4.- Yuu... I'm so...

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Para el día siguiente establecieron una rutina: recolectarían información en las mañanas, mientras Ferid dormía (para pasar el aburrimiento) y luego en la tarde-noche apoyarían el entrenamiento de Yuu. Debían estar todos, incluso Crowley y Ferid, para controlarlo si el serafín enloquecía. Así fue como luego de comer, salieron al patio principal del terreno portando sus armas y repasando las posiciones para contener al serafín. Yuu se quedó atras, contemplando la mansión de Ferid a sus espaldas.
- Yuu-chan, ¿estás bien? No te estarás sintiendo enfermo o algo parecido, ¿o si? - preguntó Mika, aún preocupado por el día anterior.
- No, no realmente... aunque, si me siento un poco mareado.
Miraba la mansión con una expresión que no podía descifrar.
- ¿Qué sucede?
- Se parece... a la mansión de Ferid en Sanguinem...
Ah, así que era eso.
- Es igual de espeluznante, ¿no crees? Ese lugar... donde por nuestro bien ibas para que bebiera tu sangre. Por nuestra familia... - apretó los puños, el recuerdo aún lo perturbaba - Yo debí ser quien haya ido.
- Oh. ¿Entonces preferirías que fuera yo el mitad demonio?
Yuu abrió los ojos... bueno, no lo había considerado por ese lado.
- Ehm, no.
El vampiro alzó una ceja y rió.
- Ya llegamos hasta este punto, ¿no?
- Bueno, al menos es posible traerlos de vuelta. Solo debemos rescatar a Guren y...
- Otra vez con eso. - ya volvía a molestarse - Guren es el culpable de todo esto, para empezar.
- ¿Intentas culpar a Guren de que Akane muriera?
La conversación estaba subiendo de tono rápidamente.
- No, estoy diciendo que él no me importa. Pero además de eso, ¿cual será el costo de realizar el experimento del serafín? ¿Terminará de exterminar a la humanidad? ¿Se llevará la vida de tus nuevos amigos?
Yuichiro lo escuchaba sin inmutarse. Ya se había decidido, debía hacerlo por sus amigos... y por Mika. Si quería volverlo humano de nuevo, debía seguir adelante.
- Esto es una trampa de arena movediza, Yuu-chan, y te estás hundiendo. Apenas pudimos reencontrarnos vivos, si eres codicioso y buscas más te convertirás en otro Guren Ichinose... serás un demonio, ¿es eso lo que quieres?
- Ah, él ya es un demonio, sabes. - Interrumpió Narumi, que se había acercado mientras discutían. - Gracias a cierta persona que se volvió un vampiro, se sintió culpable y decidió que, con tal de ayudar a esa persona, estaba bien con ser un demonio.
El rostro de Mika pasó de la molestia a la sorpresa en menos de un segundo.
- ¿Eh?
- ¡Oye! ¡No te metas con Mika, Narumi!
- No estoy tratando de pelear. Solo decir que no está argumentando desde un punto justo. Solo quiere convencerte de dejarnos y huir con él.
Mika volvió a enojarse, y estaba por escupir su odio sobre Narumi, pero la mirada de reproche de Yuu lo detuvo. Claro. El quería que todos se llevaran bien, así que intentó calmarse antes de hablar.
- Lo siento. No es eso, Narumi, solo estoy... nervioso. No quiero volver a perder a mi familia.
- Estamos juntos en esto. Debemos cuidarnos entre nosotros, al menos.
Mika bajó la mirada, pero asintió. Con eso dieron por cerrado el tema y fueron hasta donde Crowley los esperaba, con una jeringa en la mano.

