Capítulo 12.

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Entrenamiento.
Cansancio.
Oscuridad.

Era todo cuanto recordaba.

Y luz.
Mucha luz.
Demasiada luz.

Mü abrió los ojos lentamente, tratando de tomar el control de sus movimientos, acostumbrándose a la luz que se colaba por las rendijas de la persiana...
Se sentía mareado, como si acabara de salir de un furioso torbellino.
Se movió un tanto, y notó una cama bajo su cuerpo: la suya. Miró a su alrededor para descubrir sin mucho asombro que se encontraba en su habitación, pero había algo que no cuadraba. Cerca suya, sentado en una silla, reposaba Shaka. Aquello si lo desconcertó. Se puso alerta, tensando su maltrecho cuerpo, lo que provocó que gimiera de dolor. Tan pronto como la queja salió de su boca, esta fue tapada por la mano del pelilila, mas por suerte, su quejido apenas había sido audible.
Miró nuevamente al rubio. No sabía si estaba dormido o despierto, pues de ambas formas mantenía los ojos cerrados.
Eso lo molestaba un poco.

Se incorporó lentamente para mayor comodidad.

- Finalmente despertaste. - Oyó decir.

- ¿Ah...?

Mü miró al virginiano. Esperó a que volviera a hablar.

- Son la 5:41, llevas día y medio inconsciente. Te desmayaste durante el entrenamiento de ayer. Fue... intenso.

Mü bajo la cabeza: no recordaba nada del entrenamiento, solo que le habían cambiado su pareja por Shaka... y el resto eran solo un cúmulo de sentimientosen sin forma ni imagen. Era como una laguna mental: sabía que faltaba algo, pero era incapaz de recordar los hechos que deberían ocupar aquel lugar.

En el tiempo que ariano pensaba eso, Shaka se había levantado de la silla y se había acercado a la cama.
Un cálido contacto cortó el hilo de sus pensamientos. Alzó la mirada y se encontró con el rostro de su compañero peligrosamente cerca del suyo. Se sonrojó notablemente, pero Shaka no pareció notarlo, pues no se movió.
El rubio se había subido a la cama, inclinándose levemente sobre Mü, dejando que su cabello cayera como finos filamentos de oro. Sus labios se posaron en la frente del ariano, que se mantuvo rígido como el mármol.

Permanecieron así tansolo un par de segundos, eternos para Mü. Entonces su compañero se separó para devolverle su espacio personal. Mü lo agradeció profundamente. Sintió, sin embargo, su pelo moverse. Shaka había cogido suavemente un mechón de sus violáceos cabellos y jugaba con él. El pelilila sintió su columna vertebral estremecerse. Cerró los ojos para disfrutar de aquella extraña pero satisfactoria sensación. Al cabo de un par de minutos, Shaka soltó con cuidado su cabello.

- Tienes fiebre. Debes descansar. - Y sin decir más se levantó del borde de la cama y se marchó.

Mü se sentía contrariado. Como tantas otras veces, había disfrutado con la presencia del virginiano, pero esta vez algo había cambiado. Por un lado se notaba la cara ardiendo, seguramente estaría roja, aunque era una sensación agradable. Por otro lado, la sola idea de estar cerca suya lo reconfortaba: era como si su mera presencia fuera la mayor cura a la soledad hiriente que a veces se instalaba en lo más profundo de su corazón.

Tal vez eso era mejor que el silencio- pensó. 

DIFERENTEֆ {Saint Seiya} (Mü x Shaka) (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora