Frases de mil insomnios.

La chica de mi colegio.

Hay una chica con la que me voy al colegio.

Ella siempre esta sonriente y juguetona.

Es bromista, cariñosa y muy extrovertida.

Me pasa por la cabeza la pregunta "¿cuantas sonrisas falsas dará al día?".

Hay una chica con la que me voy al colegio.

Hoy ha estado callada durante el trayecto y he tenido que chasquear los dedos un par de veces frente a sus ojos para sacarla del trance.

Me pasa por la cabeza la pregunta "¿será que sus problemas se han hecho tan grandes como sus ojeras?".

Hay una chica con la que me voy al colegio.

Aveces sonríe mientras mira por la ventana, pero es una sonrisa nostálgica, triste y vacía; más que una sonrisa, parece como señal que extraña algo... a la vieja ella, he de suponer.

Me pasa por la cabeza la pregunta "¿sus días se habrán hecho tan largos y pesados como sus mangas y sudaderas?".

Hay una chica con la que me voy al colegio.

Siempre anda de mal humor, ya nunca se despide, su voz es tan rasposa como sus manos y su cabeza está tan enmarañada como su cabello. Ya no le importa convinar colores ni fijarse por done camina. Le da igual aprobar o reprobar, incluso le da igual llegar tarde o no llegar.

Me pasa por la cabeza la pregunta "¿la vida se comió ran rápido su semblante tan puro para demostrarle que no puede andar por ahí por la vida siendo verdaderamente feliz?".

Había una chica con la que me iba al colegio.

Dejó una nota diciendo a sus padres que lo sentía, a su hermano que lo amaba, a sus amigos que los extrañaría, y a la chica con la que se iba al colegio le dejó escrito que ella aún tenía salvación, que no se rindiera, y que estuviera segura de que sabe como se siente, que sabe lo que piensa mientras ve por la ventanilla del auto, y nota todas las sonrisas forzadas que da.

Me pasa por la cabeza la pregunta "porque si sabía como me sentía, ¿nunca nos acercamos a apoyarnos?.

Hasta pronto, chica.