- - -

Aquel día lograron hacer dos intentos, y Yuu no pudo controlar al serafín en ninguno. Tampoco al día siguiente, pero al menos la violencia del serafín hacia sus compañeros había disminuido, lo que era una buena señal. Al tercer día, Yuu fue igual: menos violencia, pero nada de control. El escuadrón se veía desanimado, así que Ferid decidió alegrarlos de momento, diciendo que aquella noche los recompensaría con un banquete por su esfuerzo. Todos parecían más animados con eso, excepto Narumi. Mientras los demás caminaban hacia la mansión, detuvo a Mika para hablar con él.
- ¿Qué quieres? - dijo este, cortante.
- Quería preguntarte algo, ahora que Crowley y Ferid son nuestros "compañeros". Tú eres un vampiro, así que dime, ¿es posible para la presa convivir con el depredador? Y no es que haya olvidado lo que sucedió hace unos días, por cierto.
Oh... lo de la habitación. Miró sus pies avergonzado, sintiendo asco de si mismo de solo recordarlo.
- Lo siento. Sé que es desagradable permanecer juntos...
- No me refiero a eso. Quiero saber qué tanto podemos confiar en un vampiro.
Se quitó un guante ante la mirada confundida de Mika, luego, hizo un corte en su brazo y dejó que la sangre goteara. Lo vio abrir los ojos y sonrojar, sin poder apartar la vista de la sangre fluyendo; era evidente que la deseaba, que la sed ya quemaba su garganta.
- Mikaela, yo confío en ti. Por eso quiero escucharte primero. ¿Cuánto tiempo más puedo confiar en ti? Ferid dijo que los vampiros no tienen emociones más allá de la sed, ¿es así?
Mika se esforzaba por respirar entre la sensación sofocante que sentía. "Ugh".
- Siempre estuve observándote, y ya es tiempo de que tengas hambre. Ahora, viendo esta sangre, ¿cuánto de humanidad queda en ti?
Narumi observaba atentamente cada reacción del vampiro, notando cómo luchar contra la sed le significaba un gran esfuerzo. Apretaba los dientes y mantenía una mano en su pecho como si quisiera detener el dolor que le producía, pero no tardó en caer de rodillas mientras intentaba recobrar la compostura. Aquello era una muy mala señal.
- Lo que me preocupa es que tu apego a Yuu sea por su sang..!
Un puñetazo en el rostro tumbó a Narumi; era Yuu, que al voltear había visto la escena y no se había detenido a preguntar. Ahora estaba de pie ante Mika, confrontando al mayor.
- ¡¿Qué crees estás haciendo con Mika?!
El escuadrón se acercó corriendo a ver qué ocurría, siguiendo a Yuichiro, mientras eran observados por los vampiros. Narumi se pasó una mano por la mejilla golpeada y continuó presionando como si nada.
- Vamos, dime, Mikaela. ¿Sientes algo más que sed por Yuu?
El rubio estaba clavado al piso, en blanco. Fue el azabache quien habló.
- ¿A qué te refieres?
- Cuando la sangre de Yuu no sea suficiente, ¿qué te quedará, vampiro? ¿Sientes algo?
- ¡Narumi!
- Está bien, Yuu-chan. - dijo Mika poniéndose de pie - Él tiene razón; mis emociones se han desvanecido desde que me convertí en un vampiro...
- No, Mika, eso no es...
- Es cierto. Yo... apenas puedo contenerme contigo...
Tenía una mezcla de pena y rabia, ¿por qué? ¿Era la sed? A su lado, Yuu lo miraba con pena.
- Mika... no es así, es solo que estás hambriento... vamos, bebe cuanto quieras y...
- ¡No es tan simple, Yuu-chan!
No se atrevía a mirarlo a los ojos. El hambre no se iba y le quemaba, en especial con Yuu ante el. Lo mejor que podía hacer era alejarse en ese momento antes de que terminara haciendo algo de lo que se arrepentiría luego.
- ¿Mika?
- Iré a dar un paseo... lo siento.
Lo observaron saltar hacia fuera de los terrenos de la mansión, pero cuando Yuu estaba por seguirlo fue detenido por Ferid.
- Déjalo ir, Yuu-chan.
- ¡Pero..!
- Haz lo que dice, Yuu. - corta Narumi.
Yoichi y Kimizuki aparecen entre ellos, a modo de separarlos antes de que se arme una pelea.
Ferid, quien había estado observando con atención el intercambio, vuelve con Crowley silbando con alegría.
- Pareces divertido.
- Oh, lo estoy~ Creo que encontré la pieza que faltaba para controlar al serafín.
- ¿Y esa es?
- Observa y verás, Crowley-kun~
Ferid fue tras Mika, mientras Crowley se quedaba para vigilar a los humanos.

Warm & Fuzzy   [ MikaYuu ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora