Warm & Fuzzy [ MikaYuu ]

8.- Because of Yuu

Yuu despertó horas más tarde cuando llamaron a su puerta. Se levantó y vio junto a él una bandeja con desayuno, y extrañado, se dirigió a abrir, encontrándose con Yoichi.
- ¡Ah, Yuu-san! Me alegra verte bien.
- Huh... ¿Por qué estaría mal?
- Mikaela-san dijo que no estabas muy bien en la mañana...
- Ahh...
Recordó lo que había sucedido y no tardó en enrojecer, rascando su nuca.
- Estoy bien, Yoichi. ¿Qué hora es?
- Cerca de las tres de la tarde...
- ¡Tan tarde! ¿Y Mika?
- Salió temprano y aún no ha vuelto, Yuu-san. ¿No quieres bajar a almorzar? Te guardamos comida.
- Ya bajo.
Yoichi se fue y cerró la puerta para cambiarse de ropa. Estaba preocupado: algo no estaba bien y tenía un muy mal presentimiento, sería mejor que bajara y buscara a Mika pronto. Ya se sentía más repuesto a pesar de la pérdida de sangre, seguro gracias a que no era un humano normal o ya estaría muerto... lo que le recordaba... ¿Dónde estaba Mika? Conociéndolo no se sentiría nada bien con lo que había pasado.
Bajó al comedor y encontró a Yoichi y Narumi, los demás habían salido a practicar por mientras, así que comió rápido y salió también.
Aquella tarde Mika no apareció.
- ¡Vaya, Yuu-chan! - dijo Ferid al terminar la práctica del día - Has roto tu marca personal, ¡ya eres todo un serafín! ¿Deberíamos celebrar?
- Eso significa que... pronto podremos rescatar a mi hermana, ¿no? - preguntó Kimizuki.
- Así es.
El escuadrón celebró con gritos y algunas lágrimas antes de caminar hacia la mansión, hablando de lo que esperaban lograr pronto. Solo Yuu se quedó atrás junto a los vampiros, con el rostro serio.
- Ferid. ¿Sabes donde está Mika?
- Nope. ¿Acaso pelearon? No te preocupes, Yuu-chan, yo siempre estaré aquí para ti.
Ferid le tendió sus brazos, con el mismo todo bromista de siempre, cosa que irritó a Yuu. Pero no dijo nada. Solo caminó en silencio directo a su habitación, demasiado ocupado con sus pensamientos como para prestar atención a las excentricidades del noble.
Mika tampoco estaba adentro. Se acostó sin siquiera cambiarse la ropa, e ignoró a cualquiera que golpeara su puerta. La sensación de que algo no estaba bien se había intensificado y se sentía intranquilo, incluso culpable. Apenas pudo conciliar el sueño y terminó despertando en la madrugada, bañado en sudor y gritando el nombre de Mika.
Hace mucho que no tenía pesadillas. Desde que se habían reencontrado, para ser precisos. Debía ir a buscarlo, o aquella pesadez no lo dejaría en paz.
"Ese idiota... debería dejar de preocuparse tanto por mí" pensaba irritado, repasando los posibles lugares donde podía estar Mika. Conociéndolo, sobreprotector como era, no iría muy lejos de él. Probablemente estuviera escondido en el bosque... demasiado avergonzado o sintiéndose responsable. Eso le molestaba; la capacidad de Mika de cargar sobre sus hombros decisiones y culpas que no eran sólo de él.
Se quitó el uniforme y tomó una polera: si iba a salir a buscarlo, debía volar... literalmente. Debía transformarse en serafín.
"Vamos, Asuramaru, ayúdame a dominar esto" pensaba al tiempo que abría la ventana y tomaba su espada.
- Voy por ti, Mika.
Se clavó la espada en el estómago y se desmayó.
- - -
- ¿¡Es en serio, Yuu!? ¡Podrías buscarlo con mi poder!
Asuramaru estaba molesto.
- Si Mika pretende esconderse, no sería suficiente. Además, tú podrías hacerle daño.
- Ah, y seguramente como ángel eres muy simpático.
Yuu solo inclinó la cabeza.
- Vamos, ayúdame con esto, ¿si? Mika está por ahí, sufriendo por mi culpa.
- ...
- Me necesita, pero es demasiado necio para volver. Es un idiota.
- Tú también lo eres. Uno muy impaciente, además. Mikaela volverá, lo sabes ¿no?
- Lo sé. Pero está sufriendo, y no quiero que sufra solo nunca más. ¿Lo entiendes?
Lo miraba con ojos de perrito, implorando su ayuda. El demonio solo bufó y desvió la mirada. No había caso, era su demonio después de todo, de aquel estúpido humano.
- Eres un idiota.
Yuu sonrió y le dio una palmada en la espalda.
- ¡Gracias, Asuramaru!
- - -
Seguido abrió los ojos, pero no eran los suyos normales, sino que eran completamente negros y con iris amarillo. Sonrió satisfecho: era la primera vez que se transformaba en serafín sin la inyección.
- ¡Asuramaru, lo logramos!
Ahora, debía encontrar a Mika. Extendió sus alas y salió por la ventana, directo hacia el bosque. Sin que lo supiera, Ferid lo observaba por la ventana.
- ¡Oh, Crowley-kun~! ¡Nuestro serafín ya está casi listo!
El pelirrojo se paró junto a él.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque... acaba de salir volando por la ventana.
"Oh..."
- A veces das escalofríos.
- ¿Por qué? Solo hemos tenido mucha suerte con nuestros amigos.
- ¿Qué harás si intenta matarte?
- No lo hará. Tenemos a su preciada familia, ¿lo recuerdas?
La sonrisa maliciosa de Ferid llamó la atención de Crowley, pero prefirió volver a sus asuntos. Después de todo, si él tenía un plan, el mismo y todos los demás solo serían peones.