Frígida › jjk ✓

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 կ

Los labios de Jungkook agarraron los míos, estaba encima de él, sentado en el sofá de mi apartamento, con cada una de mis piernas al costado de su cintura. Sus manos se colocaron en mis muslos mientras los acariciaban de arriba a bajo.

Nuestros labios estaban necesitados del otro, los labios de Jungkook eran una perdición, era como un veneno que te hacía morir al instante. Mis brazos me sujetaban de sus ancho hombros. Con mis manos agarré su cabello cada día mas largo, halándolo sin fuerza, solo consiguiendo que el beso se intensificar mas.

Nos devorábamos él uno al otro, abriendo nuestras bocas hasta donde podían. Nuestras lenguas también se unieron a nuestra cometida, poniéndolo más candente de lo que ya era. No dejaba de sentir el frío en mi estómago y mis fluidos descender específicamente por la tela de mi braga, siendo la única que me separa del miembro de Jungkook, el cual crecía con solo un beso de ambos.

No podíamos ni siquiera coordinarnos bien de lo desesperado que estaba siendo todo. Las manos de Jeon llegaron a mis glúteos y su mano derecha impactó haciendo un sonido bastante chillón, solté un quejido en su boca, comenzando a mover mis caderas como lo había hecho antes y como Jungkook me dijo que estaba bien. Quería mas roce, quería sentir carne con carne, pero no era el momento y lo sabía. Mi humedad se restregaba con el bulto enorme de Jungkook.

-Yeong... -suspiró él.

-Kook... -Suspiré yo.

-Si continuas así terminaré follándote ahora mismo -nos miramos a los ojos, soltando chispas de deseos.

-¿Y que te impide hacerlo? -jadeé aumentando mi velocidad encima de él.

-Nada, pero aún no -apretó mis glúteos provocando que suelte un gemido que lo hizo sonreír -Eres deliciosa, creetelo -me guiñó un ojo.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-Ya me la estás haciendo -detuve mis movimientos cuando dijo eso -Hasla -volví a retomar mis movimientos pero mas profundos, llegando a tener contacto su tela rugosa y la mía suave con mi clítoris.

-¿Me deseas? -lo dije en un hijo de voz, sintiendo mi límite cerca al rosar tanto tiempo mi clítoris.

Su rostro se acercó a mí, pasó su mano por mi nunca atrayéndome a él volviéndonos a besar. Ambos temblamos e hice una mueca de dolor cuando apretó su agarre en mi nunca de una menera posesiva. Sentimos el orgasmo bajarnos a la misma vez y de la misma manera que antes, sin apenas quitarnos la ropa.

-Mucho -susurró y yo sonreí.

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-¿Y ahora es que me cuentas? -mi amigo Jimin puso su mano en.su pecho como si estuviera verdaderamente dolido.

-¿Preferías que no te contara nunca? -comenté, miré al profesor que giró hacia nuestros puestos alerta de todo sonido.

-Y... ¿Qué tal te a ido? -siguió susurrando.

-Estamos en plena clase, no creas que te diré ahora -escribí lo que el docente apuntaba en la pizarra.

-¿Ni siquiera el mínimo detalle? Por dios Yeong, a todo el mundo le interesa saber que tal es Jeon Jungkook en la cama -rodeé los ojos. No tenía que decirme algo que ya yo sabía, pero con mas razón no iba a decirle ahora, lo que yo tenía, era solo mío y de mas nadie, no me apetecía contar lo que todo el mundo quería oír -Yeong -me llamó.

-Señorito Park, señorita Yeong ¿Tienen algo importante que compartir con toda la clase? -los dos nos miramos al ser nombrados, iba a asesinar a Jimin.