Mika va directo al comedor en busca de Shinoa, pero ellos aún no están allí. Va a la biblioteca y los encuentra, leyendo y peleando sobre las cosas más absurdas.
- Shinoa-san. - la llama, haciendo que todos se den vuelta hacia él.
Él nunca los llamaba por sus nombres.
- ¡Mikaela-san! ¿Está todo bien?
Estaba preocupada por su ausencia el día anterior... y por su actitud sospechosamente amable aquel día.
- Si, tranquila. - le dedicó una amable sonrisa, que enfrió a todos ¿era el Mika que todos conocían? - Yuu-chan me pidió que les avisara que se reunirá con ustedes en el comedor.
- Ah, cierto que esta mañana no apareció. - dijo Yoichi, provocando un leve sonrojo en el rubio que no pasó desapercibido.
- Iré a buscarlo. Nos vemos luego.
Mika se fue, dejando a todos extrañados.
- Algo muy grave le pasó. - dijo Narumi.
- De eso no hay duda. - Kimizuki le dio la razón
- Probablemente sea cosa de Yuu-kun. - Yoichi se unió a la conversación, y los tres chicos formaron un círculo de discusión respecto del cambio de ánimo del vampiro.
Shinoa y Mitsuba los miraban decepcionadas de su madurez, cosa que aumentó cuando los tres comenzaron a lamentar sus vidas.
- Los chicos no se ven muy bien. - dijo Mitsuba a Shinoa.
- La envidia, Mi-chan, la envidia. Estos tres solterones parecen haber perdido toda esperanza.
El rostro maquiavélico de Shinoa asustó a la rubia, que prefirió volver a la búsqueda en los libros, ignorando a sus compañeros.
- - -
Yuu ya había terminado de cambiarse y bajó corriendo las escaleras, encontrándose con Mika al llegar al primer piso.
- ¡Ah, Mika! Lo siento, creo que me he perdido el desayuno.
- Ferid debe haber dejado algo en la cocina para ti. Conociéndolo, no dejaría cabos sueltos.
- Bueno, no perdemos nada con ir a revisar.
Caminaron hacia la cocina riendo, hablando sobre cómo se sentía el volar. La cocina estaba vacía, y efectivamente, sobre el mesón había algunas galletas de chocolate y un jugo. Yuu los miró con una sonrisa y fue hasta allí.
- Ferid da miedo. - dijo.
- Bastante. - Mika le dio la razón - No se le escapa nada.
- Aham mhhmñ - Yuu estaba comiendo las galletas, mirando el techo, antes de tragar y volver a hablar. - Hey, Mika.
- ¿Hm?
- ¿Es verdad que la sangre de vírgenes tiene un sabor diferente? - dijo como si nada, sin apartar la vista del techo.
- No lo sé. Deberías preguntar a Ferid... o a Crowley. Ferid es un pedófilo. - agregó con molestia.
- Lo haré luego. Bien... - saltó a sentarse sobre la mesa donde estaba el desayuno que ya había terminado. - Ven, Mika, tu también...
Abrió los brazos con una sonrisa, ofreciéndole un abrazo. El vampiro suspiró y caminó hasta él, correspondiendo al abrazo. Yuu cerró los ojos y lo abrazó con fuerza, acariciando el cabello rubio mientras este mordía su cuello, provocando que ambos se sonrojaran. "Me pregunto si sabré a chocolate..." pensaba, sin soltar al vampiro, y relajándose en aquel abrazo.
Cuando Mika terminó de beber, limpió la sangre de la zona con su lengua y luego sus labios con su mano.
- ¿Cómo estuvo? - preguntó Yuu.
- Horrible. - Mika dijo con una sonrisa antes de besarlo. El azabache pasó sus brazos por su cuello y lo abrazó con sus piernas, tirándolo hacia él.
- ¡Yuu-chan! - apoyó los brazos sobre la mesa para no caer sobre él, mientras este reía.
- ¡Mika! ¡Tu cara está roja! jajajaja
Yuu no dejaba de reír, y el rubio solo lo miraba embobado. Comenzó a besar el rostro del azabache hasta que este paró de reír y se dejó llevar, sentándose de nuevo al borde de la mesa. Definitivamente tenía un serio problema, pensaba; debía ser capaz de contenerse.
Voces fuera de la cocina les alertaron de que pronto entraría gente al lugar, y Yuu se levantó de golpe, tironeando a Mika hasta una alacena, donde se metió y cerró la puerta con llave tras él.
- ¿Yuu-chan?
- Shh, o nos descubrirán.
Le sonrió y volvió a besarlo. Se olvidó de todo lo que sucedía a su alrededor, concentrado solo en la suavidad de los labios del rubio. Mika estaba igual, sujetando a Yuu de las caderas para pegarlo a su cuerpo. Este se separó un poco y le habló al oído, mientras sentía cómo sus manos recorrían su espalda.
- Hey, Mika...
- ¿Hmm? - murmuró besando el cuello del azabache.
- Parece... como si aún tuvieras hambre...
El rubio rió y volvió a besarlo, mordiendo suavemente sus labios y volteando los lugares para dejar a Yuu contra las paredes del almacén, deslizando su lengua por el interior de su boca. Estaba tranquilo, pensando únicamente en el chico que tenía entre sus brazos y en saborearlo despacio. Disfrutó de aquello hasta que sintió que uno de sus colmillos herían a Yuu, y se separó con cuidado, jadeando, para observarlo. Sus ojos de vampiro no tenían problema para ver en la oscuridad del almacén, y pudo notar el sonrojo en su compañero.
- ¿Yuu-chan? ¿Está todo bien? - dijo mientras le acariciaba el rostro.
- Si, es solo que... - se limpió un hilillo de sangre que salía de su boca - definitivamente tu vas a ser mi perdición, Mika.
El rubio rió y besó su frente.
- Salgamos de aquí antes de que nos encuentren.
- Si... pero, Mika... ¿de verdad sigues hambriento?
Este le dedicó una mirada coqueta mientras depositaba un corto beso en sus labios.
- No precisamente de sangre, Yuu-chan. Vamos.
Yuu se sonrojó avergonzado por esa insinuación, pero no dijo nada y se dejó llevar de la mano fuera del almacén, pasando por detrás de las personas que estaban en la cocina. Salieron al patio riendo y jugando, planeando qué harían durante aquella tarde. Yuu hablaba de lo mucho que quería enfrentar a Crowley en modo serafín, pues este le había dicho que le enseñaría esgrima. Mika le decía que quería verlo, pero que no debía arriesgarse demasiado.
- Hey, Mika. - dijo desenfundando su espada - ¡A que no puedes contra mi!
El rubio lo miró preocupado, antes de pasar a una mirada de superioridad.
- ¿Oh? ¿Desafías al gran Mikaela-sama? - desenfundó su espada - Yuu-chan ya debería saber que sin ser un serafín o un demonio no tiene opción contra mi.
- ¡No soy ningún debilucho!
Chocaron espadas; tal como había dicho, Mika era mucho más fuerte que Yuu en su estado normal, y además tenía entrenamiento en esgrima. No pasó mucho tiempo antes de que tomara la mano con la que Yuu sostenía la espada y lo tumbara al piso en un giro sobre su pie.
- Parece ser que yo gano, Yuu-chan. - dijo sonriendo con satisfacción.
- ¡Otra vez!
Repitieron el ejercicio un par de veces más con el mismo resultado. La quinta vez, Mikaela levantó la espada de Yuu por sobre su cabeza y pasó por debajo de su cuerpo, haciendo que el azabache volara sobre él y cayera de espaldas al suelo, donde se le sentó encima.
- ¿Ya ha sido suficiente?
- ¡No! - gimoteaba molesto - ¡Y ya bájate! ¡Pesas, Mika!
Este se puso de pie y le tendió una mano para que hiciera lo mismo.
- ¿Dónde aprendiste eso?
- Krul me enseñó. ¿Por qué? ¿Te ha gustado? - dijo observándolo con mirada expectante. Quería ser elogiado, sin duda, pero el orgullo de Yuu era más grande.
- No me vendría mal aprender algo de eso. Y no me mires así.
- Aww. - dijo abrazándolo - Pero primero deberías comer algo, Yuu-chan. Vamos adentro.
Mika lo acompañó hasta el comedor, donde se encontraron con los demás y platicaron alegremente antes de volver con Crowley y Ferid.
Aquel día, Yuu logró enfrentarse a Crowley como serafín, arrojándolo al piso. Una vez lo logra, salta y corre hacia el escuadrón y Mika, y todos celebran a los gritos mientras Ferid va a hablar con Crowley.
- Crowley, querido. ¿Ha dolido?
- No lo suficiente.
- Que masoquista. - voltea a ver a Yuu - Creo que ya es momento de atacar esa base de la que hablábamos.
- Así parece.
Ferid comunicó al escuadrón humano sus planes para los próximos días: aquella noche organizarían su formación, incluyendo a Crowley en ella, y al día siguiente atacarían la base militar en busca de información sobre la ubicación y actividades de Kureto Hiragi.
Una vez que terminaron de planificar, todos fueron a darse una ducha y a comer. Mika en tanto ayudó a Crowley a preparar la van y comida para el escuadrón antes de ir a la habitación a cambiarse para dormir luego.
En tanto, en el primer piso ya terminaban de cenar y escuchaban las últimas instrucciones de Ferid. No era mucho, pues la pequeña base militar no debería suponer ningún problema para ellos en sus condiciones actuales. Luego, se retiraron a descansar para el día siguiente, aunque, Yuu no contaba con lo que le esperaba al entrar a su habitación. Apenas abrió la puerta vio a Mika solo con pantalones y con la polera blanca que iba a ponerse en la mano, volteándose hacia él con el rostro rojo y soltando sin querer la polera que sostenía. Solo atinó a sonreírle al azabache, antes de inclinarse a recoger la polera.
- ¡No la recojas! - gritó de golpe Yuu - Digo... espera.
Cerró la puerta con seguro y caminó hasta un congelado Mikaela, recogiendo la polera del suelo para luego voltear su mirada despacio sobre el cuerpo del rubio, indeciso.
- ¿Está bien... si te toco?
Mika solo asintió y Yuu puso una mano sobre su pecho, empujándolo hasta que quedara sentado en el asiento de la ventana. Seguido, comenzó a recorrer su brazo con una de sus manos. "Que blanco" pensaba, recorriendo ahora con los dedos desde la clavícula del rubio hasta la boca del estómago, y volver a subir hasta el cuello y los hombros. Mikaela tomó su mano y lo atrajo hacia si para besarlo y sentarlo sobre sus piernas.
- ¿Qué ocurre, Yuu-chan?
Este dudó un poco antes de hablar.
- ¿Qué sientes si te toco? - murmuró finalmente. - ¿Te gusta? ¿O... solo piensas en sangre?
Aquello entristeció a Mika, pero lo disimuló. ¿En verdad pensaba que era ese tipo de persona?
- ¿Quieres que te lo diga? ¿O sería mejor si simplemente te lo demuestro?
- Yo no...
Mika lo calló con un beso, levantándolo en brazos y dejándolo sobre la cama. Sin decir nada, le llenó el rostro de besos mientras metía sus manos por debajo de la polera de Yuu, haciendo que este diera un pequeño sobresalto. Se separó un poco de él y le quitó la polera, para luego volver a besarlo, bajando por su cuello hasta su pecho desnudo. Yuu estaba demasiado avergonzado, y no se atrevía a decir nada.
- Sabes, Yuu-chan... - le susurró Mika, levantándose a mirarlo a los ojos. Estaba igual de rojo que él. - Yo siempre... siempre te he amado, incluso desde antes de convertirme en vampiro...
- Mika...
- Pero ya no somos los de antes... - deslizó su dedo para quitar un mechón de pelo oscuro del rostro de Yuu, sonriendole con ternura - Muchas cosas han cambiado, pero... mis sentimientos por ti siguen igual.
Besó la punta de su nariz, y se disponía a recostarse cuando Yuu lo empujó y se sentó sobre él.
- ¡No digas esas cosas! Es vergonzoso.
- Pero es la verdad.
- ¡Que no lo digas!
Mika lo tomó y lo recostó a su lado, abrazándolo y besando su clavícula. Yuu en tanto recorrió su espalda con sus manos, bajando hasta sus caderas mientras buscaba sus labios. Lo besó con hambre, clavando sus uñas en su espalda; Mika gruñó y Yuu mordió su labio antes de seguir besándolo con más intensidad. El rubio lo separó un poco de él, calmando su respiración.
- ¿Qué tan seguro estás de lo que quieres hacer, Yuu-chan? - le preguntó con un toque de aprehensión, pero no recibió respuesta. - ¿Yuu-chan?
- No... no lo sé, Mika.
Al rubio siempre le sorprendería lo inocente que podía llegar a ser, mientras él había tenido que soportar a escuadrones de viejos vampiros durante los últimos cuatro años, contando toda clase de historias. Suspiró suavemente y volvió a besar a Yuu, enfocándose en no dejarse llevar por sus instintos.
Pasó una mano por su espalda, llegando hasta los pantalones del azabache, donde tomó su entrepierna con cuidado. Yuu dio un pequeño respingo, pero se mantuvo en el lugar gracias al agarre del vampiro. Su mano masajeó la zona, recibiendo pequeños suspiros en respuesta. Al menos, parecía disfrutarlo, así que metió la mano bajo su ropa, lo que le arrancó un gemido de sorpresa.
- ¡M-mika!
- ¿Hmm? ¿Quieres que me detenga? - preguntó, moviendo su mano arriba y abajo.
- N-no, pe-pero... - tuvo que ahogar un gemido, pues Mika apretó el agarre.
Ocultó su cabeza en el hombro del rubio, suspirando. Era una sensación nueva, y lo estaba volviendo loco. Su cuerpo completo estaba ardiendo, y poco a poco perdía completamente el juicio; sus vista se nublaba y su corazón parecía querer salir de su pecho. Se sentía nuevamente en un infierno, presa de mil corrientes que agitaban su cuerpo y hacían salir gemidos de su boca a pesar de su esfuerzo por ahogarlos. Le encantaba, quería más... a pesar de que no podía hacer otra cosa además de abrazar al vampiro con fuerza.
Mika tenía los ojos cerrados, escuchando con atención cada sonido que salía de los labios del azabache, mientras besaba su hombro ante él, feliz de poder complacerlo.
- Mmm... Mika... - jadeó - ya no...
- ¿Qué sucede, Yuu-chan? - preguntó juguetón, separándose un poco para ver su rostro. Aquello no tenía precio: estaba completamente rojo, con un hilillo de baba saliendo de su boca y los ojos entrecerrados, esforzándose por respirar.
- Ya... yo no... ahmm...
Sintió como palpitaba contra su mano. Así que Yuu no tenía idea de lo que sucedería, ¿huh? Definitivamente, no quería perderse ninguna expresión de aquello.
- ¿Tu qué, Yuu-chan?
Sonrió aún jugando, apretando el agarre un poco más y aumentando la velocidad de sus movimientos, hasta que el cuerpo de Yuu se estremeció por completo, y este se arqueó y mordió su hombro para silenciar un fuerte gemido. Su mano, al igual que los abdómenes de ambos quedaron manchados y pegajosos, pero era lo que menos le importaba.
Yuu jadeaba contra su hombro, intentando calmar su respiración, avergonzado, pero extrañamente muy satisfecho.
- Mika... - balbuceaba - Mika, wow...
El rubio sonrió y besó su frente.
- Creo que debería ir a lavarme, Yuu-chan, ya vuelvo. Tu también deberías hacerlo luego...
Yuu desvió la mirada avergonzado, escuchando cómo Mika caminaba hasta el baño y dejaba correr el agua para lavarse. No tardó mucho en salir, y Yuu se metió corriendo con una toalla y saltó a la ducha, esperando que el agua tibia le ayudara a calmarse un poco.
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Warm & Fuzzy [ MikaYuu ]
Hayran KurguSi el manga fuera un tantito diferente... quizás... [SPOILER ALERT: Hay trozos de diálogos e info que solo salen en el manga] Una pequeña historia de mi ship favorito del animé [ Owari No Seraph ]. Está basada en el manga (el principio es muy simil...