❛La última vez que se amaron❜ x 〘MinSung〙 x｢Omegaverse｣

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La semana transcurrió de lo más normal. JiSung y MinHo estaban completamente locos por ellos mismos y su relación no dejaba de crecer, convirtiéndose casi inseparables, escapando de vez en cuando en los descansos sin que nadie se diera cuenta, solo para decirse al oído lo tanto que se amaban. Y todo sería perfecto, de color rosa, si no fuera por el cambio repentino de JoengIn, en donde esta semana no presentó ni una sola vez al colegio, ni la siguiente semana, ni siquiera la siguiente de esa.

Los mensajes no los contestaba, las llamadas iban directamente a buzón como si el celular permaneciera apagado, y cuando el par de amigos visitaba su casa nadie salía a recibirlo o la mamá del omega le decía que estaba en casa de su padre, lo cual no era mentira, pero al no saber donde vivía el padre de Yang no podían hacer nada.

Casi un mes después JeongIn volvió al colegio, pero con una actitud apagada, ojeras bastante notorias y esos lindos ojitos brillosos que te alegraban con una sola mirada ya no se encontraba por ningún lado. Félix y JiSung no le preguntaron nada, tal vez era un tema delicado con su familia o solo no querían molestar al omega que se veía mas sensible y temperamental que antes. Ya no era alegre ni bromeaba con JiSung sobre sus desgracias que hacía verlas divertidas, ni siquiera llamaba a sus amigos con tiernos apodos...

JeongIn, prácticamente ya no era JeongIn.

Los meses pasaban y Yang se alejaba cada vez más de ese otro par, los evitaba a toda costa, diciendo excusas bobas que eran mas que obvias que eran mentiras puras sin siquiera esforzarse en decir algo creíble. El par creyó que lo mejor era darle su espacio y esperar a que todo se tranquilizara, porque aunque le preguntaran a JeongIn qué le ocurría este decía que nada, cambiando de tema inmediatamente. También notaron que JeongIn rechazaba cualquier tipo de contacto, tanto físico con visual, notando la incomodidad e incluso miedo en el rostro del pequeño chico.

Casi cuatro habían transcurrido en donde mil y un cosas sucedieron en las vidas de todos, cosas buenas y malas. Félix y JiSung y sus demás compañeros se encontraban en la última clase del viernes, la cual era filosofía. JiSung no dejaba de suspirar por lo bobo que lo volvió el amor y Félix no dejaba de lanzarle bolitas de papel para ver si su amigo reaccionaba a algo, pero nada sucedía.

JiSung sintió su vista volverse borrosa y su cabeza dar vueltas, levantándose repentinamente con bastante ruido llamando la atención de algunos estudiantes, pero fue mayor esa atención cuando salió corriendo del salón en busca del baño y un inodoro en el cual vomitar a pesar de no haber comido casi nada durante el día.

El profesor gritó su nombre varias veces, pero su preocupación fue tanta que también salió corriendo del salón detrás del chico, escuchando por fuera del baño como este vomitaba y sollozaba. MinHo entró al cubículo donde JiSung se encontraba arrodillado con la cabeza metida en el inodoro, expulsando lo poco que su estómago contenía. El mayor acariciaba con cierto pesar la pequeña espalda, decidiendo tomar su celular para mensajear a un conocido que era médico. JiSung se quedó en el baño y MinHo regresó a clases por petición del menor.

Nadie preguntó nada, ni siquiera Félix quien estaba bastante preocupado por su amigo, por su Sunggie...

La clase terminó casi veinte minutos antes, puesto a que MinHo no podía sentirse tranquilo y menos con la unión que ambos tenían pues podía sentir la desesperación y estrés que JiSung estaba experimentando en esos momentos, decidiendo tomar al omega a su casa y que fuera revisado por un viejo amigo, pero cambió de idea cuando este le dijo que era mejor verse en el consultorio puesto a que era una urgencia.

El alfa entró con el menor en brazos, sentandolo en la camilla donde su amigo le indicaba, se saludaron brevemente mientras el médico revisaba desde lo más básico hasta lo más complejo. Revisó la temperatura del omega que estaba algo elevada, su ritmo cardiaco estaba acelerado, de su frente caían gotas frías. Por simple curiosidad, el doctor Bang masajeó suavemente la pancita del omega.