Memorias olvidadas.

2.La fiesta "PARTE I"

-Travis no quiero hacer esto, esta noche no puedo estar como si nada caminando a estas horas.

-Pero si es temprano hombre apenas las once menos veinte ¿No me digas que estas pensando en regresar a tu casa? Rafael y Tephie ya han de estar esperándonos en la fiesta. ¡Amigo esto sera grandioso, la mejor noche de tu vida!

Nos dirigimos a la fiesta de Graciela ha unos minutos de mi casa, ya había hecho esto de fugarme antes pero mis padres me pillaron y pase un mes completo castigado, escapamos de noche cerca de las 10:30, yo llevo puesto una chaqueta negra y me he puesto mi camisa favorita la cual me regalo mi mejor amiga, un pantalón roto y debajo una de mis pijamas para evitar el frío, aparte que no gusto que vean mis delgadas piernas. Travis es un muchacho de buen parecer, alto, rubio y de ojos color avellana, el es mayor que yo, su edad es de casi veinte años pero para ser sincero, siento que su mente es de un niño travieso aun. Si vestimenta actual es un pantalón negro, una camiseta y su pasa montañas con el cual piensa meter un par de sustos durante la fiesta.

A unos pasos de llegar me detuve sin darme cuenta y al voltear a un lado mi sorpresa, esa maldita casa... Puedes llamarme paranoico pero en este momento ay alguien observándome puedo sentirlo ¿Lo puedes sentir tu? Creo que al acercarme la sensación empeora, pero no puedo evitar estar atraído por esta inusual casa que posee vidrio auto reflejante.

-¡Travis ven a ver esto!

-¿Que? Porque andas parado allí idiota llegaremos tarde y sera tu culpa si no alcanzamos a beber algo, deja de ver esa ventana parece que quisieras entrar a llevarte algo.

-Pero ¿Como? Por lo que yo se aquí no he visto entrar ni salir a nadie...

-Quien sabe, a lo mejor los papas trabajan siempre y si tienen hijas han de estar muy buenas como para dejarlas salir jajaja.

-¿Tu no sientes que alguien ve desde el otro lado?

-¿De cual has fumado? Que de seguro era fuerte.

Travis es un idiota incrédulo, se muy bien que hay alguien allí, no se pero un sexto sentido me lo dice, no es primera ves que esta peculiar casa me espanta, juro que un día se escuchaba gritos desde allí dentro.

Travis decidió adelantarse ya que yo me quede un momento en paralizado... reaccionando seguí caminando, recordé otros sucesos extraños como el día que pase por primera vez; siendo nuevo en la colonia aunque desde niño crecí en estas calles, mientras jugaba decidí expandir mi mundo de juegos, nunca había salido solo de mi callejón y ese día teniendo mi bicicleta me atreví hacerlo, comencé mi recorrido por un parque pequeño llamado la Roma dando vuelta en el campo de fútbol, sabia de otro parque que era ¡inmenso!

Pedaleo a mas no poder tomando la calle principal y girando en un callejón luego de una Neveria de helados y frente un puesto de tacos, bajaba por allí cuando mi bicicleta se detuvo sin razón alguna haciendo me caer al suelo, raspado y tratando de pararme escuche una carcajada de una niña pequeña, corrí muy asustado incluso deje mi bicicleta tirada en el suelo, mis padres tuvieron que lidiar con mis heridas, el susto, ir por la bicicleta y por mi "loca imaginación" según decía mi padre. Llegue a la fiesta ya había comenzado y Travis ya me llevaba varias cervezas adelantado, ya se encontraba con Rafael quien es un muchacho alto un poco bobo y despistado que gusta de experimentar sustancias que alteran su realidad, ese día alardeaba de a ver conseguido unas pastillas de un color rosado, decía que con ella podías salir volando al espacio. Insistió en darme una pero ni loco pienso meterle esa cosa a mi cuerpo...