-Entonces es todo.
-Así parece.
-Quiero hacerte unas preguntas antes de... bueno, de que esto termine.
-En verdad, no creo que eso sea lo mejor.
-Quiero hacerlo, tal vez me haga bien.
-De acuerdo, te escucho.
-Primera, ¿Todas esas estrellas que me regalaste seguirán siendo mías?
-Todas y cada una de ellas siempre tendrán nuestros nombres grabados.
-Segunda, ¿Todos los dientes de león que soplamos juntos cumplieron tus deseos?
-Sí, mi deseo siempre eras tú.
Cerró los ojos y tomó aire antes de hacer la última pregunta.
-Tercera pregunta... ¿Conservarás ese feo suéter que te hice para navidad?
-Dormiré con él hasta que no te extrañe más.
-Creo que es todo...
-¿Cual es el punto de todo esto?
-Saber si el día de mañana todas mis estrellas las tendré que compartir con otros ojos, si todos mis dientes de león serán soplados por otros labios o incluso si ese suéter termine al fondo de tu armario mientras te abrigan unos brazos más cálidos.
Se acerca, toma sus mejillas y obliga a que sus ojos cristalinos miren a los propios.
-Escucha, somos jóvenes, podemos volver a enamorarnos, volver a soplar dientes de león, contar estrellas o incluso hacer veinte suéteres más, pero nunca nadie va a ocupar los recuerdos, el tiempo ni el espacio que tenemos dentro de nosotros, y si eso es lo que te asusta, no te preocupes, las personas solo sienten el primer amor una vez en su vida.
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Frases de mil insomnios.
Teen FictionEstos son diversos textos que organicé en las partes finales de mis cuadernos que necesito guardar. Pronto quemaré todas esas hojas para borrar parte de un pasado. Disfruten.