesto ruido se detuvo por un momento, pero nada es para siempre y segundos después empezó nuevamente a sonar. —¡Que ya va!

Casi corrió escaleras abajo para abrir la puerta y que sus amigos se detuvieran.

—Hasta que por fin nos abres la puerta. — Se queja Félix, entrando al hogar como si fiera de él, y detrás el omega menor.

—Buenos días para ti también, Félix. — JiSung bostezó tranquilamente, escuchando la risita de JeongIn.

—¿Buenos días? Mejor dicho ¡buenas tardes!

—Ay no empieces apenas son — se detuvo a mirar el reloj que había en la sala y —; las tres y quince de la tarde...

JiSung sonrió con nerviosismo, buscando el perdón con sus lindos ojitos en Félix y JeongIn.

—No pasa nada hyung, al menos descansaste.

—También trajimos comida. —Dijo Félix colocando una bolsa de papel encima de la mesita que la sala poseía.

—Uh, comida~

Sus dos amigos se sentaron en el gran y cómodo sofá, mientras JiSung se posicionaba en el suelo frente a ese par, abriendo la bolsa y comer todo lo que sus amigos le trajeron.

Ahora si, se saludaron correctamente, sacaron algunos temas mientras JiSung terminaba de comer para hablar de temas un poco más serios, porque esas mejillas llenas de comida de verdad que no ayudaban a la concentración de ese par revoltoso, llamando a cada rato a JiSung "ardillita".

Entre risas y palabrerios, JiSung logró terminar ese almuerzo y su primera comida.

—Muchas gracias, chicos.— agradeció mientras suspiraba y con una mano sobaba su pancita.

—Luego no digas que no te queremos, hmph.— Refunfuñó con ternura el maknae del grupo, cruzándose de brazos, provocando risitas en los otros dos chicos.

—¿Qué tanto hicieron ayer sin mi? — preguntó dolido el omega, tocándose el pecho dramáticamente.

—Mejor pregúntale a Innie. — Respondió un tanto seco el pelirrojo del grupo.

—¡Félix! Dijiste que no lo ibas a mencionar... — El joven jugaba con sus deditos algo apenado.

—¿Qué sucedió?

—Me abandonó un rato solo por ir detrás de ese alfa de cuarta. — Respondió sin más.

—¡Es que...! Fue inevitable... me atrae mucho, tu me entiendes, ¿cierto JiSung? — Cuestionó con sus ojitos cristalinos y una expresión de súplica.

—Yo... —No sabía que responderle al pequeño Innie, a la par que se sentaba en el sofá en medio de sus amigos y de manera casi inmediata, ese par se le pegó como chicle a un zapato.

—Te extrañé tanto ayer, Félix me molesta mucho cuando tú no estás.

—Si no hubieras ido detrás de ese alfa, no te molestaría.

—¡Pero...!

—¡Mejor cambiemos de tema! — Interrumpió Félix al menor, de verdad que no quería arruinar su humor con una pequeña discusión que al final no tendrá una respuesta concreta.— ¿Qué tal te fue ayer, Sunggie?

❛La última vez que se amaron❜ x 〘MinSung〙 x「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora