Recaída

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No me avergüenzo de las marcas en mi piel, al contrario, agradezco cada una de esas líneas porque todas representan un escalón, cada una me lleva a la salida de este hoyo oscuro en el que he estado atrapado por años.
El único problema es cuando tengo las recaídas. Es como si estuviera al filo de la salida, como si el sol finalmente entrara por una puertecita que he estado buscando durante mucho tiempo en una cueva oscura, entonces un impulso me gana y decido voltear en otra dirección solo un segundo, al regresar la mirada pierdo la luz, la puertecita se movió de lugar y ahora vuelvo a estar a ciegas, a gatas tratando de hallar la salida, tratando de hallarme una vez más.
Hoy me he hecho daño después de 6 meses. Hoy volví a crear rubíes goteantes desde lo más profundo de mi dolor, dándoles cuerpo en mis muslos y dejando que descansen en mi sabana favorita. Hoy me rodaron diamantes por las mejillas empapando una carta de despedida que jamás voy a mostrar. Hoy fui un derroche de piedras preciosas que nacieron en la parte lóbrega y fría de mi corazón.
Hoy limpié mi cronómetro y anoté mi récord en una hoja de papel. Empieza el juego de nuevo, la hoja en blanco, la suma desde cero, la escalada desde abajo. Suspiro y me abrazo para hacerme saber que lo hice bien.
Agarra aire, Daniel, vamos para arriba una vez más.

Frases de mil insomnios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora